¿Qué le has hecho a mi vida?

Capitulo 56

Melissa

Daniel salió del ascensor quitándose unas gafas que jamás le había visto puestas, se veía sensual con ellas, me miró confundido un par de segundos y después reacciono.

- ¿Qué hace aquí señorita Melissa? Acampar en la empresa no le restara horas –Dijo burlón

- Tu secretaria me dijo que no me fuera hasta terminar de ordenar esto –Señale el papelerío y él tomó un folder, lo ojeo rápidamente y lo lanzó a otra montaña de papeles a la que no pertenecía– ¡No hagas eso! –Solté enfadada y Daniel se carcajeo

- Eso es basura, están aquí porque nadie se ocupó en sacarlos, pero no sirven para nada –Me puse roja de coraje, pude sentirlo

- Hija de su tisima madre –Dije apretando los puños

- No te enfades, mañana la pondré en su lugar –Sonaba prometedor pero tristemente no lo vería

Rodeo mi cintura con sus brazos y me acercó a él para besarnos. Caminamos a su oficina y me susurró al oído "Tengo que mostrarte algo" se alejó hacia su computadora y comenzó a sonar una preciosa canción de The Doors "Wintertime love".

- Baila conmigo my wintertime love –Dijo tendiéndome la mano

Una enorme sonrisa apareció en mi cara y comenzamos a bailar divertidos por toda la oficina al ritmo de la canción.

- Siempre será nuestra, siempre me recordará a la bella Melissa en vestido de encaje que conocí en Italia –Rodeé su cuello con mis brazos y lo besé

- Siempre lo será Daniel –Recosté mi cabeza cerca de su cuello y bailamos así hasta el final de la canción

Después me pidió que nos sentáramos en el sofá para hablar sobre algo que le preocupaba, no supe a que se refería.

- Tu padre por casualidad me ha mencionado lo de tu trastorno –Noté que rebusco cada palabra para aligerar el momento, me lleve las manos a la cara

- ¿Y ahora crees que estoy loca? –Susurré

- Claro que no cariño, me preocupas, quiero involucrarme, saber cómo va el tratamiento...

- Lo dejé, en realidad hoy es el primer día que no voy a comer al centro –Puso su mano sobre mi pierna

- ¿Qué puedo hacer? –Preguntó acariciando mi pierna

- Amarme y nunca abandonarme –Dije acercándome para que me abrazara

- Siempre estaré aquí para ti –Me apretó fuerte contra él

- ¿Incluso cuando tenga miedo? –Besó mi cabeza

- Prometo que siempre estaré para ti cuando tengas miedo –Nos besamos, aquello fue precioso, una de las mejores noches a su lado

- ¿Debemos irnos? –Dije moviéndome un poco

- No, no te muevas, aún hay tiempo –Hizo que volviera a mi posición anterior recargada sobre su pecho

El teléfono de su oficina comenzó a romper nuestro delicioso silencio.

- Estúpido teléfono –Musité enfadada

- Déjalo sonar, no debe ser importante –Ninguno hicimos esfuerzo por movernos y lo dejamos sonar como si la oficina estuviera vacía