Capítulo 42: Un nuevo comienzo.

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Capítulo 42: Un nuevo comienzo.

ISAURA

La luz era cegadora. Ni siquiera vimos un túnel con una luz al final,  nosotros habíamos pasado directamente a la luz.

- ¡Bienvenidos! – dijo una voz musical en algún punto de donde estuviéramos.

Era extraño, aquí no había dolor, ni siquiera necesitaba respirar para poder vivir. Abrí los ojos y esa luz entró en mí permitiéndome ver todo lo que teníamos a nuestro alrededor. Mis hermanos ya estaban ahí, exactamente en la misma posición que la última vez que los vi, con Dayan enfrente de mí, mirando a todos partes y con Kai y Adalia a cada lado.

Miré a la sala donde nos encontrábamos y al principio sentí miedo, pero ese sentimiento no parecía ir bien con este lugar, así que pronto se fue. La sala era de las mismas dimensiones que la cueva que habíamos dejado atrás, solo que esta era de un blanco impoluto, exceptuando por el altar con las llamas rojas, el pozo de aguas cristalinas, el árbol de un frondoso verde y con un tronco de un marrón chocolate y de mi altar del aire, en el que un pequeño remolino llegaba de ninguna parte. Pero por lo demás, parecía la misma sala.

- Son vuestros poderes, han vuelto al lugar donde nunca debieron salir. – volvió a hablar aquella voz.

La busqué por todos lados, pero esa voz no procedía de esta sala, sino de su entrada. Era una mujer de largos cabellos dorados, vestía con un largo vestido blanco y en la cintura, le salía un cinturón de encaje con pequeñas florecitas rosas.

Noté como alguien agarraba mi mano, Dayan estaba a mi lado y su agarre indicaba que a partir de ahora lo estaría eternamente.  Kai y Adalia también se pusieron a nuestro lado, Adalia ofreciendo su mano a Dayan y Kai ofreciéndomela a mí.

- Sois un cuarteto de lo más hermoso, vuestros enormes corazones son los que os han traído hasta aquí. Podríais haber elegido el bando correcto y no ser tan puros de corazón, entonces tampoco lo hubieseis conseguido. Pero miraos, sois perfectos.

Su voz parecía salir como si fuese música para nuestros oídos. Pero aún no sabíamos nada, a pesar de que ella parecía saberlo todo de nosotros.

- ¿Eres… Madre? – me aventuré a preguntar.

Solo que mi voz fue tan melodiosa como la de ella, si parecía ser mi tono, pero con pequeños matices musicales.

- Tú fuiste la lista, Isaura. Pero no solo te quedes con eso, porque también fuiste valiente. Cuando todos tus hermanos dudaban del plan, cuando todos tenían algún hilo de miedo en sus corazones, el tuyo estaba preparado para morir. Eso es valentía. 

- No nos diste otra opción. - mis palabras quisieron ser un reproche, pero en este lugar tampoco había tal cosa, por lo que se quedó como una simple frase.  – Tengo muchas preguntas.

- Y las contestaré a todas. Pero antes he de hacer algo primero. – dijo Madre mirando a algo que había detrás nuestra.  Todos nos giramos y vimos la figura de una chica que se levantaba del suelo, era Alyson. – Alyson, ¿me acompañas por favor?

¡Oh Dios! ¡Alyson había muerto también! Quise sentir pena por ella, por no haber logrado tener una vida normal como ella quería, pero ese sentimiento tampoco era de este lugar. Aquí todo parecía ser bondad y buenas intenciones.

- ¿Alyson qué ha pasado? ¿Paul está bien? – preguntó Adalia con lo que supuse que era preocupación, ya que cuando las palabras salieron de su boca solo parecían eso, palabras.

Pero antes de que Alyson pudiese contestar de cualquier manera, Madre se adelantó para contarnos lo que había sucedido con su hija.

- Ella no es producto de la tierra, fue creada por magia y dado que esta murió, todo lo relacionado con ella también lo hizo. – hizo una pausa en la que sonrió a su hija y la extendió una mano para que la cogiera. – Vamos, aún tengo una misión más para ti.

Saga Elementos IV: Destino de GuerraWhere stories live. Discover now