Capítulo 7

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Me levanto con un leve dolor de cabeza, pero en cambio no voy corriendo a por una pastilla, nunca me ha gustado tomar pastillas, no desde que de pequeña casí muero ahogada por una pastilla, y eso que la partí en cuatro trozos...
Estiro mi brazo y cojo el móvil que se encuentra al otro lado de la cama, típico de mí, y miro la hora, las 11:27, lanzo un grito al ver la hora que es ya que yo por mucho que duerma nunca me levanto tan tarde. Me levanto de un salto y cojo un short con el borde deshilachado con hilos multicolor, una camiseta blanca básica y mis converse azules claras y entro a la ducha.

Al salir del baño me doy cuenta de que hay un papel en la mesita, así que me acerco y lo leo. Mi cara debe estar roja debido a la furia, arrugo el papel haciéndolo bola y lo lanzo al suelo con fuerza, cojo el móvil y marco su numero, que por cierto no recuerdo haberlo agendado, pero no me contesta, así que pruebo otra vez.
-¿Diga?
-¡DIGA!  Tu eres un patán, mentiroso, ilusionador, asqueroso...-Suelto completamente fuera de mi- ¡¿Cómo que "no soy el adecuádo para tí, y que no eres buena influencia"?! Eres un patán.- Y sin dejarlo contestar le colgué. Suspiré repetidas veces para clamarme, bajé a la cocina, cogí una manzana verde para comérmela durante el camíno y metí dentro de mi mochila de tela, dinero, las llaves de casa, pañuelos, un mechero y gas pimienta, aparte cojí el movil y los auriculares. Salí de casa y puse la canción Crystal de Of Monsters and Men y me puse mis gafas de sol Ray Ban con la montura rosa pastel y empecé a avanzar por el camino de piedras que llevaba al gran portón de reja negra con detalles bonitos. Mi casa era bastante grande pero tampoco era un castillo.

Hoy por alguna razón desconocida quería tomar otra calle para ir a la estación de tren, esta calle era un poco desierta pero era muy bonita, tenía un parque bastante grande muy verde con árboles y un puentecito de madera muy mono por la cual pasaba un riachuelo, decidí pasar por allí ya que me pareció un bonito lugar.

Pasaron dos minutos desde que entré y no ví a nadie, salvo a dos chicos que estaban tapados por la capucha de una sudadera,vamos, ¿quién en su sano juicio lleva sudadera, en primavera? Pero lo que realmente captó mi atención fué que el que estaba de espaldas a mí, se me hacia muy conocido, el otro chico se metió la mano en el bolsillo de su sudadera y sacó una bolsita con algo blanco dentro mientras el individudo medio desconocido le tendía bastantes billetes, abrí los ojos como platos y lancé un grito ahogado, pero parecieron escucharlo porque se giraron, haciendo que lance otro grito ahogado al ver a Dominik ahí. Comprando droga. Eché a correr todo lo que pude, cuando llevaba dos cuadras corriendo me metí en un edificio, que estaba a medio hacer, y me escondí un rato ahí. Me sobresalté al sentir que alguien había tocado mi hombro, me giré lentamente y ví a Dominik con los ojos llorosos detrás de mí. Estaba solo, por lo que pude relajarme un poco, porque de Dominik me puedo fiar ¿no?

Rhea Where stories live. Discover now