Capítulo 8

57 2 0
                                    

-¿Porque me has seguido?- Digo entre cerrando los ojos, de manera desconfiada.
-Porque no quiero que desconfies de mí.-Dice suplicándome.- Vamos a una cafeteria y te lo explico todo.- Me extiende la mano y yo dudosa se la acepto, me levanto y me da un abrazo que yo tardo en corresponder.

Entramos a una cafetería tras un silencioso camino, nos sentamos en una mesa al lado de la pared acristalada. Vino la mesera y nos puso lo que nos ordenó minutos atrás. Bebió de su capuccino, para luego empezar a hablar.
-Cuando yo tenía 16 años me drogaba y fumaba marihuana. Pero sólo me hice addicto a la marihuana, la tomaba fumada, en aceite, en repostería, o simplemente la masticaba. El caso es que mis padres se enteraron y me encerraron en el sótano de casa amarrado sin dejarme salir, solamente me daban comida dos veces al día, y llegué a estar en riesgo de anorexia. A veces venía mi padre y me decía "eres horrible, una vergüenza para la família, no vales para nada, nunca te querimos, fuiste un niño no deseado" a cada frase me daba un golpe en la cara o simplemente me rompia una botella . Un día, mi padre después de darme la paliza más grande de mi vida, no se acordó de poner el candado a la puerta y por la noche me pude escapar. Cojí ropa y dinero y me fuí directo a denunciarlo a la policía.- A este paso mis ojos ya estaban inundados por agua salada, no puedo creer por todo lo que ha pasado.- Y la razón por la que recurrí a Mark es porque tenía una cuenta pendiente, pero no era para mí. Desde el momento que pisé fuera de la casa de dónde crecí, fue: no tomar más drogas ni marihuana. -Ví sus ojos rojos, y quité las manos de la taza de té rojo para levantarme y abrazarlo, porque él no necesita que lo juzgen, sino que lo quieran y lo apoyen. Y eso es lo que voy a hacer desde ahora.

Rhea حيث تعيش القصص. اكتشف الآن