Capitulo VII

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A cualquiera le rompen el corazón

Pero no a todos le congelan los sentimientos.


-Alejandro-


Lunes, 20:30pm


Llegué al bar en compañía de los chicos y las chicas aunque me sorprendió el hecho de que Ele estuviera aquí pero no le reste tanta importancia.

Lo que me tenía aun molesto era Sofía y otras cosas que aún me están atormentando la cabeza día tras días. No encuentro la forma de contarle a alguien sin antes no sentirme juzgado y más aun no sé si estos lleguen a alejarse o criticarme, me estaba consumiendo lentamente y no se daban cuenta.

-Yo sé que el alcohol alivia todos tus males pero, ¿estas así por ella?- preguntó Nicolás luego de sentarse en la barra al lado mío, estaba apartado de ellos tratando de aceptar lo que me estaba pasando o al menos asimilarlo.

Yo si soy marica, hay 736396359 millones de personas y yo me estoy dando mala vida por una vieja que no me corresponde.

-Tampoco tengo por qué darle tantos créditos a ella es solo una profesora ¿no?- tome un trago de cerveza y negó.

-Estas así por ella, acéptalo- Gruñí, no estoy para que me esté regañando por lo mismo, deje la botella y salí del bar.

Opté por sentarme en una banca a solas mientras esperaba que alguna chica me hablara y como predije no paso mucho tiempo cuando una rubia se me acerco de manera coqueta, se sentó al lado mío, mientras sonreía y acariciaba mi cabello.

-Hola guapo, ¿cómo estás?- me sonrió e intente hacer lo mismo, no era fea de hecho llamaba la atención de cualquier hombre aunque no esté en sus cinco sentidos, pero tenía los labios tan rojos que pensé que la habían golpeado.

A diferencia de Sofía, ella se maquilla sencillo con solo un... Eso es mierda, ¿la acabe de comparar?

Me enfoque en la rubia que tenía al lado mío y que por cierto que no dejaba de hablar de cosas comprometedoras.


-¡Fuera perra!- supuse que era Liz ya que por la música no escuchaba casi.
La chica se levantó algo asustada y se marchó, debí aprovechar mientras estaba solo. Liz me quedó mirando con los brazos cruzados, molesta. -¿Que hacías con esa?- Preguntó, lo cual me sorprendí y a su novio (Nicolás)
-No me miren así idiotas, me preocupo por ti-

-Haré lo que no puedo hacer con Sofía así que con su permiso- me tambaleé un poco, pero después pude mantener el equilibrio. Jared me detuvo y me zafé de su agarre.

Entré de nuevo al bar y busqué a la rubia de hace un rato, ella se encontraba en el mismo lugar, pidiendo tragos uno tras otro, ¿será que estará despechada la mujer? volví a acercarme a ella. Se alegró al verme y me dejo espacio para seguir hablando, no paso mucho tiempo cuando ya no estábamos besando.
Coloqué mi mano en sus nalgas y luego sentí sus manos sobre las mías y de inmediato me susurró en mi oído "Vámonos de aquí"

No me fije si los chicos estaban o no, así que la metí en mi auto y tuvimos relaciones.
Tampoco es que la llevaría a mi casa, eso sí lo hago respetar.

Una vez terminamos, no veía la hora en que esta mujer se fuera, tampoco sería capaz de sacarla eso me parece una humillación.
Se levantó, se vistió y me extendió una tarjeta, me dio otro beso en los labios y se fue, me vestí y mi celular comenzó a sonar.


*Llamada telefónica*

-¿Hola?- Dije con voz ronca y perezosa, me coloqué en la parte del conductor y encendí el auto.

-¿Dónde estás?- dijo Jared, coloque el auto en marcha y encendí el alta voz del celular.

-Saliendo del bar- bostece.

-¡Ja, págame!- grito Nicolás y rodé los ojos, me cerciore de la hora ya que los otros hablaban estupideces.

4:30am. Alguien no iré a la escuela hoy.

-¿Te acostaste con la rubia?- preguntó Nicolás.

-Si-

-¡Devuélveme el dinero!- grito Jared, un día de estos los voy a golpear.
Se escuchaba como estos dos se peleaban así que les corte la llamada.

*Fin Llamada telefónica*


Llegue a mi casa cansado y balbuceando groserías, el no poder mantener el equilibrio me estaba molestando. Abrí la puerta de la casa y subí las escaleras, escuche como llegaba mi madre y subí más rápido no quería discutir y mucho menos a esta hora.

Me despoje de toda mi ropa y me tire en la cama.



-Y ¿si lo tumban de la cama?- ¿Escuche la voz de Ele? Desde cuando tiene esas ideas tan... ya sé porque anda con nosotros.

-Buena idea- sentí que me tomaron de los pies y de inmediato me levanté.

-¡Quietos malditos!- rieron Nicolás y Jared me dejaron tranquilo y de inmediato sentí como si martillaran mi cabeza. Que mierda, mi cabeza va a explotar. -Cierren las cortinas- coloque el brazo en mis ojos y los cerré.
Cuando me estaba durmiendo, Liz me hablo.

-Debes levantarte ya es tarde y no has comido- hice un gran impulso por levantarme pero fue nulo, me sentía terrible y con ganas de vomitar.

Nicolás bajo a la cocina a ver si conseguía algo para comer y unas pastillas, hablaban de la escuela y yo sentía sus voces lejanas solo quería dormir.  Nicolás llego y me tome las pastillas y medio probé el desayuno.

Mire la hora y eran las 14:15pm. Pose mis manos en mi cabeza.


-Ve a bañarte tal vez eso sirva- dijo Ele, me levante con ayuda de los chicos y entre al baño.
Dure media hora ya que el agua estaba bastante fresca y me estaba sintiendo un poco mejor.

Salí con mi toalla envuelta en mis caderas y los chicos les taparon los ojos a las chicas reí ya que se estaba haciendo costumbre que me vieran en esa situación, tome mi ropa interior junto una sudadera y una camisa y volví al baño.

Al salir, ellos hablaban cosas que no podía escuchar, me senté de nuevo en la cama y comía de poco a poco. Tengo que aceptar que los sándwich estaban buenos.
Termine de desayunar, deje el vaso y el plato en la mesa, para sentarme con ellos en el suelo.


-¿De qué hablan?- Se miraron entre sí, algo anda mal.

-De que...- susurro Liz.

-¿De queee..?- Ya me estaba cansando

-Sofía pregunto por ti-

Lo que me faltaba y podía sentir como mi dolor de cabeza regresaba. Y como digo siempre: Ya no vuelvo a tomar de esa manera

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¡QUIETOS! 😂😂
Eleanor en Multimedia😊

Mi Profesora EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora