Capitulo XX

2.2K 119 17
                                    


Viernes, 17:20pm.


-Alejandro-


-Déjame explicarte por favor- me miraba con decepción, y tristeza, aun no estoy muy seguro pero su rostro no reflejaba nada bueno, y eso me preocupaba. -Por favor-

Aun miraba mis cicatrices, en los brazos y abdomen.
Asintió sin dejar de mirarlas y nos sentamos.

-Te escucho-
Tome una bocanada de aire y la miré.

-Desde que mi padre engaño a mi madre ella se ha estado emborrachando todos los fines de semanas, cuando llega en ese estado a mi casa solía golpearme o decirme palabras obscenas, ya no me golpea por lo que estoy más grande y sabe que ya puedo defenderme, sin embargo, desde la última pelea, no sé nada de él, y la verdad es que tampoco me interesa- Me interrumpió.

-¿Qué te decía?"-

-Pues, desde que tengo uso de razón siempre me decía que soy una basura, un estorbo, una mierda de persona, que estoy aquí porque fui un error, con el tiempo me decía otro tipo de cosas, pero crecí con esos ideales que un día no lo soporte y desde ahí lo agredí a él, y luego me agredí a mí mismo, tengo episodios de ansiedad, y puedo controlarlo mientras fumo- una lagrima ya brotaba por mi mejilla, no me gustaba hablar de estos temas pero si era necesario para que Sofí se quedara lo haría.

-Oye, sé que tienes más cosas que contarme pero hoy no será el día, no quiero arruinarlo pero Alejo, no me gusta que hagas esas cosas- sentí un alivio recorrer por todo mi cuerpo como el viento teatral igual que en la Rosa de Guadalupe.

-No tienes por qué preocuparte, él ya no está, y puedo centrar mis pensamientos en otra cosa - le guiñe el ojo y esta se acercó a mi cuidadosamente y me abrazo.
-Amor, las cicatrices no me duelen- Sonreí nervioso.

-Me importa- Se retiró y me toco cada una de ellas e hizo una mueca en su rostro.
-Mierda Alejo- sus cejas se encontraron y me coloque la camisa antes de que le diera un ataque.


-¡Por fin!- Se escuchó el grito de Liz y mire a Sofí, le extendí una toalla al igual tome una para mí y la enrolle en todo mi cuerpo.

-¡¿Que paso?!- Grite y los chicos se acercaron.

-¡No adivinas!- Grito Liz emocionada.

-Jared y Ele son novios- Dijo Nicolás y su novia le dio un fuerte golpe en el brazo.

-Siempre arruinando todo- La miro ofendido

-¡Ya era hora!- Grito Sofí.
-Porque me estaba cansando de armar grupos de trabajo solo por ustedes- todos la mirarnos sorprendidos.
-¿Qué?- rio.

-Qué bonita, ¡Nadie nunca había hecho eso por mí!- Gritó la castaña, y Jared rió.

-Gracias Sofí- ella le guiño el ojo y se levantó a buscar un poco de jugo.


20:30pm.


-Te acuerdas cuando....- Aun le seguía tirando palomitas de maíz a Nicolás, no paraba de decir cosas vergonzosas de mí, o bueno, cosas que no se dicen delante de la novia.

-Nicolás- Aun seguía riéndose como foca retrasada.

Mi madre ni se ha molestado en saber dónde estoy, no sé de qué me asombro es Viernes, ni ella ni yo llegaremos hoy a la casa, en mi caso, nos quedaremos a dormir en la casa de Jared.

-Toma nena- Nicolás le extendió una cerveza a Liz y esta gustosa la acepto.

-Sofí, ¿tomas?- Ella asintió y nos pasó las cervezas.
-¿Ele?- Rio Liz.

-Olvídalo- rodo los ojos.

-¡¿No te gusta?!- gritamos Nicolás y Yo, Jared solo reía a medida que la abrazaba.

-No, cuando tomas se te mueren neuronas y tras que no tengo muchas- reímos.

-Ay Ele, no comiences y trágate eso-

-¡Que no!-


Estuvimos como una hora tratando de convencerla para que tomara pero fue inútil no cedió, es más, ni se le notaba las ganas de probar tan solo un poco así que decidimos dejar de molestarla.


1:40am.


-Du du dora, Du du dora, ¿a dónde vamos?- cantaba Sofía, y Liz la acompañaba ya estaban borrachas

-¡A la casa de Jared!- le respondía.

-¡¿A dónde vamos?!- se levantaron y comenzaron a bailar.

-¡A la casa de Jared!-

-¡¿A dónde vamos?!-

-¡A LA CASA DE JARED, COÑO!- Le grito Ele y le sacaron el dedo del medio.
-No le tengo paciencia a los borrachos- gruño.

-Soy el mapa, soy el mapa, soy el mapa, ¡Zorro no te la lleves!- Ellas se abrazaron y decidimos que era tiempo de que descansaran.
Tome por las caderas a Sofía y la subí a mi hombro como bulto de papas y la lleve hasta la habitación.

Cuando quise darme cuenta ya estaba dormida, la deje en la cama le di un beso en la frente la arropé, y me fui a duchar.


Sábado, 12:30pm.


Apenas llegaba a mi casa, obviamente antes de dejar a Sofí en su apartamento.
Cuando entré, vi mi madre tirada en el piso con una botella de ron en mano.
Dios.

Cuando se la quise quitar, se despertó de golpe y se levantó tambaleándose.

-¿Por qué apenas llegas a esta hora, idiota?- rodé los ojos, y me dirigí hasta las escaleras.
-¡Te estoy hablando!-

-Si de verdad te interesara, me fueras llamado ayer mismo, pero como te vale mierda no tengo por qué darte explicaciones, y como si fuera poco, estas ebria - me alce de hombros.

-¡No estoy borracha, atrevido!- Levanto su mano para darme una bofetada pero la tome cuando estaba en el aire.

-Ni te atrevas- resopló en mi rostro, permitiéndome oler su asqueroso aliento a alcohol. Y como si estuviera pagando algún tipo de karma, cayó en mis brazos y me vi obligado a llevarla a su habitación, y acomodarla en su cama.

Termine el proceso y me dirigí a mi habitación, arregle unas cuantas cosas, y realice unos deberes que tenía pendiente para luego darme una larga ducha y volver a acostarme.
Antes de dormir tome mi celular y abrí el chat de Sofí, aunque lo más probable es que este durmiendo, no puedo irme a dormir sin darle las buenas noches.


-Me dijeron que para enamorarte tenía que hacerte sonreír, el problema es que cada vez que te veo sonreír me enamoro yo, Te quiero mucho, descansa😘-

.........................................................

Mi Profesora EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now