Cinco

1.2K 121 14
                                    

Grupo de facebook "Bookers: Lectorxs de iQueBooks"

Grupo de facebook "Bookers: Lectorxs de iQueBooks"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No había podido dormir bien después del sábado. Me carcomían los nervios cada vez que pensaba en que la cena de mi cumpleaños se avecinaba. Las ojeras colgaban de mis ojos como dos enormes columpios morados, mi cabello que siempre estaba ondulado, ahora lo estaba por partes, enmarañándose por donde pudiera. El insomnio terminaría matándome más lento de lo que alguna vez pude imaginar.

Mi madre, por otro lado, estaba total y completamente enamorada. Quería cocinar en vez de pedir la comida ya hecha, quería limpiar hasta el más recóndito lugar de la casa, y sobre todo..., quería comprarse un vestido para la ocasión.

¡Oh madre..! Si tan solo supieras...

Carolina y Amanda seguían presionando para que les dijera el nombre que me quitaba el sueño por las noches, no podría decírselos ni aunque estuviera gritándolo por dentro.


―En serio, no les diré nada, así que vayan pensando que otro tema de conversación sacan.

―¡Si es Gabriel solo dilo! ―dijo Amanda muy alegre―. No diremos nada, lo juramos.

―No sé por qué piensan que es Gabriel... ―las miré entrecerrando los ojos, crucé los brazos y esperé por su respuesta.

―Oh no lo sé ―empezó Carolina―, es que ya sabes... Una invita a un chico a su casa a cenar solo porque sí ―su sarcasmo era notorio―. Digo, no es como que nadie invite sólo a un chico a su casa el día de su cumpleaños, sin otros amigos y cosas por el estilo.

― ¡Qué! ¡NOOO! ―Me carcajeé ante las suposiciones de mis amigas―. Mi mamá invitó a su padre a cenar, puso de pretexto lo de mi cumpleaños, eso es todo. ¿En serio creían que yo invité a Gabriel?

―Es lo que él nos dijo ―contestó Amanda, hundiéndose de hombros.

La mandíbula se podía caer al suelo en cualquier momento, justo como pasa en las caricaturas cada vez que alguien se queda boquiabierto por alguna sorpresa. Traté de no darle importancia a lo que Amanda había dicho. Negué con la cabeza, aún con la boca abierta. ¿Ahora qué haría? ¿Reclamarle?

―Mira -añadió Amanda, quien hizo una mueca, dejando lo demás de la oración al aire―, no lo oíste de nosotras, ¿de acuerdo? Gabriel es como nuestro hermano, siempre ha estado ahí para nosotras y viceversa, y nos mataría si se enterara que te hemos dicho algo que nos confió con el alma.

―No le reclamarás, ¿o sí, Romi? ―preguntó Carolina, temiendo a mi respuesta.

Hice una mueca, no sabía si en verdad le diría algo sobre esto a Gabriel, ya sea de frente o en indirecta, pero de algo estaba segura ahora, en verdad le gustaba. Le gustaba y eso no me agradaba en absoluto, ¿qué haría cuando se entere de la verdad? No quería romperle el corazón, ni algo por el estilo. Esto realmente apestaba. Y no apesta al amor que siempre huelo, no, esto huele a traición y corazones rotos.

COLORS [EN FÍSICO]Where stories live. Discover now