Marvel:One-Shots (Finalizada)

Peter Parker (I/III)

–¿No quieres ir a una escuela privada mejor?...Sabes que podemos costearlo–dijo mientras ponía sus manos en tus hombros
–Esta bien papá, de verdad quiero esto–respondiste para calmarlo.
–Es que aún no lo entiendo, tienes notas excelentes y el dinero para ir a la universidad si quisieras, ¿Por que terminar la secundaria en una escuela pública?–preguntó frunciendo el ceño.
–Porqué por una vez en mi vida quiero saber lo que se siente ser común, que me traten como a una chica cualquiera, no como si solo fuera la hija de Iron Man–respondiste dedicándole una sonrisa compasiva.
Suspiró.–¿Pero tiene que ser ahí?, quiero decir Queens esta algo lejos de Manhattan, ¿Estas segura que estarás bien en este apartamento?–preguntó preocupado.
–Papá–dijiste mientras rodabas tus ojos.
–Okay, okay, es sólo que...te extrañaré–respondió esbozando una leve sonrisa.
lo abrazaste.–No seas dramático, tendrás que visitarme y yo te visitaré también–respondiste mientras lo abrazabas con más fuerza.
–O podría comprar un edificio aquí y hacer otra torre Stark–murmuró.
–Oh dios no por favor–bufaste mientras te separabas de él.
–Esta bien...Bueno...supongo que ahora es el momento en donde me voy y tu entras a la escuela y haces...las cosas que-que se supone que tienes que hacer–dijo tratando de terminar la conversación sin llorar.
–Estarás bien–respondiste acariciando su mejilla.
–Buena suerte...Te amo–dijo esbozando una corta sonrisa.
–También te amo–respondiste mientras emprendías tu camino hasta tu nueva escuela.

Sentiste una mezcla de emoción y miedo invadiendo tu cuerpo mientras avanzabas por la entrada de la escuela a la cual te habías inscrito.

Habías ido un par de veces para hablar con el consejero escolar y con el director, ya tenías tus libros, tu horario de clases y tu número de casillero, por lo que apenas entraste localizaste el cúbiculo que te habían designado para guardar tus cosas, algunas personas se te quedaban mirando por largos instantes, el resto ni siquiera había notado tu existencia y eso es lo que buscabas, pasar desapercibida.

Abriste el casillero, guardaste todos tus libros, cuadernos y algunos materiales? Finalmente sacaste dos fotos, una en la cual aparecían los héroes más poderosos de la tierra junto a ti celebrando tu cumpleaños y la otra en la cual salías solo tú y tu papá, ambas las pegaste en el interior del casillero, tocaron el timbre que señalaba el inicio de clases.

Todas tus clases fueron como las esperabas; aburridas y fáciles, pero te gustaba todo eso, la campana sonó y caminaste hasta el salón de clases, Ciencias y mecánica era la última clase del día, entraste, todos estaban sentados y el profesor había estado hablando, se detuvo y fijó sus ojos en ti como el resto de la clase.

–Esta es (T/N) será su compañera por el resto del año–dijo con cierta emoción.—Casi se me olvida, estábamos organizando un trabajo en parejas, así que como antes que llegarás éramos impares, ahora todos quedan con pareja, así que harás el trabajo con Peter–agregó mientras señalaba a un chico que estaba completamente solo.

Avanzaste y te sentaste junto a él, lo observaste atentamente, parecía ser agradable.

–H-hola–dijo mientras te dedicaba una rápida mirada.
–Hola, ¿Peter cierto?–respondiste con una leve sonrisa.
–Si, soy Peter, Peter Parker–dijo con más confianza.
–Bueno Peter, estoy algo perdida con las clases, ¿Que se supone que hay que hacer?–preguntaste mientras observabas lo que rabia escrito en su libreta.
–Oh, tenemos que hacer Uh- una especie de robot que cumpla una función específica, pero mañana tenemos que entregar el proyecto escrito–respondió mientras señalaba cada punto en su libreta.
Apenas oíste la palabra "robot" soltaste un bufido.
–¿No te gusta?–preguntó suavemente.
Le dedicaste una sonrisa.–Me encanta la robótica...pero yo...Olvídalo–dijiste sacudiendo tu cabeza.–Bueno, pareces saber un montón sobre todo esto, así que supondré que tienes una idea previa para hacer el robot–inquiriste.
–Oh si, pero los materiales costarían una fortuna–respondió soltando una leve risa.
–Uh...¿Cuanto?–preguntaste tratando de hacerte la desentendida.
–Pues considerando todos los materiales...cinco mil dólares–respondió.
–Bueno...Yo...Un tipo que vende ese tipo de cosas me debe un favor o dos–mentiste.–Okay, ¿En Tu casa o en la mía?–preguntaste.