Bucky (I/I)

5.4K 382 11
                                    

Sentiste los fuertes golpes en tu puerta, te levantaste y te pusiste una camiseta.
Caminaste hasta la puerta, no sin antes tomar tu arma, viste por la mirilla y luego rápidamente abriste la puerta.

Steve estaba herido y cargaba a un tipo que parecía muerto o que estaba herido de gravedad.

–¡Maldita sea Steve!–chillaste para luego ayudarlo a cargar el tipo que tenía un brazo de metal o lo que quedaba de este.

Cuando estuvieron adentro lo guiaste hasta tu habitación, lo dejaron sobre la cama y luego Steve colapsó cayendo al suelo, te tiraste al suelo y apoyaste su cabeza en tu regazo.

–L-lo siento, no te forzaría a hacer esto si-si tuviera otra opción–susurró.
–No te preocupes, te coseré y me encargaré de todo–respondí mientras acariciabas su mejilla rota.

Con todas tus fuerzas lo ayudaste a ponerse de pie y lo llevaste hasta el baño, se quitó su camiseta dejando ver al menos tres cortes de al menos tres centímetros de profundidad.

–¿Quien te hizo esto?–preguntaste con la voz firme.
–Un rey-pantera, garras de vibranio–tosió.
–¿Lo sabe Tony?–preguntaste mientras limpiabas sus heridas.
–No y no quiero preocuparlo más–dijo fijando sus ojos en los tuyos, rogándote silenciosamente que guardaras el secreto.
–Tranquilo, no lo sabrá de mi–sonreíste.

Terminaste de coserlo y le prestaste una camiseta, que en realidad era suya así que no tenía mucha ciencia.

Lo ayudaste y lo dejaste en el sillón de tu habitación, luego caminaste hasta el tipo que estaba inconciente.

Lo revisaste, tenía pulso y todo estaba en orden, sólo se había desmayado.

–tiene muchas heridas superficiales pero fuera de eso todo esta en orden, aún así lo voy a sedar para que descanse–dijiste mientras revisabas su brazo para inyectar el sedante.
–¿Porqué no tiene el brazo izquierdo?–preguntaste mientras dejabas de lado el brazo y tomabas el algodón para limpiar algunos cortes en su rostro.
–Un accidente de helicóptero y antes de eso él... Lo perdió cuando se cayó de un tren–respondió Steve.–Hey, se que puede sonar como un favor muy grande y me siento horrible teniendo que pedirte esto después de todo lo que has hecho–hizo una pausa.–después de todo en lo que te he metido, pero necesito asegurarme que él estará bien, no puedo cuidarlo y no puedo arriesgarme a que este solo, no de nuevo–finalizó con la voz entrecortada.
Sonreíste.–Descansa y cúrate, yo me haré cargo de él–respondiste dedicándole una leve sonrisa, el asintió, se levantó y se dirigió a la habitación que sabía que podía usar.

Tu en cambio te quedaste ahí observando la suave respiración del hombre que había traído con él.

Tenía casi todo su cabello sobre su rostro así que te levantaste de tu silla, llevaste tu mano a su rostro y quitaste los mechones sueltos.
Lo observaste fijamente, su marcada mandíbula cubierta por la barba de un par de días, sus labios levemente abiertos mientras el aire pasaba por estos.
Te fijaste en su mejilla, tenía un pequeño corte que goteaba con sangre, tomaste un algodón y lo pasaste suavemente por la herida, cuando terminaste te sentaste de nuevo.

Gracias–dijo el hombre con apenas un hilo de voz mientras abría sus ojos.
Abriste los ojos de par en par, lo habías sedado, no se suponía que estaría despierto.–¿Cómo te llamas?–preguntaste suavemente.
Dudó por un par de segundos como si estuviera tratando de recordar su nombre.–Bucky, sólo Bucky–respondió.
Asentiste.–¿Cómo te sientes Bucky?–preguntaste.
–Inútil–gruñó tratando de levantar el brazo prostético.–N-no puedo luchar, no me puedo defender. Q-quería ayudar pero ahora soy peor que nada–escupió con rabia mientras una lágrima corría por su mejilla.
Frunciste el ceño.–Mira, detente–dijiste mientras te levantabas y ponías tus manos en sus hombros para calmarlo.
Tus ojos se fijaron en los suyos, su mirada era tan triste y rota que creíste que ibas a llorar con tan solo mirarlo, seguramente había pasado por el infierno y había vuelto.

–No eres inútil porque perdiste un brazo y no puedes manejar un arma, eres inútil si te das por vencido–dijiste de manera pausada, el frunció el ceño levemente, como si estuviera pensando algo así como «¿Qué sabrá ella?».

Te levantaste del sillón, te quitaste la camiseta, el siguió cada movimiento con su mirada, hasta que sus ojos se detuvieron en tu brazo, el metal brillante similar al que él solía tener, sin embargo el tuyo era más moderno, tenía franjas de las cuales emergía una luz azul neón. Te volteaste y recogiste tu cabello, dejando ver una serie de implantes metálicos que recorrían tu columna vertebral, conectándose a la vez con tu brazo, los implantes también emitían luz, como si estuvieran entregando energía al brazo.

Sus ojos brillaron anticipando el llanto, su labio inferior temblando mientras trataba de contenerlo, esbozaste una leve sonrisa y te pusiste tu camiseta, te sentaste en el sillón nuevamente.

–Antes de enlistarme en el ejército era doctora, mi comandante y mejor amigo era ingeniero, Algo poco común para alguien en su puesto, en fin un día estábamos en Argelia después de una misión de paz, esperábamos la extracción cerca de unos edificios abandonados y mientras hacíamos eso un hombre apareció de la nada pidiendo algo en un idioma que yo no entendía, el comandante se acercó y comenzó a darle indicaciones, yo estaba a unos diez metros de el, escondida en unos escombros con mi rifle, buscando amenazas cercanas, aunque no era una zona de conflicto y la única misión que habíamos tenido era reconocimiento para la ONU, no me esperaba mucho hasta que lo vi. Había un francotirador en un edificio cercano, estaba apuntando al comandante, así que apunte y disparé, sin embargo fallé, nunca había fallado antes–Sacudiste tu cabeza mientras fruncías el ceño.–Después de eso todo parecía ir en cámara lenta, el comandante se volteó, sus ojos fijos en los míos mientras yo me levantaba y corría diez metros en menos de cinco segundos para llegar hasta él. El francotirador disparó, eran balas de calibre .338, del tamaño suficiente para perforar blindaje, a dos personas y salir. Corrí y empujé a mi comandante a un lado, la bala atravesó al hombre que estaba distrayendo al comandante, salió y me dio justo en el brazo para luego volver a salir. Mi amigo estaba en el suelo, tomé su rifle y mientras el francotirador recargaba le disparé justo entre los ojos, después de eso me desmayé, me desperté una semana después con esta cosa pegada a mi cuerpo–dijiste mientras movías tus dedos.
–y-yo–iba a hablar pero se detuvo.
–Si quieres puedo ayudarte con tu brazo, tardaría algo de tiempo pero creo que puedo arreglarlo, el buen comandante me enseñó todo lo que sabía sobre este tipo de cosas–respondiste con un suspiro.
Sus ojos se vieron cubiertos por un leve brillo.–N-no sabría como pagarte, y-yo no-
–No te preocupes por eso–Interrumpiste dedicándole una sonrisa a la vez que tomabas su mano y la apretabas para hacerlo sentir seguro.

Frunció el ceño levemente, su boca se abría y cerraba levemente como si estuviera tratando de hablar sin poder lograrlo, su cuerpo parecía estar paralizado, tomaste su falta de reacción como algo normal en su comportamiento. Como si no supiera como manejar ese tipo de contacto.

Te levantaste, ibas a irte cuando sentiste una mano cálida tomar la tuya, te volteaste y tus ojos se fijaron en los suyos, su expresión demostraba un tipo de emoción que no podías descifrar.

Gracias–Dijo con la voz quebrada pero llena de verdadera gratitud, dejó ir tu mano y le dedicaste una sonrisa, para luego dejar la habitación.



Las peticiones están cerradas probablemente mañana publique los capítulos que faltan (que serían 3 que se ganó una chica de los comentarios)
Cualquier duda o consulta siéntanse libres de comentar o enviarme un mensaje❤️
Qata fuera ✌️

Marvel:One-Shots (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora