Todos conocían de la existencia de Jon Carter, excepto yo. Incluso mi hermana mayor sabía sobre él y no fue capaz de decírmelo sino hasta que yo le pregunté. ¿Qué dice eso sobre ella? Alejándome a mí de tan sublime Dios. Siendo ella la primera en decir que su lindo hermanito de 23 años -sí, ese soy yo- estaba soltero y tan solo. Y aun así, ella no tuvo la bondad de hablarme de Jon-increíblemente-sexy-Carter.
El asunto es el siguiente.
Una semana atrás, cuando fui a la clínica veterinaria del pueblo a llevar a mí linda perrita San Bernardo a que la operaran para que no tuviera descendencia, lo vi. Alto, grande –y no exagero, debe medir al menos 40 centímetros más que yo- evidentemente fuerte y con un muy sexy sombrero Stetson de color negro cubriendo su cabello castaño claro.
Me miró de pies a cabeza y yo, en vez de poner mí mejor pose sexy, me quedé mirándolo como un baboso niño que recibió su primer auto de carreras de juguete. Y bueno, aunque él tenía toda la apariencia de un muy –comestible- lindo juguete nuevo, no lo era.
Y fue cuando lo decidí.
Él era mi muy pronto a ser novio.
SI. Porque yo estaba decidido a ser su novio lo antes posible y si era recto, pues no importa. En ese momento creí tener las capacidades para convertirlo.
Peeeroo… -sí, y es un gran ‘pero’-. No todo resulta como uno quiere. Y eso es exactamente lo que sucedió.
Cuando salí de mi estupefacción, me di cuenta que su mirada no iba dirigida a mí, sino que a una muy linda perra, quiero decir, chica detrás de mí que llevaba a su poodle -¿quién tiene un poodle en un pueblo ganadero?- al veterinario. Y la chica le devolvía la mirada y una sonrisa muy de puta y eso me enfureció.
¿Se me olvidó mencionar lo impulsivo y posesivo que soy?
Caminé directo a Jon -en ese momento no sabía que ese era su nombre-, y lo empujé, pisando “por casualidad” su pie. Esta vez, él sí me miro y yo le sonreí de forma socarrona y desvié la mirada dirigiéndome hasta el doctor Graham, que me miraba divertido desde la puerta de su oficina. Susi, mi perra, me siguió y nos encerramos en su oficina.
Y tú te preguntarás ¿quién es el doctor Graham? Bueno, es mi cuñado, el esposo de mi hermana y padre de mi lindo sobrino. Le fruncí el ceño y rodé los ojos haciéndole entender que no quería escuchar su palabrería. Ya sabía lo que me diría y no quería escucharlo.
Desde ese día no dejo de pensar en Jon, bueno, debo mencionar, que mi cuñado, André, me habló de él y de su reputación de hombre-de-muchas-mujeres-en-una-noche.
Aha.
Y creíste que con eso mi amor se derrumbaría, ¿no?
Pues no, estás equivocado, de la misma forma que mi cuñado y mi hermana, ¡ah!, y que mi sobrino de 13 años.
Ese día decidí que mi misión era… Conquistar a Jon Carter.
A como diera lugar.
No importa el tiempo que me tomara.
Sin importar la forma o el cómo.
Simplemente lo conquistaría.
Gracias por escucharme, te contaré como sigue mi tarea paso a paso.
Siempre tuyo –y de Jon.
Liam
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Conquistando a Jon Carter
RomanceLiam Herrera es un chico alegre, travieso y muy comprometido. Cuando conoce al hombre que, según él, es el hombre de su vida, hará de todo por conseguir su atención, aún cuando este hombre es un mujeriego declarado. Jon Carter es un hombre comprome...