"Laurel está decidida a demostrar que su hermano mayor no es un mortífago, incluso si su mejor amigo Sirius cree que lo mejor que puede hacer es seguir adelante. Y con eso, quiere decir besuquearse con Remus Lupin."
[MARAUDERS ERA]
...
Los capítulos siguientes no han sido editados, así que Laurel es castaña, todavía es amiga de Roman y Harleen y... bueno, ¿tolera que sean entusiastas de los mortífagos? Su personaje es un poco diferente, pero a la autora original (bloodflood) le está llevando tiempo editar todos los capítulos.
¡Disfrutad! ♥
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ACT TWO • EIGHTEEN ONE FOOT IN THE GRAVE
LA NIEVE TODAVÍA estaba encima de los hilos de la hierba helada cuando llegó el próximo fin de semana a Hogsmeade; Laurel, la pesimista entusiasta, ya había llegado a la conclusión de que el día terminaría con su nariz roja, una mezcla de sensación de frío y muchos estornudos. A pesar de estar segura de que ella había terminado definitivamente el sábado con un resfriado que se acercaba a la gripe, Laurel se negó a salir de la torre sin llevar una gruesa bufanda por encima de su abrigo más grueso encima de su jersey de punto más grueso sobre su camisa más cómoda de manga larga.
Impidiendo lo inevitable fue algo en lo que Laurel estuvo en contra, al menos que tuviera algún tipo de enfermedad que la hiciera sentir mal, pero no lo suficiente cómo para quedarse en la cama.
Sus pies y botas estaban separados por un grueso par de calcetines y los extremos de los pantalones vaqueros, que se habían desgastado hasta el punto en el que estaban cerca de deshilacharse. Laurel metió las manos en los bolsillos, la visión de la zona principal de Hogsmeade la hizo sonreír. Cuando hacía frío, los tenderos de Hogsemade tendían a hacer fuego en medio del camino de modo que pudieran mantener a los clientes para no convertirse en carámbanos. Laurel puso en duda que la tendencia iba a durar mucho, ya que la anterior Navidad, uno de los fuegos casi incendia la tienda de bromas.
—Mi padre está diciendo que el Ministerio tiende a tener aprendizajes abiertos sólo para los últimos que abandonan Hogwarts —dijo Remus, ya que los dos se pusieron al lado de uno de los fuegos. El frío había ahuyentado a la gran mayoría de los estudiantes que podían entrar; o la mayoría de ellos habían entrado en la tienta más cercana para estar lejos de la nieve—. Pero prefiero no trabajar en una oficina en algo que no me guste.
