Kenzie

5.- GENTE ORDINARIA

Sinceramente no quiero levantarme de la cama, siento el cuerpo pesado, podría quedarme aquí en mi cama todo el día. Ni siquiera quiero ir al instituto, tener que darle la cara a Ethan después de lo de ayer, es algo con lo que no puedo lidiar en este momento.

-¿Puedo pasar?

-Tú, puedes hacer lo que quieras.

-Definitivamente necesitas que alguien te levante el ánimo.

-No sé cómo podrías hacerlo, lo que pasó ayer...

-¡Olvídalo! Dime, ¿Qué quieres hacer hoy?

-¿Dormir no es una opción?

-¡Por supuesto que no! Y faltar a clases tampoco, no arruinarás tu récord Valedictorian, así que levántate en este momento de la cama.

-¡Oblígame!

Empecé a cubrirme completamente en mis sábanas, sí sé que es algo infantil pero estoy en mi casa puedo hacer lo que quiera.

-¡Sabes que lo haré! Así que arriba que tenemos mucho que hacer.

Me levanté de la cama me paré y opté una pose militar y muy seria le respondí.

-¡Sí señor! ¡A sus órdenes!

Te pasas de autoritaria, mujer. Pero tienes razón, no puedo pasarme el día en cama.

-¡Así se habla!

Al parecer todo está normal en el instituto, y para mi suerte ya es el segundo período y no he visto a Ethan, lo cual agradezco, no sé qué podría decirle si me lo encuentro. O que impresión se lleve de mí, es todo tan confuso. ¿Por qué no puedo ser una persona normal?

-¡Ey! ¿En qué piensas?

-Discúlpame, me perdí en mis ideas.

No me había dado cuenta que tenía rato en silencio pensando, me parece una grosería de mi parte, pero últimamente lo hacía mucho. Tenía que tomar una decisión de lo que quería para mí, y de la persona que quería ser, ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

-¿Y cómo está mi bella dama? Últimamente me has dejado abandonado.

Justo cuando menos lo esperaba llega Paúl con sus impertinencias como siempre, afortunadamente no tuve que hablar Nathasha se encargó de todo lo cual agradecí.

-¿Pero qué te pasa a ti? Muchachito desubicado.

-Bueno, no me refería a ti, pero tranquilas niñas, yo, tengo amor para todas, en especial dos preciosuras como ustedes.

-Definitivamente se te sale lo ordinario, no sé a quién quieres impresionar con esa rutina.

-Sabes, no todas piensan como tú.

-Desafortunadamente, necesitamos más chicas que se hagan respetar y respondan a las tipos como tú como se lo merecen.

-¡No me digas! ¿Tú les vas a enseñar?

-¿Por qué no te vas de aquí?, ¿Estas tan concentrado hablando estupideces que ni cuenta te has dado que Kens ni atención te ha prestado?

-Solamente porque tú no has dejado que me acerque a ella, tú quieres toda mi atención.

-Definitivamente eres un idiota, y lo más triste es que no quieres darte cuenta.