16.- ¿AMIGAS?

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Patrick llegó hasta dónde estábamos James y yo, lanzó un objeto sobre el carro de James, lo cual quebró el vidrio trasero del auto, era algo pequeño, pero obviamente lo suficientemente fuerte como para romper el cristal.

-James, ¡No!

James caminó hacia Patrick, pero yo lo detuve, no era momento de pelear, no ganaríamos nada.

-Nath, ¿Es esto lo buen chico que él es? ¿Es esto lo que quieres que acepte?

-No lo entiendes Kens, él sólo está alterado, está molesto.

-Lo vuelves a defender y voy a perder la cabeza. Es un imbécil ¿Cómo no puedes verlo?

-Mira niña, a mí nadie me insulta, ¿No sabes quién soy?

-Nunca me han intimidado, tú eres... cómo decirlo... nadie.

La ira se reflejaba en Patrick, yo por otro lado, no me inmutaba, era un desafío que podía tomar.

Nathasha por otro lado estaba muy nerviosa, se movía de un lado a otro, y no hablaba.

-Los quiero fuera de la vida de Nathasha, ella es mía. ¿Nena?

Se dirigió a Nathasha cómo esperando que ella, estuviera de acuerdo con él. Yo sabía que eso no sucedería.

-Kens, James, ya no podemos ser amigos.

-¡Qué! ¿Acaso te enloqueciste?

Las palabras temblorosas de Nathasha me tomaron por sorpresa, no esperaba esto de mi mejor amiga, creía que entre Patrick y yo, ella siempre me elegiría.

-Esto es una broma ¿Verdad? Nathasha dime que esto es una jodida broma.

-Lo siento Kens, él es mi novio, lo elijo a él.

Sus palabras eran como un susurro, ni siquiera levantó la mirada, Patrick sonreía con satisfacción, él se estaba cobrando la burla que le hice hace un par de horas.

Me quedé sin palabras, ellos se dieron vuelta y comenzaron a irse, era mi mejor amiga, mi única amiga, no daba crédito a lo que acababa de suceder, estaba fuera de mí misma, no entendía si esto era parte de una broma, o si Nathasha tenía un plan, tantas cosas en mi mente pasaron pero sólo había una manera de descubrir la verdad.

-¡Nathasha Bennet! Al menos ten los ovarios para decirme las cosas en mi cara.

-¿Acaso no sabes cuando no darte por vencida?

-Kens vamos, ella tomó su decisión.

-James no quiero enojarme contigo, esto es entre ella y yo.

Patrick no la soltaba, la tenía agarrada del brazo, y seguían caminando, así que fui detrás de ellos, me paré en frente de Nathasha quien miraba al suelo.

-¡Apártate o te aparto!

-Mira, pedazo de mierda, esto no es contigo, así que te agradezco que te mantengas al margen de la situación. Esto es entre Nathasha y yo.

-¡Bien! Pero sólo estás prolongando lo inevitable.

Se hizo a un lado no lo suficiente, Nathasha seguía sin mirarme, tenía sentimientos encontrados, coraje, impotencia, decepción, ¿Mi mejor amiga era aquella que tenía en frente?

-Al menos ten el valor de mirarme.

Levantó la mirada, sus ojos estaban fríos.

-No sé qué esperas de mí. Lo quiero, me harté de ti, tuve que elegir entre él y tú, perdiste, acéptalo.

Para mi desgracia cuando estoy enojada mis lágrimas tienen vida propia, las muy malditas comenzaron a salir.

-Quería que me lo digas mirándome a la cara. Quería saber la clase de perra que eres, y poder creerlo. -¿Mejor amiga? Ya veo que no existe tal cosa.

Sus ojos estaban fríos, no había remordimiento, decía la verdad, eran años de amistad, pasaron en frente de mí como una película.

-No deberías sorprenderte, eres tú quien no quiere tener más amigos, tuve que fingir ser tu amiga, soportarte todo este tiempo, me dabas pena, no tenías a nadie más.

-Esperaste hasta que apareció James ¡Verdad! ¡Qué considerada!

-Eres tan rara, tener que lidiar contigo ha sido una agonía, me alegro por fin salir de ti, ¡No tienes ni idea todo lo que tuve que fingir!

Algo dentro de mí se apagó, algo dentro de mí murió en ese momento, luego de mi madre, Nathasha era la relación más importante que tenía. Nunca me esperé esto de ella.

-Lo siento, pero las cosas son como son.

¿Ella lo sentía? entendí cuando decían que podías amar y odiar con la misma fuerza, Nathasha era más que mi mejor amiga, era mi hermana, yo habría hecho todo por ella. No quería desmoronarme en frente de ella, no quería darle ese gusto. El odio que sentía por Nathasha era lo más fuerte que sentía en toda mi vida.

-No tengo tiempo, Patrick y yo, estamos camino a algo importante, adiós.

No volví a mirarla, yo respetaba la amistad que yo le brindé, la ofrecí honestamente, lealmente, y no iba a deshonrarla, sentía unas ganas inmensas de golpearla, causarle dolor, podía hacerlo, tenía la fuerza para hacerlo, pero no quería convertirme en un una versión barata de mí misma, no quería perderme. Y Golpear a Nathasha no me haría sentirme mejor, sino todo lo contrario.

-Lo siento princesa, perdiste.

Patrick me tomó del brazo y me alejó de Nathasha, perdí todo el control que trataba de mantener, no pude más. No sé qué pasó, lo siguiente que vi fue a Patrick en el suelo sangrando, nariz rota, labio partido, y se agarraba el estómago, y James tomándome por los brazos, nos subimos al carro y nos fuimos.

Yo no hablaba, James no intentó tratar de hacerme hablar, lo que fue muy bueno, no estaba de humor, le pedí que no me lleve a casa, no quería tener que explicar mi humor. No tenía ni idea de que decir.

James me llevó al bar, nunca he sido fan de beber, no es algo que me agrade, es ridículo pagar para tomar algo, perderte y luego terminar vomitándolo, es estúpido, pero en ese momento era todo lo que quería.

James trajo una botella de vodka ni se molestó en traer vasos, apenas la abrió se la quité y me tomé un gran trago, fue la cosa más fuerte que he tomado en mi vida, sentía como quemaba desde que tocó mis labios hasta que llegó a mi estómago.

-¿Qué es eso? ¡Dios! ¡Quero algo que me tranquilice, no que me mate!

James reía, era evidente que yo no estaba acostumbrada a tomar.

Pasamos no sé, horas conversando, recordando esos años de falsa amistad, reía amargamente, luego quería llorar, pero no podía, no pude llorar.

-Bueno, debo irme, la porquería esa que tienes por trago, no sirve, no estoy nada borracha.

-Tienes buen estómago, a diferencia de la mayoría de chicas que vienen aquí.

Habíamos tomado dos botellas, una de vodka y otra de ron, no tengo no idea los mililitros ni la marca, son cosas que no me interesan.

Inmediatamente recordé Nathasha borracha, las tantas veces que tuve que salvarla, que la mamá la vea así, y secuestraba mi cama. Esto iba a ser difícil, me acostumbré a ella. Como dije, era como mi hermana. La que nunca tuve.

KenzieWhere stories live. Discover now