confrontación

17.9K 1K 738
                                    

Cosas por hacer:

1- Quitar la transformación de Chat y regresar a la escuela.

2- Tratar de no hacer evidente el creciente interés que había despertado mi amiga Mari

3- Hablar con Nino antes de que un triángulo amoroso se creara y perdiera a mi amigo.

4- Acercarme más a Marinette

Sabes yo a esa lista agregaría otra cosita

Repase mentalmente las prioridades esenciales, y hasta donde recordaba, no me faltaba nada.

No sé si recuerdes que dejaste a ciertas niñas encerradas.

Demonios, Chloe y Sabrina seguían en la biblioteca. Sinceramente podría haberlas dejado ahí, pero ¿qué clase de caballero hace esas cosas?

Me transformé en uno de los cubículos del baño de hombres, en cuanto Plagg salió de mi anillo, comenzó a hablar.

-vaya vaya, así que esa chiquilla era la portadora de los aretes de Ladybug- mi kwami estiraba los músculos, como si en verdad el pequeño travieso hubiera hecho una gran actividad física.

-¿qué quieres decir con eso?- le miré con la mirada más severa que tenía, copiando el gesto que mi padre parecía tener siempre en el semblante.

-oh, nada en particular, sabes, los kwamis podemos sentir la presencia de otros kwamis a nuestro alrededor, es un don natural- mientras hablaba, Plagg voló hacia mi camisa abierta, buscando su anhelado pedazo de queso que siempre guardaba en el bolsillo que se ocultaba adentro. Cuando acabe de escuchar su confesión, jale de su cola con cuidado y lo sostuve enfrente mío, pero de cabeza.

-¿Sabías que Marinette era ladybug?- eso no era posible. Todas las veces que me vio atolondrado por culpa del amor, cuan frustrado me sentía por no saber nada especifico de ella. Todo para que ahora me viniera a enterar que mi kwami sabía quién era.

-hey, suelta la cola- Plagg trataba de zafarse del agarre, aunque con una mano ocupada con el trozo de queso que había logrado extraer, la actividad parecía ligeramente más complicada.

-habla ahora Plagg si no quieres que cambie ese queso tuyo por galletas de avena por un mes- y él no sabía que tan enserio estaba hablando.

- hey, calmate, puedo detectar si hay otro kwami cerca, pero no quien lo porta- cuando quiso llevar su amado queso a la boca, se lo quite, recibiendo como respuesta un millar de protestas.

-¿y por qué no me lo habías dicho antes?- quizás eso pudo haberme ahorrado muchos problemas.

O vamos, ambos sabemos que aunque lo hubiera sabido lo más probable era que no le creyeras del todo, así que deja al pobrecito de Plagg en paz y comencemos con esa lista de actividades tuya, entre más rápido acabemos, más rápido la chica será nuestra.

No estaba seguro de como esa voz en mi cabeza se había vuelto tan demandante y posesivo, pero debía darle la razón en algunas cosas. Deje a Plagg y le ofrecí su pedazo de apestoso queso, lo devoró a regañadientes, mascullando que tarde o temprano le pagaría todas mis fechorías contra su persona.

-deja de quejarte, acaba ese queso y vamos, tenemos mucho que hacer- lo apresure.

-dirás que tienes mucho que hacer, porque lo que a mi concierne, todo lo que tengo en la agenda es dormir la siesta, al menos claro que un nuevo akuma aparezca hoy, cosa poco probable. – habló con la boca a rebosar, por lo que apenas pude entenderle algo.

diario de un gato pervertidoWhere stories live. Discover now