Solo mío

Capítulo 6

*POV Kai*

Aprovechando que la maestra se había ido y que Ayato estaba aparentemente más "calmado", yo fui por algo de beber a las maquinas expendedoras.

Admito que me sorprendió el hecho que él me dejará ir solo, pero eso para lo único que sirvió fue para aumentar mi nerviosismo.

Ahora no me siento seguro dejando solo a Ayato, no ahora que sé exactamente de lo que es capaz este chico.

Siento como si en cualquier momento él podría volver a ponerse como un maldito psicópata y asesinarlos a todos sí yo le quito la vista de encima.

No quiero ni imaginarme lo que él podría llegar a  hacerle a Natsume, yo sé que a él no le gustó para nada que ella fuera tan atrevida conmigo (hasta a mí me avergonzó mucho que ella me levantara la camisa del uniforme frente a todos) pero sé que eso solo lo hizo para asegurarse que yo estaba bien, no le veo lo malo a que ella se preocupe así por mí, aunque eso tal vez sea porque yo la veo como mi hermana mayor.

—Tal vez podría hacer que Ayato entienda eso...— susurré en un suspiro.

Al pensar mejor lo que acabo de decir ...casi me hizo darme un golpe en la cabeza contra la pared por imbécil.

¿Ayato escuchando razones? ¿En serio? ¿Acaso no eh aprendido ya la lección? ¡Pero que idiota soy!

Tal vez y solo talvez, aún queda en mí algo de  aprecio y cariño hacia Ayato.

No, ni siquiera quiero considerar esa posibilidad, es solo la costumbre...si, solo eso.

Caminé algo apurado hasta llegar la maquina, debía darme prisa para regresar al salón, pero a medio camino algo o mejor dicho ALGUIEN me detuvo.

Un chico rubio de ojos azules, piel blanca y por lo menos media cabeza más alto que yo fue el que se interpuso en mi camino.

— ¡Kai-Chan hasta que por fin te veo!— saludo él con la típica sonrisa de conquistador que le daba a todas las chicas de la academia.

Me le quede mirando un momento con el rostro más inexpresivo que podía hacer...este chico no me agrada.

Su nombre es Keichi Diago, alias: el "Galán" de la escuela, un muchacho adinerado y un mujeriego de ligas mayores.

Para lastima mía hace tiempo tuve la mala suerte de ser su ayudante durante el festival escolar, y desde entonces se ha comportado como un insoportable conmigo.

Todas la chicas dicen que es perfecto, el "hombre de sus sueños", pero en mi opinion es...

—Un perfecto descerebrado.— dije sin querer, upss...en verdad lo dije en voz alta.

— ¿Qué dijiste?

—Que te quites, llevo prisa.

Vi que quiso alegar, pero  lo ignore, lo esquivé como pude, y seguí mi camino a por la maquina de bebidas...pero él me detuvo tomandome del brazo.

— ¿Qué quieres Keichi-San?— pregunté ya irritado por su presencia, en verdad no entiendo a este chico.

—No seas así Kai-Chan, yo solo quería saludarte— contestó con un tono dolido.

Ya en serio, ¿Alguien me puede explicar que le sucede a este chico?

—No me llames "Kai-Chan" es molesto— gruñí, a las únicas personas a las que soporto que me llamen así son mi madre y a la señora Aishi, pero de ahí en fuera a nadie más.

—Eh pero me gusta como suena— sonrió socarronamente, igual como hacía con sus conquistas.

Okey, esto ya es el colmo.

Aprovechando que él estaba distraído yo le di un buen golpe en el estomago.

Al menos estar en el club de artes marciales me sirvió de algo.

—¡No seas tan agresivo!— se quejó sujetando su abdomen por el golpe que le di.

— Y tú no seas tan acosador — le respondí con el ceño fruncido, además que ya tengo a un acosador detrás mío, no quiero otro.— Y es en serio, tengo prisa— le dije ya cansado de su actitud tan infantil, ¿acaso este tipo nunca madurará?

Sesé de mi intento de ir por una bebida y me regresé al salón, al final no tenía tanta sed.

—¿Qué? ¿tu novia te está esperando?— me preguntó burlón mientras me seguía.

¡Pero que tipo tan más molesto!

— Para lastima mía...si— susurré al entrar al salón, aunque no estoy seguro si me llegó a escuchar ya que le cerré la puerta en la cara.