Solo mío

Capítulo 29

*POV Kai*

"Habían tantas cosas rondandome por la cabeza...que simplemente me hacían sentir enfermo."

Al entrar en mi hogar y darme cuenta que estaba vacío, me alarme mucho, pero una nota pegada con un imán al refrigerador me devolvió un poco la tranquilidad, pues al parecer mi familia había ido a visitar a mis abuelos maternos y no regresarían hasta la próxima semana.

Aún así no estaba totalmente tranquilo, así que llamé por teléfono a mis abuelos para confirmar.

Un suspiro de alivió salió de mis labios al escuchar por boca de mi abuela que efectivamente se encontraban allí y se quedarían por una pequeña temporada, por un momento me había preocupado su seguridad, mis nervios ya estaban lo suficientemente dañados como para soportar más sorpresas.

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, al estar a solas aproveché que nadie estaba cerca para poder desahogarme sin que alguien me había tachara de loco.

Entré en mi habitación y cerré la puerta con llave aunque no hubiese nadie más en la casa conmigo, solo quería sentirme más seguro, me lancé a la cama y me reí a todo pulmón.

Las carcajadas hacían eco en las paredes, sin embargo, no las reconocía como mías, era más como si la misma habitación se estuviese burlando de mí.

Se burlaba de mí, de mis miedos, de mis dudas...de mis sentimientos.

Era como si el último fragmento de la débil esperanza que me quedaba se hubiese pulverizado ante mis ojos incluso antes de tenerla a mi alcance.

¿Para qué resistir? Al final este es mi castigo, todo esto es mí culpa, todo fue por mi culpa, este es el merecido resultado de lo que he hecho.

Después de todo...¿No fui yo quien se quedo callado? ¿no fui yo quien ignoro los sentimientos de los demás? su sufrimiento... ¿a sido tan doloroso?, por dios ¡Pero claro que fue doloroso! ¡No se merecían ese final!

Aunque Najimi no me caía bien, ella era una buena chica, solo era que su malhumor era una forma de ocultar su timidez.

Amai era buena y dulce, un ser prácticamente hecho de bondad, es cierto que tenía sus secretos pero era una niña muy sensible...y su final fue tan trágico.

Kizana no había hecho nada malo, era algo irritante pero sus dotes como actriz eran de primera, si hubiera seguido viva su futuro sería brillante.

Sin contar a las demás, Miyu, Kokona y hasta el estúpido delincuente, todos ellos tenían toda una vida por delante, un futuro que se les fue arrebatado y que jamás tendrán.

Pero Asu Rito...Asu Rito había sido una excepción, no se sentía culpable con ella, no era que su muerte no le hubiera importado, es solo que ... había estado tan celoso.

Budo, Budo la admiraba, a Budo le gustaban las personas como ella, le gustaban las personas alegres y perseverantes...y eso le había molestado.

No, no debía pensar más en eso, era terreno peligroso que por su propio bien nunca debía volver a tocar.

Al pensar en Budo mi sentimiento de culpabilidad aumentó, yo amaba a Budo, lo amaba tanto que nunca dejaba de pensar que...si en aquel entonces no me hubiera callado ¿él seguiría a mi lado? Si le hubiese confesado todo ¿se quedaría conmigo o me abandonaría?

Budo, Budo, ¿puedo estar a tu lado? ¿aún puedo estar contigo aunque fui un cómplice? quiero estar contigo, pero no puedo, no cuando no tengo idea si la seguridad de mi familia corre peligro si yo ya no estoy en este mundo.

Pero....si lo mantengo contento...ya no habrán más muertes ¿verdad? ¿me podrías perdonar entonces?

Estoy dispuesto a renunciar a mi vida y felicidad a cambio de ya no ver más sangre derramada, así que...Budo, ¿podrías esperarme?