Capítulo XVI

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"La camioneta"

___ POV

Jueves 02 de febrero, 08:05 am

Estamos todos en una mesa, de hecho, tuvimos que juntar dos. Rubius y Frank están a ambos lados de mí, uno está muy animado sacándome platica y el otro está demasiado serio. No hace falta especificar.

—Eres muy linda —dijo Frank con su típica sonrisa.

¿Qué él no tiene novia?

—Gracias, supongo —contesté incomoda.

Antes solía ver sus videos, su risa me daba risa, él volvía a reír y yo volvía a reír más. Así era siempre que lo miraba a través de la pantalla. Pero deje de verlo, me resulto aburrido que subía siempre lo mismo.

Mangel aventó el menú en la mesa provocando que todos volteáramos. —¿Y qué van a pedir? —preguntó

Rubius me miró— ¿Ya sabes que pedir?

Ambos tienen su mirada fija esperando una respuesta de mí parte, ni siquiera he leído el menú por hablar con Frank.

Me estoy riendo.

—¿De qué te ríes? —preguntó Luzu.

Sin dejar de reír contesté —Me acorde de algo.

Ahora también tengo a Luzu y Cheeto viéndome.

Mire a Alex, él está muy distraído leyendo la encuesta que ponen junto a un lápiz en medio de la mesa. Pero sintió mi mirada y ahora me está mirando.

Seis chicos me están mirando, y mi risa no es que se este silenciando.

—Voy al baño —me levanté de la silla—, no me esperen.

Estoy caminando al baño con mis carcajadas escandalosas, atravesé la puerta que tiene el dibujo de un monito con falda y dejé soltar todo el aire que estaba reteniendo.

De acuerdo, mi actitud no es de una chica que acaba de ser raptada. Pero la verdad no tengo porqué ponerme mal, o al menos así lo veo yo.

Después de hacer mis necesidades, lave mis manos y me mire al espejo. Me veo muy bien a pesar de mis ojeras.

Abrí la puerta y me sobresalte por ver a un Frank pensativo.

—¿Qué haces aquí?

—Esperándote —sonrió.

—Ay no te pases, ¿para qué o qué? De todas formas, iba a volver con ustedes.

Negue con la cabeza, busco la mesa con la mirada y ya que los veo, camino con ellos. Pero detrás de mí él pone sus manos en mis hombros a manera de guiarme. Ni que fuera una niña.

—¿Dónde estaban? —pregunto Luzu.

—Estaba en el baño y él no sé de dónde salió —respondí sentándome.

—Fui para esperarla —comentó Frank.

Negue con la cabeza, de reojo veo como Mangel y Rubius le dan mala cara al chico sonriente. ¿Se habrán peleado?

—Por cierto —alcé la voz llamando la atención de todos—, ¿por qué están vestidos como militares?

Cruzaron miradas múltiples y comenzaron a reír.

—Teníamos un plan de rescate para ir a salvarte en una camioneta, pero apareciste corriendo y gritando del secuestrador. Lograste escapar tu sola, nos impresionaste —contó Alexby.

—¿De qué camioneta? No vi ninguna.

No puedo creer la expresión que tienen en este momento: pálidos, con sus bocas levemente abiertas y sus ojos abiertos a centímetros de salir expulsados. Mi ataque de risa volvió.

—¡La camioneta! —exclamó Rubius— ¡Es prestada!

Salieron corriendo fuera del restaurante a velocidad de la luz, todos menos yo.

La mesera gritó que la comida había llegado así que le page solo lo mío y salgo de ahí observando a los chicos correr despavoridos.

Están ricas las papas fritas que pedí, aunque estarían mucho mejor con cátsup, lástima que no cargo con mis sobrecitos robados del Burger King.

—Como tardan estos chamacos —susurré.

Doy vuelta en la esquina donde se habían ido y los observo maldecir a un estacionamiento vacío. Creo que la camioneta fue robada.

—¡Me cago en mi puta desgracia! —escucho gritar al más alto.

—¿De quién fue la culpa? —cuestionó Luzu.

—¡De todo el puto mundo! —volvió a gritar la farola.

A paso lento con las papas en mis manos me acerco para estar en el chisme. Rubius está enfadado y creo que la palabra se queda corta respecto a su expresión.

—Me largo de aquí —espetó alejándose a pasos largos.

Paso a mi lado sin mirarme, casi puede sacar humo por la nariz y sin contar que su cara estaba muy roja.

—Estaba muy cabreado tío —comentó Mangel.

¿Quién no lo estaría después de que pides una camioneta prestada y por tu estupidez la dejas abandonada con las puertas abiertas para que se la roben?

Hay que ser muy estúpido para hacer eso, pero no solo fue uno si no ocho. Ocho adultos dejaron una camioneta abierta sin preocupaciones.

—¿Y qué hacemos? —pregunté.

—Vamos a sentarnos al cesped —sugirió Chetto.

Comenzaron a caminar, los seguí por detrás y cuando vi que se estaban sentando en el suelo yo también lo hice.

—Bien ahora explíquenme una cosa —dije.

—¿Qué cosa? —preguntó Willy.

—¿Por qué no le dijeron a la policía que estaba desaparecida? Al contrario, ustedes se creyeron los ilusionistas o no sé qué cosa y se aventuraron a ir por su cuenta.

—Eso pregúntaselo a Rubius —aclaró Vegetta.

No contesté y todos se quedaron callados admirando como el sol se oculta detrás de los árboles, sin pensármelo dos veces les seguí en el tranquilo momento disfrutando de su extraña compañía.

Algo me dice que seremos muy unidos.

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11/marzo/18: Esto es de las cosas más estúpidas que he escrito.

Me gusta escribir cosas estúpidas XD 

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