NO SOY TU FAN [Rubius y tu]

Capítulo XX

"¿Por qué no pudo iniciar de nuevo y fijarse en mí?" 

___ POV

Domingo 13 de agosto, 11:21 am

—Ese olor —susurro estirándome en la cama.

Abro los ojos y veo las mismas paredes rojas de siempre, volteo al suelo, pero él no está.

—¿Ya se ha levantado? —miro el reloj de la pared—. Siempre despierta a las doce.

Hay un aroma penetrante a huevos con tocino, ese no es mi desayuno preferido, aunque no me importaría probarlo en este momento.

Huele delicioso y no a comida quemada. Él no sabe cocinar, creo que es porque él no está cocinando.

Me levanto acomodando mi cabello, bostezo, me pongo mis pantuflas y la puerta ya está abierta por lo que camino al pasillo.

—Siempre me ha encantado tu comida —dice alegre... Rubius.

Ella se ríe delicadamente —And a my siempre me ha encantado cooking for you.

Gringa tenía que ser, no tengo nada en contra, pero me desesperan las personas que hablan mezclando los dos idiomas.

—También siempre me ha encantado tu spanglish —comenta él.

Parece que mi amigo tiene otra opinión sobre eso, me siento una espía aquí escondida escuchando su conversación. Como si no me estuviera haciendo daño emocionalmente.

—¡Basta! Me estas blushing —vuelve a reír.

Se dice sonrojando, babosa.

¿Voy o no voy? Mierda, no lo sé, tengo hambre. Estúpida situación incómoda.

A la de tres entro a la cocina.

—Una, dos... —musité.

Rubius entra al pasillo —¡___!

Siento como si me hubieran encontrado en una escena del crimen.

—¡Ru-rubius! —rio falsamente—. Acabo de despertar —señalo detrás de mí—, y tengo hambre y...

—Anda ven —toma mi brazo para jalarme a la cocina—, ayer no las pude presentar así que Pilar ella es ___, ___ ella es Pilar.

Con una sonrisa fingida le tiendo la mano a lo que la estrecha y me sacude eufóricamente.

—Nice to meet you ___.

—Suerte que entiendo inglés —rompo el saludo.

—I love tu pelo, es tan ¡orange! —revuelve mi cabello con su mano.

No tengo porque explicar que odio cuando agarran mi cabello, como si estuvieran en el derecho de tocarlo solo porque les parece lindo, como si no me molestara que lo hagan sin preguntar.

Rubius lo sabe.

—Pilar, no le gusta que... —intentó explicar él.

Le quito la mano lo más amable que pude —Disculpa, pero deberías preguntar antes de hacer lo que tu mente cree necesario.

No puedo evitar que mi rostro demuestre irritabilidad, estoy intentando que no me caiga mal sin haberla conocido antes. A las personas no se les juzga por las apariencias.

Pero me está resultando difícil; olvidaré que paso esto y comenzaré de nuevo.

—Mangel y los otros iremos a una quedada de Pokemones, ¿quieren ir? —nos mira a las dos esperando nuestra respuesta.