Capítulo XXVI

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❝Por el momento no me interesa creer en tus vagas palabras❞

___ POV

Domingo 20 de agosto, 05:32 pm

Me separo de él para mirarlo a los ojos, se ve tan tierno que me dan ganas de besarle todo el rostro y abrazarlo para nunca dejarle ir.

—¿Ahora qué procede? —susurro uniendo mi frente con la suya.

—No tengo la menor idea —se ríe de manera sutil.

Sonrío con él por un momento hasta que recuerdo lo que pasa entre Pilar, en un instante quito mis manos de su cabeza, lo aparto a un lado y me bajo de la cama, dejo salir un suspiro largo y pesado.

—¿Qué pasa? —me pregunta sentándose en la esquina de la cama.

—¿Por qué me besaste? —me volteo para encararlo— ¿Por qué me dijiste eso? ¿Qué sucede entre tú y Pilar? —exclamo con enojo—. Porque la otra vez se besaron y coquetearon en mi presencia, no esta bien crear ilusiones en las personas —me cruzo de brazos.

Exhala colocando ambas manos en su rostro, se masajea las sienes y se levanta por lo que tengo que subir la mirada para verlo.

—Yo —hace una leve pausa—, honestamente no lo sé, me deje llevar por sus encantos y me sedujo.

Patrañas.

—¿Qué sientes por ella? —suelto con molestia.

—Nada, solo me parece guapa, eso es todo.

—¿Qué sientes por mí? —pregunto casi en un murmullo.

Me abraza por lo que dejo caer mis brazos que estaban cruzados, no le correspondo, no me siento con ganas de hacerlo.

—Te quiero a ti joder —aprieta el abrazo—, no sé cuándo comencé a sentir cosas por ti, pero lo hago y ahora lo reconozco —acaricia mi cabello y me da un beso fraternal—. Me enamore de ti pelirroja.

No lo comprendo, es que no puedo creerle joder; si le gusto yo, ¿por qué carajos la besó a ella? Yo vi la química que tenían, vi como se coqueteaban como si hubieran estado esperando todo ese tiempo para verse. No puedo creerle.

—No —lo alejo de mi—, no me vengas con esa estupidez Rubius, es que no mames —suspiro con pesadez y me cubro la frente—. No puedes ir a besarla y coquetearle a ella para luego venir y decirme que estas enamorado de mí, es que eso no se hace Rubius, no. ¡Es que no! —exclamo con rabia.

—Pero si la que me gusta eres tu —alega con delicadeza tomando mi brazo a lo que me suelto con brusquedad.

—Que no... Que no maldita sea. ¿Sabes desde cuando me gustas Rubius? ¿Lo sabes? Llevo más de medio año sintiendo cosas por ti, ocultándolas, negándolas, tratando de controlarlas y recién lo acepte, acepte que estoy jodidamente enamorada de ti, ¿pero sabes qué pasó? —le señalo con asco—, que los vi besándose en la cocina cuando estaba yo ahí —sorbo la nariz mientras me limpio unas lagrimas del rostro—. ¿Tienes idea de lo que me dolió ver eso? Carajo, es que no mames, no sabes lo que es sentir que alguien llego a reemplazarte, porque en ese momento me sentí como una completa idiota al creer que yo te gustaba. 

Estoy vulnerable, aparte de gritarle todo eso he dejado que me vea llorar, él está viendo mi faceta más frágil que puedo tener. Apenada ya que suelo moquear mucho y ponerme roja me doy media vuelta y limpio mi nariz de manera disimulada con la parte reversa de mi suéter.

—Yo... —hace una pausa—, no tenía idea de que te gustaba.

Siento su presencia a mi espalda, quieto, inmóvil, sin saber que hacer o al menos así lo imagino.

—Eres un completo pendejo —doy varias respiraciones lentas para tranquilizarme—, te doy la razón de que no lo supieras, pero aun así a mí me gustabas y no me anduve dejando seducir por alguien —me cruzo de brazos.

—¡Joder! —le escucho exclamar en desesperación—. No pensé bien las cosas, en verdad me siento arrepentido, que soy un gilipollas lo sé, soy muchas cosas, pero de lo que te juro con mi vida entera es que estoy enamorado de ti Pelirroja.

Su voz suena tan arrepentida, llena de ternura y con esperanza de que le diga que le perdono. Pero eso no pasará.

—Me siento dolida y si tanto dices que te gusto demuéstralo —salgo de la habitación para ir a la cocina—, porque yo por el momento no me interesa creer en tus vagas palabras.

Me sigue por detrás, pero se detiene antes de entrar a la cocina, me atrevo a mirarle y me duele ver su expresión que denota decepción. Decepción de él mismo.

—Voy a irme ahora, luego te llamo —comenta con una voz casi sin vida, apagada.

Cuando sale del departamento no me contengo más y empiezo a llorar.

Después de lo que hizo no puedo evitar sentirme terrible al haberle contestado tan fría, esa expresión vacía me rompió por dentro completamente. No puedo expresar de manera exacta como me sentí, pero la opresión en el pecho esta presente. Además, ya sabe que estoy enamorada de él, ya lo escuchó de mi propia boca.

—Me lleva la ve... —maldigo a lo bajo.

No niego que le puedo gustar a él, lo que estoy negando es el hecho de que esta muy convencido de que esta enamorado de mi y eso no se lo puedo creer, si lo estuviera no se hubiera besado con ella. Me duele que lo haya dicho tan seguro esperando que le creyera.

El timbre de mi celular me hace reaccionar, confundida me levanto del suelo ya que no recuerdo cuando me senté y contesto la llamada.

—¿Bueno?

—___ arrollaron a Kylie —Alex me dice alarmado.

Siento como el azúcar se me baja ante tal noticia.

—¿Qué le pasó? ¿Cómo fue todo? —inquiero con desespero.

—Una jodida moneda se le cayó y quiso recogerla, pero no se fijó si venían coches —escucho como explica intentando sonar tranquilo, pero la voz le tiembla.

—¿Llamaste a la ambulancia?

—Ya se la están llevando.

—Mándame la ubicación del hospital, voy para allá —le cuelgo.

Con ambas manos sujeto mi cabello en un ataque de desesperación y jalo un poco de ellos.

—Maldita sea Kylie —agarro un cojín para comenzar a golpear la pared.

Más le vale que este bien, más le vale que no sea mas que una fractura, más le vale que no sea nada grave. ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué no volteo a la maldita calle?

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09/Marzo/2019: ¡No me jodan! Que nos atropellaron a Kylie T-T

Y ese Rubius; el fanfic ha tomado otro rumbo. Chau...


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