12

43 7 0
                                    

Ariana

Después de haber pasado media noche pensando en aquél beso había podido dormir 3 horas. Cuando desperté Harry ya se encontraba ahí a mi lado.

Eran las 8 de la mañana y Coco,Toulouse,Sirius y Ophelia estaban conmigo en el sofá mirando televisión mientras yo trataba de comer un tazón de cereal sumida en mis pensamientos.

—Ariana,he dicho buenos días. ¿Estas bien?

Parpadeé varias veces y miré a mi lado. Ahí estaba Harry mirándome, sin camiseta y sonriendo.

—Buenos días,estoy bien sólo estaba pensando.

—¿Qué estabas pe...?

—¿Cómo amaneciste?—lo interrumpí antes de que preguntara. No pensaba responder a eso.

—Bien,gracias y ¿tú?—sonrió.

—Bien. ¿Quieres desayunar?

—Sí,muero de hambre —rió.

—Te prepararé algo.

Caminé hasta la cocina y busqué lo necesario para preparar waffles. Harry venía detrás de mí y era muy incómodo, todo había comenzado a ser así desde lo del beso. Éramos esposos no tenía porque ser así ¡joder!

Parecía una adolescente que había dado su primer beso. Parecía la antigua Ariana que estaba enamorada de Harry Styles,y aún sigue estándolo.

—¿Porque estás tan seria Ariana?

Adorné los waffles con frutas y le pasé a Harry el plato con el desayuno. Caminé hasta el refrigerador,tomé el jugo de naranja y lo serví en un vaso.

—Estas muy pensativa.

—¿Eh?

Le tendí el vaso con jugo a Harry y caminé hasta la puerta de la cocina.

—¿No desayunarás conmigo?—preguntó

—Acabo de comer cereal.

—Pero si lo has dejado todo—se quejó haciendo un puchero.

—Ugh,bien.

Serví un poco en mi plato y me senté a su lado.

Comencé a comer pero Harry me quitó el plato y lo llevó hasta él. Me miró e hizo girar la silla hasta él quedando yo entre sus piernas.

—Abre—ordenó.

—¿Qué?

—Abre la boca.

—Harry ¿que haces?

—Le estoy dando de comer a mi bebé.

Abrí la boca sin decir nada y él llevó una porción de fresa a mi boca. Mastiqué y Harry me miró divertido.

—Tu turno—dije. Tomé un poco de waffles y se lo di en la boca.

Él tomó el otro cubierto y comenzó a darme mientras yo le daba a él. Pero por accidente lo ensucie con chocolate.

—Ariana—se quejó—Ahí no esta mi boca.

—Y ahí tampoco esta la mía—dije cuando él me ensució con chocolate la nariz.

Él me lamió la nariz haciendo que la arrugara levemente.

—Venganza—dijo—Tienes un poco en los labios.

Llevé mi mano hacia mi boca y limpie.

Me entretuve mirando sus tatuajes y los acaricié con la yema de mis dedos.

Un reencuentro, un nuevo comienzo | HarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora