Don't understimate me

1.3K 104 21
                                    

N/A: Llevaba tiempo sin traer nada aquí así que les traigo algo cortito y posiblemente no esté a la altura de lo que normalmente escribo.... No tenía tiempo de más :'v

Resumen: Subestimar a Kurosaki Ichigo es un gran error. Algunos lo aprenderían por las malas.

Advertencias: Este one-shot es IchiShiro (sí, que alboroto, ¡Ichi es el seme!). Si no te gusta esto o el lenguaje ofensivo, no leas.

x.x.x.x

Ichigo estaba enfadado. No, no enfadado. Estaba más que furioso. Cómo se atrevían esos dos hijos de puta a siquiera llegar a mencionar que era una zorra a merced de su novio. Oh cuán equivocados podían llegar a estar esos idiotas.

Ichigo no era un maldito bastardo que hacía sus decisiones para ganar algo a cambio sin embargo, esa vez decidió seguir las reglas de su loco padre que éste había intentando inculcar en su cabeza con cada uno de sus ataques sorpresa. Era tiempo de jugar limpio. Y en caso de que hayan fallado en notarlo, su padre nunca jugaba limpio, usaba trucos sucios para sus ataques. Ichigo no era como su padre, pero no era ningún santo tampoco. No era su culpa que Nnoitra y Grimmjow no le creyeran cuando dijo que podía tirarse a Shiro cuando quisiera.

Shiro era un déspota que amaba el control por encima de todo, siendo un sangriento y loco luchador. Pero Ichigo era la única persona con la cual actuaba más como una persona que como un psicópata que escapó del asilo, sediento de sangre.

Una vez Shiro le dijo a Ichigo que le gustaba el temperamental pelinaranja desde esa vez que, de vuelta a su casa, accidentalmente vio como Ichigo en solitario derrotaba a una pandilla entera. Reconoció enseguida esa sensación de lujuria corriendo por sus venas como si hubiera sido golpeado por un rayo.

Era la vista más excitante y hermosa que había visto nunca.

x.x.x.x

Shirosaki e Ichigo atendían a clases diferentes y por eso el albino no pensó nada raro cuando pelinaranja le mandó un mensaje diciendo que estaría en casa antes. De ese modo Shiro no tenía que esperar por él, sino ir directamente al apartamento que compartían. Mientras, Ichigo se entretuvo preparando una cena romántica para su novio. Sacando una botella de sake algo fuerte que su extravagante tío le regaló hace tiempo – ese hombre no parecía entender que aún no tenía la edad necesaria para beber, no vivían en América. Y más tarde, después de terminar de preparar todo, se fue a la ducha, su expectación creciendo, contando los minutos hasta que su novio llegara.

Tendría que esforzarse un poco más para conseguir lo que quería esa noche. Era tozudo como una mula en ese aspecto, así que lo iba a lograr sí o sí.

x.x.x.x

A-ah, Ichi – ughn... m-mierda.

Shiro se retorció. Sus piernas estaban levantadas sobre los hombros de Ichigo, sus dedos torciéndose en el aire. Mantuvo los ojos cerrados con fuerza como si no pudiera aguantar ver los húmedos dedos de Ichigo embestir dentro y fuera de él. Su aliento se entrecortó cuando rozaron un punto particularmente placentero y le hizo olvidar el porqué había estado tan reacio a hacer aquello en primer lugar. Oh, sí – dedos metidos en su trasero, siendo una de las razones. Pero –joder maldita sea – si hubiera sabido antes que se sentiría tan cerca de estar flotando de placer, no se hubiera quejado tanto. ¿O a lo mejor era el alcohol hablando por él? Como sea, no tenía cabeza para estar pensando en esas cosas innecesarias.

Tsché. ¿Quién necesita el orgullo teniendo a alguien como Ichi?

Aunque el problema de todo aquello era que había una razón más por la que no solía querer intercambiar posiciones. Oh sí, recordaba el segundo motivo. Ichigo lo provocaba hasta límites insospechados. Ese era el porqué.

Two sides of the same coinWhere stories live. Discover now