Lia Webber, de 17 años, vive la acelerada creencia de la existencia de los hombres lobos, al igual que de los vampiros y todas aquellas criaturas sobrenaturales.
Ella corre grandes peligros al ser la ultima de su especie.
Después de un largo día en casa de mis padres, liam decidió que debería practica a conducir ya que no lo hice nada mal el día en que me quede atrapada en una calle sin salida con cuatro hombres que pretendían violarme y pedir rescate por mí.
Todo va muy hasta que el silencio empezó a desesperarme mientras conducía y mi hermano a mi lado en el asiento de copiloto.
-¿puedo escuchar música?
-No. Debes estar concentrada en manejar-ruedo los ojos.
Veo una florería exhibiendo hermosos ramos de flores.
-Liam, mira las flores, aquellas me enc...
Pero, las cosas nunca salen como la planean-En mi mundo nada sale como lo planeo-las cosas nunca salían como las esperabas.
-¡LIA! AL FRENTE-grita liam con las manos en la cabeza. Desvió mi mirada y veo al frente. Giro a todo dar el volante, provocando que el auto gire abruptamente hacia una tienda de artesanía-muy bonita me atrevo a decir-Un poco más y tengo a una ancianita con su perro atropellados encima del auto.
-Te dije que mantuvieras tu concentración en conducir-Liam me mira arrepentida mente calmado, cierra los ojos e inhala respetivas veces.
-Lo está haciendo mal-señale- Recuerda que el abuelo casi le da un infarto por hacer mal el yoga.
Cierra los ojos con más fuerza y se agarra el cabello con fuerza como si quisiera arrancárselo.
-¡Señorita! Dios santo ¿esta bien?-pregunta un hombre abriendo la puerta a mi lado-Déjeme ayudarla a bajar-el buen hombre me ayuda a bajar del auto delicadamente.
-¡Mi Pucky!-grita la anciana en dirección a su perro que no me había dado cuenta que atropelle.
-La policía ya viene en camino-aseguro el hombre.
-¿Qué?-preguntamos/gritamos al unísono.
-Papá nos matara-asegura mi hermano.
-¡Mi pucky!-vuelve a grita la anciana.
Pienso en Damian, tal vez el me ayudaría con mis padres mientra voy a prisión ya que, según parecía, no saldríamos bien parados de esto.
-Mi audi Q5-se lamenta liam al salir del auto y luego se acerca a la ancianita y su difunto perro.
-No soy muy buena conductora-aseguro a un hombre cerca de mi y llamo a Damian.
*Llamada*
-Seguro llegare en cinco minutos
-Graxias, te adoro. Estoy en una tienda de artesanía hecho trisas y el auto de liam que ahora es chatarra. Me localizaras rápido
Cuelgo.
Miro al frente. Una enorme tienda de cupcakes. No lo pude evitar así que camino hasta el local.
-Cuatro capcakes-pido a la chica de la registradora-Dos de chocolate y las demás de ...diferente sabor, por favor
La chica despega la vista de enfrente y me mira
-Es increíble como perdió el control-asiento.
Si supiera que fui yo. Rio
-Tus cupcakes-me entrega una linda cajita y yo le doy el dinero-Vuelve pronto.
Asiento y camino comiendo un pastelillo hasta el accidente. No me había dado cuenta que la policía había llegado.
-¿Lia webber?-llamo uno de ellos-Debo hacerles unas preguntas.
El oficia haces preguntas de qué demonios ocurrió. Otro interroga a Liam así que no hay manera de poder planear una mentira que nos pueda salvar.
-¿Debo entender que usted es la principal responsable del accidente? y que también a conducido un auto sin saber manejar ni tener licencia para conducir.
-El quería enseñarme a conducir-señalo
-Si tú no hubieras...-su mirada se posa en la caja de pastelillos en mi mano-¿compraste cupcakes?
-Tengo hambre-digo agarrando mi estomago-Ademas que me las dieron en esta hermosa cajita.
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-De echo si lo es-extiende su mano- Dame uno, yo también tengo hambre-los oficiales nos miran ceñudos
-Tenemos que llevarlos...
-A prisión, lo sabemos-decimos al unísono.
Es raro, para no ser hermanos de sangre tenemos tendencia de decir las mismas palabras al mismo tiempo.
Y después de dos hora de nuestros padres arreglando papeleo con las autoridades y pagar nuestra fianza, además de tener que pagar para no salir registrados en problemas con la ley, sin dejar de mencionar de comprarle otro perro a la ancianita; Papá y mamá nos dieron gritos y sermones de nuestra irresponsabilidad. Me prohibieron volver a conducir sin un permiso y Liam no tendrá auto por una temporada.
