Capitulo 30|MODIFICANDO|

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Coloco un pie a cada lado se su cuerpo tirando en el suelo, quedando su corpulenta figura debajo de mí.

-¿¡Que soy!? Mmm a ver-digo haciéndome la pensativa-Soy... soy una chica con el pecho ardiendo de dolor, porque un degenerado me arrebato a mis padres, y tu William Beckham, eres el degenerado-se desliza debajo de mi-¿sabes lo que sentí?-pregunto inocente, arrodillándome hasta su altura.

Extiendo la mano, colocándola en su pecho-Dolor-musito, Pensando en que sienta todo mi sufrimiento y agonía.

Grita desgarradoramente.

-Lo hice por mi madre. Mi madre necesita medicinas-trata de persuadirme.

Por instinto no debo creerle, pero hay algo...no importa.

La frustración y la ira me dan la bienvenida a su mundo.

-¿sabes lo que sentí?-vuelvo a preguntar sin mostrar alguna emoción. Las lágrimas que pugnan por brotar me escuecen en los ojos.

Primero un fuerte grito para luego con vértice en un frio silencio.

Me siento bastante aturdida. Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas, y de repente me resulta insoportable verle en la misma posición postrado que la de esas criaturas patéticas.

La imagen es desgarradora.

Dolor, vacío, desesperación, todo eso inunda mi corazón, y siento una angustia asfixiante.

Me estremezco y contengo la bilis que siento subir por mi garganta. Es inconcebible que yo haga eso. Es inconcebible que haya deseado eso.

A medida que se me aclaran las ideas, veo cuál es el único camino: sin dejar de mirarlo, caigo de rodillas.

Siento el suelo duro contra mis espinillas, y me seco las lágrimas con dorso de la mano.

-¿Princesa, que has hecho?-pregunta con horror mirando la escena.

Salgo del trance, volviéndome vulnerable.

Un líquido corre por mis manos y bajo la mirada hasta estas. Es un órgano. Un corazón, de hecho.

El corazón de Buckham.

El aire abandona mi cuerpo

-Yo, yo. Le asesine. Lo mate-balbuceo, alzando la vista hacia él. Parpadeo repetidamente mirando a Damián y Black, mientras mi mente no para de dar vueltas frenéticamente. El miedo creciente y helado que atenaza mi corazón se convierte en terror, y se me erizan todos y cada uno de los folículos del cuero cabelludo.

Inspiro una preciada bocanada de aire para tratar de calmar el pánico que me dificulta la respiración.

Suelto el corazón que se yace en mi mano derramando sangre. Me produce ganas de vomitar ver tanta sangre y heridas abierta. Palidezco sudando frio.

-No vayas a vomita-suplica Damy arrodillándose a mi lado.

Un exquisito aroma llega a mis fosas nasales cogiéndome por sorpresa. Busco con desesperación el origen de donde proviene el olor.

Me levanto ágilmente caminando con pasos apresurados siguiendo el delicioso helor que provoca que se me haga agua la boca.

Posándome a horcajadas encima del cuerpo con un hoyo en el pecho, que es de donde viene el aroma. Me inclino olfateando el cuello del hombre.

Por desenfreno pienso en encajarle una mordida en la vena yugular, y dejar que su sangre impregne mi boca.

-¡LIA! ¡NO!-gritan al unísono, agarrando mis muñecas con fuerza.

Mas halla del Bosque: oculto en las sombrasWhere stories live. Discover now