Lia Webber, de 17 años, vive la acelerada creencia de la existencia de los hombres lobos, al igual que de los vampiros y todas aquellas criaturas sobrenaturales.
Ella corre grandes peligros al ser la ultima de su especie.
Mi familia en la sala de estar: tios, primos, abuelos, padrinos y mis amigos (Rakel, Damian, Eliot y Graciela) que son parte de mi familia, miran la escena con evidente tristeza .
-Oh pequeña-ella me atrae y me abraza fuerte-Se nos fue...Lucinda se nos fue-musita y yo giro mi cabeza de un lado al otro.
No, no. Ella está frente a mi ¿Qué le ocurre?
-Mamá pero ¿¡qué dices!?... te tengo frente a mi-tomo su cara entre mis manos.
Algunos sollozos escapan de sus labios rojo carmín-Tu madre se nos fue, lia. Luce murió-dice afligida.
Siento como una daga atraviesa mi pecho haciendo que mi agonía aumente a mil por segundo.
-NO, no-exclamo empujándola. Ella se tambalea-No, ella...ella esta viva-balbucea colocándome de cuclillas con mis manos cubriendo mi cara.
Ella es mi mamá; necesito a mi mami.
Se oyen muchos murmullos a mí alrededor, diciendo:
*¿Te comunicaste con Haynes?
- sí, ya viene en camino
*¿Qué ocurrió con la ambulancia y el tranquilizante?
- Ya vienen Tío
*Nuestra pequeña aún está en shock
-¿Qué ocurre?-oir su voz hace que levante mi mirada y es cuando le veo bajando las escaleras. Se ve rojo de tanto llorar-Oh hermanita, ya estás aquí-baja de prisa.
Me levanto y corro hasta el. Nos damos un fuerte apretón. Cuando nos separamos le agarro de la mano y me dirijo a la mujer.
-Mira Liam, es mamá. Mami está bien-susurro inocente con una sonrisa tan grande como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
Sus ojos se cristalizan-¿Lia?... hermanita, mamá... ah mamá no la volveremos a ver. Ella-señala a la mujer-Es nuestra Tia Stephenie , la gemela de nuestra madre ¿recuerdas a la tía Step?-Quedo en shock. Siento un frió recorrer mi cuerpo-Lía tu... tu estas muy pálida ¿estás bien? ¿Sientes que todo te gira?- pregunta mi hermano tomando mi rostro. La familia se levanta de golpe y caminan hasta nosotros-Joder Lia, estas helada. Ven aquí-me abraza y yo aun esto en shock
Entonces... entonces si es verdad. Mis padres no. Mis padres no, por favor.
-Yo... yo no puedo vivir sin ellos. No puedo-murmuro retrocediendo.
Alejándome de todos.
-Lia, Lia-gritan al unisono.
Corro hasta la cocina
Debo acabar con esto. Sin ellos no vivo.
Al llegar los recuerdos chocan en mi cara como si los estuviera viviendo en este mismo instante. Mi madre en la isla fregando los platos y mi padre sentado en la mesa del desayuno y yo en el sofá junto a la pared donde siempre molesto a la mujer que mas adoro.
Se oyen pasos detrás de mi, así que ignoro los desgarradores recuerdos y me dirijo a los gabinetes-cuberteros; busco con desespero encontrando lo que necesito.
-Pequeña ¿que harás con eso?-pregunta mi abuelo Webber. Más atrás esta la familia mirándome horrorizados.
-No puedo vivir sin ellos-gruño colocando el filoso cuchillo sobre mi muñeca izquierda.
El abuelo se acerca lentamente mostrando sus palmas en alto.
-No mi pequeña, A tus padres de seguro no le gustaría lo que piensas hacer-trata de persuadirme.
Hago un corte en mi muñeca. Duele pero eso hacía que el dolor de mi alma pareciera menor.
Mi familia trata de calmarme o convencerme de dejarlo ya, les ignoros. Intento hacer otro corte hasta que un grito me hace desviar la mirada de mi muñeca hasta donde proviene la voz.
-Lia por favor, suelta el cuchillo-suplica
¿y a este que más le da?
-Tú no te metas. Es mi vida; vida que quiero extinguir-digo con recelo.
-Por favor princesa. Eres mi mate y si tu muere, yo moriré contigo-dice Jack caminando despacio hasta mí.
Sintiéndome acorralada lo apunto con el cuchillo.
-No te me acerques Jackson. No te quiero hacer daño-grito a todo pulmón y él se detiene.
Hago cortes tras cortes y la sangre cae al suelo. Me sentía saciada y a la vez débil. Mis piernas se sienten de gelatina. Al próximo corte agarran mi mano con el cuchillo ensangrentado; levanto la mirada llegando a mí, esos hermosos ojos grizulados que provocan que se me mueva el piso-De hecho siento que el piso se mueve-El quita el cuchillo de mi mano tirándolo al suelo manchado de mi sangre.
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Decaigo un poco y el imbécil que amo con locura coloca su fornido brazo en mi cintura y con su mano libre agarra mi nuca.
Todos los presentes se quedan shockeados.
-Por favor, no cierres tus ojitos. Por favor, Lia-suplica uniendo nuestras frentes-Resiste pequeña.
Me siento mas plena junto a el. Junto a un Jack que no me desprecia.
-Aguanta un poco más, la ayuda viene en camino-susurra Liam. Jacksom me carga como una princesa y mi hermano toma mi muñeca cortada cubriéndola con una remera para evitar un sangrado mayor.
Mis parpados empiezan a pesar. Gritos y sollozos se oyen a los lejos.
-Amor, por favor resiste. No cierres tus ojitos-mi haynes me mira con nostalgia. Sonrió débilmente y giro mi cabeza pegándola a su hombro.
Su aroma es exquisito.
Huele a mi Jackson, mi mate, mi vida y mi muerte. Un aroma a Fresas y chocolates.
Solo si su personalidad fuese como su aroma Dulce.
