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-Bien, estoy aquí, llegué-aviso colocándome al lado de Max, junto a Jake y mis dos nuevos amigos-¿Qué sucedió?

Alex, quien hace un segundo estaba sentado, se para y me abraza sin razón.

-No lo sabemos, no quieren decirnos-susurra Max. Ruedo los ojos y hago a Alex a un lado, veo pasar a una enfermera y me interpongo en su camino.

-Hola un gusto, quisiera saber el estado de Dylan Becher urgentemente. Soy su hermana y estoy realmente preocupada por el-miento dirigiéndome hacia la mujer. Me mira con lastima unos segundos y luego asiente, sonrío abiertamente ante el resultado y espero a que hable.

-Mire señorita, tuvo una fuerte contusión cerebral en el lateral derecho de su cabeza y tal vez su hipocampo esté dañado, pero no perdemos la esperanza de que todo salga bien cuando el joven Dylan despierte-resume dándome una mirada de compasión y luego retirándose tras devolverle las gracias con un asentimiento de cabeza.

¿Contusión cerebral? ¿Hipocampo? ¿Acaso Dylan tiene caballitos de mar en su cabeza?

«De todas formas no debería interesarme»

-¿Bueno y qué te dijo?-interroga Max.

-Algo sobre que el hipocampo está dañado por una contusión muy fuerte-trato de repetir las palabras que dijo la enfermera, pero no se si lo dije correctamente. Mis dos hermanos fruncen el ceño y Alex se queda pensando.

-¿Qué?-preguntan mis amigos y mis hermanos al mismo tiempo.

-Exacto-asiento como si hubieran adivinado y me acomodo en una de las sillas de plástico que hay en el pasillo.

Media... una...dos horas pasan y aun no hay noticias sobre el amigo de mis hermanos.

Si, el amigo de mis hermanos. Puesto que no es nada mío y al decir su nombre sus dañinas palabras se repiten en mi cabeza como si aún estuvieran latentes y por más que trato de convencerme que él dijo todo lo que dijo solo por enojo se que es lo que siempre pensó de mi.

«Nunca olvides las palabras de una persona cuando está enfadada, son las que siempre ha querido decir»

Y no hay verdad más dura que aquella, pero sincera al fin y al cabo.

-¿Familiares de Dylan Becher?-pregunta un doctor saliendo de una puerta blanca. Instantáneamente todos nos paramos y el doctor nos mira indeciso, pero doy un paso al frente y centra su atención en mi.

-Soy su hermana-explico brevemente haciendo que tres hombres detrás de mi me miren raro y los gemelos solo observen la escena sin entender.

-Su hermano ya despertó señorita Becher pero le advierto que...

Ni siquiera lo dejo terminar que ya estoy encaminándome hacia donde se supone que esta él, al entrar lo veo sentado en una camilla observando él lugar con curiosidad.

-Bien Dylan debo advertirte que fingí ser tu hermana-me adelanto sin siquiera saludarlo. Él me mira fijo frunciendo en ceño pero no dice nada luego de un rato.

-¿Quién es Dylan?-pregunta.

¿Qué?

-¿Qué?-estoy pasmada. ¿Acaso él dijo...?

-¿Quién es Dylan, niña?-vuelve a repetir. Trago saliva costosamente y me acercó hasta quedar a su lado.

«Esto quería advertirme el doctor»

Proyecto Zorra Where stories live. Discover now