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Genial... Perdida en un hospital.

Tal vez me deje llevar demasiado y entre escaleras, pasillos, ascensores y mas pasillos termine en quien sabe donde.

-¡Oye! ¡Tu!-volteo siguiendo esa voz-¡No puedes estar aquí! Este área esta restringida, es solo para el personal-grita un guardia de seguridad, comienza a correr hacia mi y por iniciativa comienzo a correr también.

-Permiso, permiso ¡Lo siento!-me disculpo con la ancianita que choque y continúo corriendo, veo dos puertas blancas y sin pensar entro, pero me detengo ni bien entro; Un grupo de cirujanos me mira raro e incluso dejaron de operar.

-¿Quien es ella?-pregunta uno, señalándome con su pinza.

-No lo se, pensé que conocías a todos aquí-comenta otro y echándoselo en cara y todos empiezan a opinar y asentir de acuerdo con el.

Los miro atónita y luego miro al paciente.

-¡Oigan esta desangrandose! ¡¿Como pueden hablar en un momento como este?!-chillo asustada, ellos vuelven a mirarme saliendo de su disputa para luego miran al paciente.

-Es solo una herida de bala en el pulmón, tal vez aguante un rato más-opina uno de los doctores presentes. Frunzo el ceño claramente confundida mientras ellos continúan hablando, esta vez sobre como fue su fin de semana.

De pronto la maquina que marca las pulsaciónes comienza a pitar y a hacer sonidos, los doctores se la quedan mirando un tiempo y luego se miran entre ellos.

-Esta muriéndose ¿Se supone que deberíamos hacer algo?-pregunta a sus compañeros. Ellos asienten pensativos y comienzan a comentar tranquilamente que pueden hacer para salvarlo, como si tuvieran todo el tiempo del mundo.

¡¿Que clase de doctores son estos?!

Me doy vuelta y lentamente salgo de allí sin que me noten, pero al instante me arrepiento, dos guardias están en el pasillo preguntándole a las personas si me han visto pasar.

Quiero salir corriendo pero las únicas salidas son, o volver con esos doctores raros, o pasar entre medio de los guardias sin que me noten.

Miro para los lados buscando una solución y... ¡Eureca!

-Oiga señora ¿podría prestarme sus lentes y su pañuelo?-le pregunto a la mujer que esta a mi derecha, ella asiente confusa y me da los objetos.

Me pongo en pañuelo floreado en mi cabeza y los lentes, comienzo a fingir una renguera y camino por el pasillo, al llegar cerca de los guardias bajo un poco la cabeza y encorbo mi espalda.

-Oh, pase señora, pase-uno de los guardias me hace lugar para pasar y justo cuando creí que el momento ya había pasado, el otro guardia llama la atención de su compañero.

-¿Por qué una ancianita usaría jeans rasgados?-comenta dudoso, abro los ojos y comienzo a correr sacándome mi intento se disfraz en el camino-¡Es ella, atrapala!-le advierte al otro.

Esquivo pacientes, una anciana en andadera y...¿un perro? Doblo por un pasillo y ahí se encuentran mis amigos, Max esta discutiendo con Jake, Alex no esta y los gemelos se encuentran sentados en el suelo observando la escena con interés. Corro rápido hacia ellos y me tiro al piso escondiéndome detrás de los gemelos.

-Auch-susurro quejándome y haciendo una mueca de dolor, nunca más voy a tirarme al piso de esa forma.

Max y Jake dejaron de discutir y me miran confusos pero yo solo hago señas para que guarden silencio y me oculto más entre las espaldas de los fornidos modelos de Calvin Klein.

Proyecto Zorra Where stories live. Discover now