Encuentro

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-¡Señorita me hace daño! - gritaba la pequeña ojiverde.

Una señora, de unos cincuenta años, tiraba de la oreja de la niña de once por el andén de la estación King's Cross. La amargada mujer pensaba que todo aquello era fruto de una broma: la carta que llegó misteriosamente al orfanato, las cosas extrañas que hacía la niña... No podía ser normal. Pero la niña sentía mucha ilusión por ese momento... ¡Por fin se iría de ese maldito orfanato para niñas! Sabía que tenía algo especial, algo familiar con la magia. Sin embargo, las señoras del orfanato no le creían y le ponían de loca entre las demás alumnas.

- ¡Ya basta señorita Healey! ¡Deje de quejarse! ¡Como sea una broma se quedará castigada en el trastero durante toda una semana! - le gritaba la señora, a la que llamaban Mrs. Marano.

La niña no podía hacer nada para evitar ese maltrato. La gente que pasaban a su lado ni se daban cuenta de lo que la estaba haciendo. Ella solo podía pensar en otra cosa y olvidarse del dolor de su oreja. Para su suerte, pronto llegaron a donde debería estar ese extraño andén, pero solo se encontraron con una gran columna de piedra.

- ¡Niñata insolente! ¡Aquí no hay nada! ¡Me has engañado estu... - le gritó la señora Pero fue interrumpida por una voz indignada de una mujer.

- Señora, ¿se puede saber que está haciendo con la pobre niña? - dijo una mujer de unos 45 años pelirroja y bajita, vestida con ropas extrañas.

Mrs. Marano soltó a la niña rápidamente y con un "aquí te quedas" a la niña, se fue. La niña miró asustada como su malvada tutora se iba y miró a la mujer, que murmuraba una palabra extraña con asco.

- Muggles... - dijo rodando los ojos. - ¿Vas a Hogwats cariño?

La niña sonrió y asintió. Ella era una como ella.

- ¿Cómo te llamas bonita? ¿Necesitas ayuda? - le dijo.

- M-me llamo D-Darcy H-Healey, mucho g-gusto. ¿Usted cómo se llama? - le respondió la pequeña Darcy tartamudeando.

- Soy Molly Weasley y esta es mi familia: el alto de pelo rizado es Percy, los gemelos son Fred y George, esta pequeña es Ginny y el tímido es Ron. Él también es la primera vez que va a Hogwarts para estudiar. - le dijo la mujer muy dulce. - Ah y él es Harry, también es su primer año, lo acabamos de conocer.

Darcy, ilusionada, saludó a todos y se unió a Ron y Harry. Los chicos eran muy majos y pronto se hicieron muy amigos. Molly les enseñó como atravesar el muro de piedra para llegar al Expreso de Hogwats. Darcy, con un poco de miedo, seguida de Ron y Harry, atravesaron la pared y pronto estuvieron en el andén 9 ¾. Allí todo era distinto: la gente vestía con capas, había chicos con escobas a la espalda, pájaros de papel volando solos por el cielo... Todo eso le resultaba tan familiar a Darcy...

- Bueno chicos, es hora de la despedida. Portaros bien. - les despidió Molly.

Darcy, Harry y Ron se despidieron de Molly y Ginny y subieron al tren intentando esquivar a la gente que iba y venía. Darcy caminaba tan anonadada con todo lo que estaba viendo cuando, sin querer, se chocó con un chico rubio de la misma edad que ella.

- Mira por dónde vas niñata. - le dijo el chico cuando se dio la vuelta.

Darcy se disculpó cabizbaja y subió al tren con dificultad. Se sentó en un tren con Ron y Harry y comenzaron a hablar de sus vidas. Ron les contó que era el penúltimo de 7 hermanos y que todo lo heredaba de ellos. Harry le contó a Darcy, ya que Ron ya lo sabía, toda su famosa historia. Darcy se quedó asombrada y enfadada a la vez por no haber podido vivir en el mundo mágico.

- Y, ¿qué es de ti Darcy? - le preguntó Ron.

- Bueno, yo me quedé sin padres recién nacida. La Profesora McGonagall fue la que me trajo la carta para Hogwats y me contó de mi vida. Ella es profesora en Hogwarts. Me contó que quien-creo-que-ya-sabéis mató a mis padres y que yo me salvé debido a que mi madre me teletransportó. Desde que me teletransportó, aparecí en un orfanato del mundo m-muggl...

- Muggle, así es como llamamos a los humanos. - le ayudó Ron.

- Gracias Ron. Bueno, pues llegué al orfanato y desde que llegué me pusieron de loca. Crecí allí trabajando duro todos los días. Aprendí a leer y a escribir yo sola colándome en las clases de un colegio. Sí, es muy loco lo sé. Bueno, luego llegó McGonagall, me contó todo esto y me llevó al Callejón Diagon a comprar todo. Y, el resto y lo habéis visto... - les dijo Darcy.

Ron y Harry escucharon atentos toda la historia que la ojiverde les contó. Estuvieron la mitad del viaje comiendo y contándose chistes. En un momento de viaje, una chica de cabellos castaño claro y rizado entró en el compartimento.

- Hola, soy Hermione Granger, ¿puedo sentarme aquí? En mi compartimento no cabe un alma... - les dijo espontánea.

Los jóvenes asintieron y le cedieron sitio. Comenzaron a charlar con la muchacha y esta les contó toda su historia: familia de Muggles, bruja de nacimiento... De repente, el chico de pelo rubio con el que se había chocado Darcy en el andén junto con otros dos chicos altos y rellenitos, se asomaron por la puerta.

- Vaya, vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Dejarme adivinar... Pelirrojo, pecas, ropa de segunda mano... Eres un Weasley. - le dijo a Ron.

- ¿Y tú? Vaya... pero si es el mismísimo Harry Potter... toda mi infancia escuché tu historia con Quien-tu-ya-sabes... - le dijo a Harry.

- ¿Y vosotras sois? - les dijo a las chicas mirándoles con asco.

- Soy Hermione Granger y ella es Darcy Healey. ¿Y tú eres? - respondió Hermione.

- ¿Qué ocurre? ¿Ella no tiene lengua para contestar? - les dijo uno de sus acompañantes refiriéndose a Darcy.

- - Cállate Goyle. Soy Malfoy, Draco Malfoy... un gusto.

Desde ese momento Darcy supo que ese chico les iba a traer problemas...

Corazón de Profecía (Draco Malfoy & Darcy Healey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora