El Don

8.5K 700 159
                                    

Todo sucedió el día de la elección para el torneo. Darcy caminaba por los pasillos con una montaña de libros en sus brazos dispuesta a depositarlos en su habitación. Había mucha gente en los pasillos por lo que le costaba mantener el equilibrio. Pudo vislumbrar a lo lejos como el grupo de Draco Malfoy se acercaba a ella. Sus nervios aumentaron. Se colocó sus gafas y siguió andando. Justo cuando pasaba a su lado, Pansy Parkinson, quien llevaba un vaso de zumo de calabaza en la mano, le puso la zancadilla y se lo tiró encima.

- Ups, lo siento. No te había visto. - dijo haciéndose la amable.

Darcy recogió como pudo los libros del suelo y buscó sus gafas palpándolo con cuidado.

- ¿Buscas esto, niñata? - le dijo Zabini alzando sus gafas.

- Por favor devuélvemelas, no veo nada sin ellas. Las necesito. - le dijo Darcy intentando ser amable, aunque su paciencia se iba agotando poco a poco.

Zabini le zarandeó sus gafas por encima su cabeza. Darcy era un poco más baja que el por lo que no llegaba. Le suplicaba que se las devolviese. Se le habían olvidado las lentillas y las necesitaba para ver.

- Devuélveselas Blaise. - le dijo Draco para sorpresa de Darcy.

- ¿De qué hablas Draco? ¿Ahora la defiendes? - le respondió Blaise.

- No perdamos no el tiempo con una Traidora de Sangre como ella. Vayamos a por alguien que merezca la pena. - dijo Draco.

Zabini, resignado, le devolvió las gafas y se fueron en la otra dirección. Darcy se las puso y miró en la dirección en la que se había marchado. Draco sintió la mirada de la joven y se dio la vuelta para mirarla.

- Gracias. - le trató de decir Darcy.

Draco le miró asombrado. Pese a lo que le había dicho, la chica le había agradecido que le devolviese las gafas. La muchacha lo dedicó una pequeña sonrisa y siguió su camino, dejando a Draco con una fascinación inmensa y un raro escalofrío en su espalda.

Darcy siguió su camino hasta la sala común cuando otro obstáculo, esta vez mucho más amable que el anterior.

- Vaus pardonnerez, vous savez où le bureau du Professeur Dumbledore est?(Perdona, ¿sabes dónde se encuentra el despacho del Profesor Dumbledore?) - le dijo Fleur Delacour en un perfecto francés.

Darcy se quedó boquiabierta al haber entendido perfectamente el francés. Nunca antes había aprendido a hablarlo. Eso era muy raro. Aún más cuando, al contestarla, le salió un francés impecable. Fleur le agradeció la ayuda y se marchó contenta. Darcy corrió a la sala de Gryffindor a contárselo a sus amigos.

- Hermione, no te lo vas a creer... - le dijo Darcy a su amiga, quien era la única que estaba en la torre.

- Sorpréndeme. - le contestó.

- ¡Se hablar francés! - le dijo Darcy nerviosa.

- ¿¡Cómo!? - le respondió Hermione extrañada. Sabía lo que había tenido que hacer para aprender a leer y escribir por lo que no le cuadraba que también supiese francés.

Darcy le contó lo ocurrido con Fleur.

- ¡A lo mejor eres políglota! - le contestó Hermione.

- ¿Poliglo... qué? - le dijo Darcy extrañada.

- Verás Dar, un políglota es aquel que sabe hablar muchos idiomas. En el caso de los magos es un don muy especial ya que puedes hablar con cualquier ser mágico que se te ponga delante.

- Oh, eso es genial. - le dijo Darcy.

- ¿Has probado a intentar entender nuevos idiomas? - le dijo Hermione.

Darcy negó con la cabeza dudosa. Hermione la cogió del brazo y tiró de ella hasta los jardines del castillo, justo donde se encontraban Victor y Georgi charlando.

- Chicos, hablar a Darcy en búlgaro. Lo que sea, cualquier cosa. - les dijo Hermione muy deprisa.

Georgi se levantó y cogió a Darcy de las manos, provocando que la ojiverde se sonrojase.

- Ako ste naistina krasiva Darsi dnes. Ne moga da chakam, za da tantsuva. (Hoy estás realmente preciosa Darcy. Estoy deseando bailar contigo.)

Darcy se sonrojó aún más al oír eso. No sabía si por lo que le había dicho o porque lo había entendido. Georgi la miró emocionado y le dio un beso en la comisura de sus labios.

- Hasta luego. - le susurró en el oído en búlgaro.

Darcy se despidió en un perfecto búlgaro y se fue con Hermione.

- Deberíamos hablar con Dumbledore sobre tu don. - le dijo Hermione.

- Estará en la torre de Astronomía, suele ir allí después de comer. - le dijo Darcy.

Las dos amigas subieron corriendo a la torre de Astronomía donde, efectivamente, Dumbledore se encontraba leyendo.

- Perdón que le molestemos señor director, pero, será mejor que vea esto. - le dijo Hermione.

Darcy le enseñó todo lo que podía hacer. Dumbledore no dudó ni un segundo. Era políglota, al igual que lo fue su madre. Estuvieron haciendo pruebas a la muchacha para comprobar cuantos idiomas sabia y entendía. Darcy llegaba a entender y hablar más de 75 idiomas.

- Es un don increíble Darcy, no lo desperdicies. - le dijo el director.

- No lo haré señor. - le respondió Darcy.

Y, junto con Hermione, se dirigieron a Hogsmade a por un par de cervezas de mantequilla para celebrar su nuevo don. Al bajar por la torre, oyeron algo parecido a la voz de una mujer. Se escondieron detrás de una columna y vieron a Draco Malfoy con una especie de Howler verde enfrente de él.

- ...No importa como sea mi Draqui. Aunque lo niegues, esas miradas de dejan petrificado, te fascinan. No es cosa de Magia Oscura, es cosa del destino. Estate atento a ellas y tarde o temprano descubrirás de que se tratan. Te quiero, Narcissa Malfoy. - dijo la carta.

Darcy y Hermione se miraron confundidas, ¿de qué hablaría la madre de Draco en aquel howler tan raro?


Corazón de Profecía (Draco Malfoy & Darcy Healey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora