Capítulo 23: Victima de las circunstancias

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Nosotros no somos capaces de decidir todo el tiempo. Muchas veces llego a creer que lo que no podemos decidir son las cosas más sencillas del mundo. No podemos decidir si llegaremos tarde el día de mañana, si perderemos el auto bus. No podemos decidir si el sol saldrá al día siguiente, no podemos decidir las pequeñas o grandes cosas que suceden, eso mismo es a lo que llamamos destino.

El destino es algo que nadie ha podido comprender a su totalidad. Tenemos control de él, pero solo parcialmente. Gran parte de nuestro destino son decisiones a nuestro alcance incluyendo a las que no. Pero no importa, de todas maneras sin el destino la vida sería demasiado aburrida. La vida es un regalo pero al parecer muchos prefieren mirar la caja en la que está envuelta en lugar de abrirla.

En cuanto a las decisiones debo decir que son demasiado fastidiosas y más cuando no se quieren tomar. Yo he sido víctima de las circunstancias en más de una ocasión, como cualquier persona. Y cualquier persona que intente seguir sin tomar esas mismas decisiones, es un poco indiferente llevar ese camino, porque usualmente es a lo que conduce la locura.

No puedo culpar a nadie acerca de las cosas que marcaron mi vida tanto para bien o para mal. Creo que por eso a las personas les gusta culpar a alguien superior que mora arriba, porque les gusta estar tranquilos pensando que había un responsable. Pero no quiero tocar ese delicado tema, me metería en cosas que me podrían en una situación demasiado incomoda. Seré honesto, la vida es una caja de sorpresas. Y como me dijo Rarity alguna vez por los días de otoño: "La vida se aprende a vivir en el momento que aprendemos a apreciar la belleza del dolor". Eso es verdad, si se aprende a querer todo de la vida, o en palabras más sencillas, si sacamos la bueno de lo malo, entonces cada quien podría alcanzar el mismo estado de felicidad que de seguro rodea a esas personas positivas.

Mas yo....soy un pobre optimista perezoso. La vida me trata tan mal, es fácil hacerme la víctima, supongo que como no puedo culpar a un ser superior que mora arriba, me gusta culparme a mí, eso se me facilita mucho las cosas.

¿Cuántos hoyos llevo? Quien sabe, perdí la cuenta después de nueve, perdí la cuenta después de empezar a sentir un dolor extremo en mis piernas y brazos. Pero nada me detenía. Applejack más de una vez intento convencerme de parar esto e irme a casa a pensar las cosas, y siempre se lo negué.

Lo peor de todo fue cuando Big Mac, quien creo que lo hizo a propósito, me dijo que los hoyos no estaban bien hechos y que debían ser más profundos y más anchos. Al principio me moleste, más no le mostré que era lo que pensaba, lo volveré a decir: No quiero darle la satisfacción de darme por vencido e irme.




Llevo aquí una semana sin detenerme, a veces cómo, a veces no. Siguiendo con mis habituales trabajos, yo cavaba como si fuera lo único para la que yo nací, mi objetivo en toda la vida ahora solo es cavar y cavar. El sol pegaba más fuerte que de costumbre, llegando a una temperatura de 35 grados. Algo cómodo para algunos pero el estar debajo de ese mismo sol durante alrededor de 4 horas no es nada agradable. En ese momento di un golpe muy fuerte entre la pala y la tierra, sin embargo mi mano no pudo soportarlo, el contacto intenso con la madera provocó mí mismo límite en las ampollas en mi mano derecha provocando que estas mismas se reventaran de golpe.

-¡Ahhh!-. Grite de dolor sin poder contenerme, solté la pala para con la otra mano sujetar mi mano herida e hice un poco de presión cerca de donde sangraba. Me recargue sobre la pared de tierra, ya que yo estaba dentro del agujero, apreté los dientes intentando no volver a quejarme -¡Maldición!-. Dije susurrando alto mirando como unas cuantas gotas de sangre se deslizaban de mi mano para caer sobre la tierra -¡Tenía que pasar justo ahora!-.

Un Suspiro en Canterlot High (Mlp Fanfiction)Where stories live. Discover now