Capítulo 19: Vida diaria

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La ansiedad me despierta temprano en la mañana, lo que aprovecho para preparar un desayuno saludable para Máximo, con la ayuda de SIS y sus instrucciones he aprendido algunas recetas y algo de nutrición, como dicen en el instituto "Cuidar de tu pareja incluye una alimentación saludable y balanceada". Aunque en este caso no sea más que una fachada.

Mientras corto algunos trozos de jamón de carne sintética para completar el plato, SIS me anuncia que Máximo se dispone a bajar, en respuesta me apresuro a ubicar los platos sobre la barra y organizar los vasos con la jarra de zumo nutritivo, justo en medio de los dos lugares.

La voz de Máximo no tarda en alcanzarme, en su pulcra figura matinal la irritación de la rasuración juega con las arrugas en la zona de las articulaciones de su traje. Su apariencia y sus impecables modales comienzan a sentirse habituales.

Un pequeño "Buenos días" de parte y parte da comienzo a nuestra opaca interacción diaria.

— ¿No más sándwiches? —pregunta al tiempo que toma asiento.

Estoy cerca de sonrojarme al recordar los siete desayunos que hemos compartido hasta ahora, pero la emoción no llega.

—No más. —Bajo la mirada y me giro hacia el plato, con una boba sonrisa en los labios.

Máximo revisa producto por producto la comida, sus ojos se deslizan con cuidado entre la fruta, el cereal y el jamón, y se detienen en el jugo verdoso antes de agradecerme. Su presencia sigue haciendo que cuide cada bocado como si fuera a cometer un error, pero él siquiera repara en mí mientras come.

Un pitido de baja frecuencia interrumpe los últimos bocados de Máximo. SIS anuncia un mensaje privado para él, que termina de masticar sus alimentos, llena sus pulmones y me mira, a mí que he clavado mis ojos en él desde que SIS le nombró. Retiro la mirada de golpe y pongo en mi boca un trozo fruta. Intento ignorarle, pero siento su mirada clavada en mi nuca. Al final no me entero de que va el mensaje.

Para cuando los platos salen del lavado, Máximo ya ha dejado la casa y me ha autorizado una salida de última hora, esta misma tarde.

Los platos de un cristal impecable ya no tienen rastro de los alimentos que unos minutos antes contuvieron, brillan y el jamón sobrante aun reposa sobre el mesón. Jamón de laboratorio. Queso de laboratorio. Comida de laboratorio. La carne solía ser obtenida de sacrificar animales, antes de que fuera ilegal cualquier acto de violencia contra las especies menos desarrolladas. Para mí comer animales es una barbarie, pero admito que me causa curiosidad su sabor.

Ya no se estudia la vida animal como en antaño, solo se deja existir, después de todo la última vez que interactuamos, los humanos casi acabamos con todos ellos. El tratado de preservación se cumple a nivel regional, lejano oriente mantiene una superpoblación que los ha llevado a instalar los primeros ecosistemas artificiales lunares, y sus tierras son totalmente citadinas. Y de los islámicos no sé conoce mucho. En días como hoy que estoy sola, le pido a SIS que me muestre el mundo, que me enseñe cómo funcionaba antes y cómo funciona ahora, como era antes de los chips. Y por supuesto, descripciones gráficas de los grandes mamíferos acuáticos, es una lástima que no sobrevivieran a los cambios climáticos extremos de fin de siglo, se extinguieron 20 años antes de la separación, podrían a ver sobrevivido como tantas otras especies marinas de menor tamaño, el mundo era bueno, antes de la tecnología auto-suficiente.

El mundo sería otro sin los nobles, no existiría ni un medio ambiente estable ni nuestra paz negociada y permanente. Intento pensar tan bien de ellos como me sea posible; pero ¿porque no me siento convencida del todo?

En la tarde, salgo por primera vez sola de casa.

A mi auto le toma cincuenta y cuatro minutos el recorrido desde casa hasta la zona de parqueo frente a la residencia de Elora. Cuando los vidrios me permiten la vista, una lujosa mansión como la que una vez espere fuese mía, se revela. Debo subir levantar la vista para ver su tope—como con Elora misma—, es de antiguo estilo tradicional europeo, rodeada de árboles, con una escalinata que da paso a una terraza en piedra llena de materas. Sé que al fondo encontraré enormes jardines y una gran fuente, todas estas mansiones respetan el mismo patrón.

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