Eres mía, Mia.

XI

Me desperté de repente. Sentía mi respiración agitada. Mire a mi alrededor. Me encontraba en una especie de castillo antiguo.

Me adentre a los jardines delanteros del mismo y vi a un hombre que se me hacia familiar hablando con la misma mujer de mi sueño. Me acerque mas a ellos y distinguí el rostro de la mujer. Nancy. Ella era la mujer de mi sueño anterior. Pero a diferencia del primer sueño, ella ahora estaba sin el bebe.

¿Que hacia ella aquí y con el?

- Nancy no podemos volver.

- John por favor, es tu hija de quien hablamos.

- No lo hago porque no quiera. No puedo. Traerla o visitarla, aun sin establecer contacto directo haría que se ocasione la posibilidad de que la encuentren. No me arriesgaré a perderla.

- ¡ES MI HIJA! ¡QUIERO Y NECESITO VERLA! - dijo Nancy rompiendo en llanto y abrazando a John.

- Lo siento, no puedo permitirlo. Por su seguridad y por la nuestra.

Nancy siguió llorando mientras el tal John la consolaba. Luego de eso, todo se volvió borroso otra vez.

Desperté de golpe, el sudor bañaba mi cuerpo. Mi respiración estaba entrecortada. Lo primero que vi fue a Ethan. Estaba mirándome expectante.

Rápidamente me pare y corrí hacia el. Lo abrace y el no tardo en corresponderme. Estaba harta de los desmayos, de los sueños, de todo. Solo quería ser feliz. Tener una vida normal.

- Mia...

- ¿Mmh? - pregunte acurrucada en su pecho.

- Te has desmayado mas veces de lo que murió Krilin.

Me separe de el con una sonrisa.

- ¡Eso no es verdad! El murió mas veces...

Ambos reímos y continuamos abrazados.

(...)

"Volveré a eso de las 6".

Claro ,seguro que todos los relojes se adelantaron 1 hora para que me confunda.

Me dijo; "Ponte mas linda de lo que ya, y a las 6 sal a la puerta".

Pamplinas y mas pamplinas.

Harta de esperar. Salí a caminar. A lo lejos pude ver a Dominic. Al verme sonrió.

- Mia, que linda que estas. ¿Vas con Etan?

- Si de hecho, lo estaba buscando.

- Si lo se, me lo cruce hace unos minutos. Dijo que te llevara con el. No quiero arruinar la sorpresa pero... preparó algo que te sorprenderá.

- ¿En serio? - mi corazón latió fuertemente.

- Sip, pero vamos. No lo hagas esperar. Esta ansioso.

Asentí y lo seguí. Me sorprendió que nos alejáramos tanto. Supongo que quería privacidad para lo que sea que tenga preparado.

Llegamos hasta una especie de cueva. Dominc me hizo señas para que entrara, me ordene el vestido que me había puesto y entre sonriendo.

Todo estaba muy oscuro, pero seguí avanzando.