XXII

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- ¿Que haces aquí? - dije enojado.

- Hola hermanito, ¿acaso no me extrañaste? - dijo en tono burlón.- Pensé que te sentirias solo, asi que traje unos amigos...

Mire detrás de el viendo a varios lobos y vampiros en posición de ataque. Entre ellos note a Jeremy. La sangre me hervia. Sabia que el idiota no era bueno. Lo sentí desde que lo olí, pero no podía hacerle nada por Mia.

- Podemos hacer esto por las buenas o por las malas. Dame a la chica, y todos estaremos felices. No me des a la chica, y habrá problemas.- sentenció.

- Claro, enseguida te la traigo. Te puedo ofrecer una taza de te ¿quieres? - respondí irónico.

- Por las malas será.- dijo mientras con su mano señalaba en mi dirección.

Parte de los lobos y vampiros saltaron sobre mi. Sabía que esto iba a ser un problema y estaba preparado para resistir, pero al momento de que atacaran, la puerta se abrió, dejando ver a varios a vampiros que al parecer venían a ayudarme...

Narra Mia.

No se porque, pero escucho todo. Cada palabra de lo que dicen. ¡Y estan en otro piso! No comprendo nada. Estoy asustada, frustrada y... ya no se que hacer.

Todo esto, todas las muertes que habrán, es mi culpa. No quiero morir, pero el pensar que por mi culpa matare a tantas personas...

Yo... yo no puedo seguir con esto. Debo parar las cosas. Necesito parar esto como sea. Aun si eso implica entregarme y... bueno, eso.

Lo mejor, es que mañana sería mi cumpleaños. Vaya forma de pasarlo.

Abrí la puerta y camine decidida hacia abajo, donde vi como una lucha se desencadenaba. Había ya algunos cuerpos inertes en el suelo y otros tantos apunto de estarlo.

Suspire mientras miraba la escena. Todo es mi culpa, esta es la unica forma.

- Basta.- dije captando la atención de todos.- Yo... yo me entrego a cambio de que dejen en paz a mis amigos. Esa es mi única condición.

- Bueno, bueno... parece que alguien si usa el cerebro aquí.- dijo con una sonrisa macabra.

- Mia, no. No lo hagas por favor. Lo resolveremos y...

- Promete que no les harás daño. Prometelo y me voy con ustedes.- corté a Ethan con lagrimas en mis ojos.

El asintió con su macabra sonrisa.

- Vamos. Ahora.- sentenció.

- Dejame despedirme por favor... luego no podre hacer nada, solo quiero decir adiós... - le suplique.

- Como quieras. Tienes 5 minutos.- comentó con desgano en la voz.

La mayor parte de todos salió, quedando solo Eric, Ethan, yo y un incómodo silencio que duro varios segundos.

- Eric.- comencé.- Gracias por todo lo que has hecho por mi. Por ayudarme a entrenar y darme refugio aun sin saber de mi. Eres una gran persona y lamento si alguno de tus amigos murio en la pelea por mi culpa, lo lamento de verdad...

Me acerqué y lo abracé mientras lloraba. El correspondió el abrazo y me susurró un "todo esta bien" que, aunque no logró tranquilizarme, pudo calmar un poco mi dolor.

Mire a Ethan al separarme y Eric salio de la habitación, dejándonos solos.

- Mia, no por favor.- fue lo primero que dijo mientras me miraba fijamente.

Yo negué con la cabeza lentamente y dije:

- En mi memoria y en mis labios está aún la huella de tus besos. Por el amor que nos tuvimos, nunca la olvidaré. Ahora es el momento de la despedida, donde nos  desearemos la mayor felicidad que podamos alcanzar, aunque dudo que sea mucha... Te amo Ethan, lamento todo esto. Espero que puedas perdonarme por todo el mal que he causado y si en algún momento nos volvemos a encontrar... que sea eterno.

Lagrimas corrían por mis mejillas mientras miraba sus profundos ojos, de los cuales tambien brotaban lagrimas. Acaricie con mi mano su cara por ultima vez, sintiendo como su piel reaccionaba a mi contacto. Sonreí.

Avance hacia la puerta sin mirar atrás. Sabía que si lo hacia no podría irme jamas.

No se que me pasará ahora. No se si me mataran, o me torturaran, no se nada. Lo único que se, es que desde ahora vendrán los verdaderos problemas...

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2017 ⏰

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