Deseos Prohibidos

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Ver a mi hermana sentada con su corona en el Trono de Hierro me ponía los pelos de punta, ¿cuándo iba a parar con su maldad? ¿Por qué sacrificar tanto por algo tan mísero como un trono? Llevaba varios días intentando esquivarla, no quería tener nada que ver con ella.

Después de tantas cosas que había hecho por su amor...y ahora sabía que lo que ella siempre quiso fue el poder absoluto sin importarle las consecuencias. Se había convertido en una asesina, puede que ella fuera quien diera las órdenes de matar, pero eso no la libraría de ser lo que era.

¿Por qué? Volví a preguntarme de nuevo mientras recorría los jardines de Desembarco. Me senté en un banco en frente de la ventana de su habitación. En su interior Cersei daba vueltas con una copa de vino en su mano y se tocaba continuamente la corona mientras sonreía sin parar.

"¿Para esto maté yo al rey loco? ¿Para que ahora nos gobierne alguien así?" Pensé en voz alta sin dejar de mirar su habitación. Entonces vi que se alejó unos centímetros de su posición, le abría la puerta a alguien.

Qyburn, ese maldito...le había estado comiendo la cabeza a mi hermana desde que llegó a Desembarco del Rey...pero no podía hacer nada contra él, pues sin su ayuda hubiera muerto por una infección en mi mano si no me la hubiera curado antes.

La luna comenzó a aparecer sobre el cielo gris de la tarde, me puse en pie y paseé unos últimos minutos antes de retirarme a descansar.

Una vez en mi alcoba no pude evitar odiarme a mí mismo por amar a aquella mujer. Pero la odiaba, era amor y odio al mismo tiempo y estaba realmente confundido. También tenía miedo, miedo porque cuando la vi regocijarse en el salón del trono me entraron ganas de estrangularla con mis manos.

A la mañana siguiente fui a por mí caballo a las cuadras, le puse la montura y salí a dar una vuelta por Desembarco, o más bien, por lo que quedaba de él.

Entré en una taberna a tomar una cerveza, me senté al fondo de espaldas y llamé al tabernero.

Después de un rato meditando alguien me tocó el hombro.

"Sir Jaime." Dijo una voz femenina que conocía a la perfección.

"Lady Brienne." Respondí con una media sonrisa.

Verla allí delante de mí me agradaba, seguía llevando puesta su armadura y la invité a que me acompañara en la mesa.

"¿Venís en son de paz o dispuesta a declararle la guerra a alguien?" Pregunté en tono divertido.

"Vengo a visitar las tumbas de Margaery y sir Loras, ¿y vos? Es pronto para empezar a beber."

"Tengo que olvidar a una mujer." Oí como tragaba saliva.

"Así no olvidaréis sir Jaime." Respondió.

"Qué descortés soy, no os he ofrecido nada. Adelante pedid lo que más os guste, estáis invitada."

Un Lannister siempre paga sus deudas y yo con ella tenía demasiadas.

Me levanté soltando varias monedas en la mesa.

"Tendréis suficiente con eso."

Salí por la puerta dejando tras de mí a mi antigua compañera de cautiverio por la que en su momento llegué a sentir algo más que admiración, pero ese sentimiento ya estaba más que olvidado o quizás no, quizás aún sentía algo muy pequeño que fuera por aquella mujer pero no podía afirmarlo con total seguridad.

Aquella tarde no volví por el castillo hasta después de las comidas. Pasé junto a la habitación de mi hermana.

Quería hacer el amor con ella, era algo que me asqueaba bastante pero era una obsesión y no la poseía desde mi marcha hacia la conquista del Aguasdulces y tenía unos deseos que satisfacer. Con más rabia que amor llamé a su puerta.

Juego de Tronos (Fan Fic)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin