Voy a escribir Fanfics de esta maravillosa serie. Podeis dejarme en los comentarios sobre que parejas, batallas o muertes os gustaría leer. Y haré todo lo posible para que sean de vuestro agrado.
Fue en medio del conflicto cuando la observé salir corriendo, de no ser por mi posición de guardaespaldas del idiota de Joffrey yo hubiera hecho lo mismo. Pero entonces me di cuenta de que algo no iba bien, ella intentaba escapar de una situación de la que no tenía ninguna culpa, pero varios hombres la siguieron detrás.
Me costó llevar al rey hasta la Fortaleza pero una vez que lo dejé tras la puerta fui en busca de su prometida. Escuché su voz, pidiendo clemencia, y me asomé al callejón desde donde venían unas risas, típicas de los hombres borrachos. Nunca entenderé porque se ríen cuando beben, cuando yo me embriago solo me apetece partirle la cara a alguien.
Aquellas risas me estaban poniendo nervioso, entonces vi como la tiraban al suelo y agarré la empuñadura de mi espada para desenvainarla. Avancé hacia ellos que intentaban inútilmente violarla. Cuando me vieron me insultaron y salieron corriendo. Había llegado un poco tarde, el vestido de la chica Stark está roto por varios sitios pero afortunadamente no les había dado tiempo a violarla.
Le ofrecí mi mano para ayudarla a levantarse. Si le hubiera pasado algo y Joffrey hubiera sabido que yo estaba por allí sin hacer nada no me lo perdonaría, ese monstruo se cree que solo él puede lastimar a la chica. Tomó y mano y me miró a los ojos, por primera vez. En ese momento descubrí que a pesar de su juventud y ser casi una niña, era muy hermosa.
Tenía sangre en la comisura de los labios y en una mejilla. Le acerqué un pañuelo y se lo ofrecí.
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"¿Estáis bien?" Pregunté mientras le quitaba un poco de sangre de sus pequeñas heridas.
Ella se limitó a asentir con la cabeza sin emitir sonido alguno. Lo más probable era que mi fealdad la había asustado, como pasaba con todo el mundo, ya estaba acostumbrado y no iba a esperar unas gracias de su parte. Entonces se puso a llorar.
"Vamos pajarito, no llores. Ya ha pasado. Te llevaré a la Fortaleza."
Me giré para poner rumbo allí pero algo me detuvo. Una mano blanca como la nieve me agarraba del brazo.
"Por favor...no puedo volver allí...no quiero..." Respondió cabizbaja. "Joffrey me pega y me humilla y Cersei me odia. No quiero volver allí, ayudadme por favor."
Era típico de las mujeres sollozar para conseguir lo que quieren. Per o yo no sucumbiría a sus lágrimas. Conmigo eso no funcionaba.
"Es mi deber llevarte de nuevo con el Rey. No llores más, si no llega a ser por mí estarías en una condición aún peor chiquilla."
Sansa continuó llorando y avanzó por delante de mí.
"Entonces vamos...cuanto más tarde más se enfadará Joffrey." Dijo casi en un susurró secándose las lágrimas.
"Le diremos lo que ha pasado y ya está."
El camino de vuelta a la Fortaleza lo hicimos en completo silencio. Cuando llegamos a las puertas ordené que nos dejaran pasar y Joffrey salió a nuestro encuentro.
