Lord Nieve y la Chica Salvaje

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"Si morimos, moriremos. Pero antes viviremos." Respondió Ygritte mirándome a los ojos en el acantilado desde donde se podía contemplar el muro.

Días atrás había roto con mi juramento como hermano de la Guardia de la Noche. Había hecho el amor con aquella salvaje pelirroja, en el interior de una cueva y volvería romper mi juramento una y otra vez si fuera por ella.

"¿Estás de nuestro lado Jon?" Preguntó apartándose un mechón de pelo de su rostro, me quedé mirándola, era la salvaje más bella de todo el más allá del muro.

"Claro que estoy de vuestro lado, ¿qué más pruebas necesitas para saberlo?" Pregunté en tono seco pero sin parecer enfadado.

Ygirtte me sujetó la cara con sus guantes y me besó en los labios.

"¿Cuándo atacaremos?." Preguntó a Mance Rayder.

"Esta noche." Respondió el jefe de los salvajes sin pestañear. "Jon Nieve, no nos falles. Si veo que te pasas al otro bando, reza porque mueras esta noche y no te mate yo mañana."

Muy a mi pesar no quería luchar junto a los salvajes, si sobrevivía al día siguiente mis propios hermanos acabarían conmigo por traicionar a la Guardia.

Los salvajes, levantaron un pequeño campamento. Los últimos gigantes, Wum Wum y Mag transportaban las armas.

Caminé hacia Ygritte que tensaba la cuerda de su arco con la mirada fija en un punto.

"¿Está nerviosa la salvaje más bella de todas?" Pregunté mientras me sentaba a su lado.

"No le temo a la muerte Jon Nieve." Respondió sin parpadear.

"Eso es bueno pelirroja." Continué mirándola a los ojos.

La salvaje bajó su mirada hacia mí durante unos momentos.

"¿Vas a quedarte ahí sentado mirándome todo el rato?" Preguntó.

Afirmé con una sonrisa. No podía dejar de pensar en la cueva. Pero algo en mí cambió en ese mismo instante, una idea me nubló la mente y sentí un escalofrío en mi nuca. Quizás la perdiera en la batalla, a mi salvaje. Me puse de pie y marché en sentido contrario al campamento.

Escuché los pasos de Ygritte que me seguía a paso ligero.

"Ygritte ahora no. Quiero estar solo."

Continué mi marcha a paso acelerado, con el corazón en un puño y apretando los dientes. Ygritte iba gritando mi nombre por detrás hasta que me di la vuelta.

"¿Que te ocurre cuervo?" Preguntó acercándose demasiado a mi cara. Sus facciones eran perfectas. Me podía perder en ellas durante horas.

"Temo perderte esta noche." Dije muy a mi pesar.

"Si morimos..."

"Si, si, eso ya lo se. ¿Por qué no olvidar esta maldita pelea? Os superan en numero y armas."

"¿Quieres olvidar Jon Nieve? Está bien, olvidemos entonces." Dijo soltando su arco y dejando caer las flechas sobre la nieve.

Me cogió de la mano y andamos no mucho pero si lo suficiente como para que nadie nos pudiera ver...ni oír.

Y ahí, en medio del frío y de la nieve mi salvaje se desnudaba para mí. Sus pezones hacán saber que tenía frío.

"Vas a enfermar."

"No le temo a la enfermedad." Dijo mintras se bajaba los pantalones y dejaba al descubierto su vagina.

Sin quitarle la vista de encima pregunté:

"¿A qué le tienes miedo tú?"

Ella sonriendo se acercó a mi boca y susurró.

"Solo te tengo miedo a ti...a nosotros."

Y tras aquella frase me besó en los labios. Ese beso fue suficiente para hacernos entrar en calor. La apreté junto a mí y ella me mordió el labio jugando.

"Repitamos lo que pasó en la cueva. Quiero que vuelvas a hacer eso que hacías con la lengua."

Me quité las pieles lo más rápido que pude y la senté sobre mí. Fantasma apareció acechando a lo lejos e igual de sigiloso que había aparecido se fue.

Éramos un solo ser en medio de la nada. Los dos disfrutábamos del cuerpo del otro, pero..¿era esto una despedida?

El sol comenzaba a ocultarse tras las montañas del horizonte. En mis brazos abrazaba a mi pelirroja que respiraba despacio.

"Es la hora Jon Nieve." Dijo incorporándose.

"Si." Dije poniéndome de pie y sacudiendo la nieve de mis pieles. Nos vestimos pronto.

En el campamento todos estaban preparándose para la batalla. Tormund matagigantes daba vueltas sobre pensativo y Mance Rayder desafiaba con la mirada las paredes del muro.

Perderemos, estaba claro. Debíamos huir de allí, no podía permitir que Ygritte muriera, la amaba.

"Huyamos." Le susurré en el oído.

"¿Qué estás diciendo?" Preguntó boquabierta.

"Digo que aprovechemos cualquier oportunidad para huir. Nos matarán a todos, si sobrevivo me colgaran por traidor y si sobrevivo y tu mueres no me lo perdonaré nunca."

Ygritte se quedó callada pensativa.

"No sabes nada Jon Nieve."

Mance dio la orden de avanzar y todos los seguimos, aunque mis pasos eran lentos, intentaba quedar lo más atrás posibe para agarrar a mi salvaje y huir donde pudieramos ser libres. Empezaríamos todo de cero sin importar si eramos un bastardo o una salvaje.

A unos doscientos metros del muro el vigía dio la señal de alarma en cuanto nos vió. Los gigantes corrieron hacia las puertas para derribarlas mientras otros salvajes escalaban las frías paredes de hielo.

Mag cnsiguió derribar la puerta principal y abrir paso hacia el interior del castillo negro. Los salvajes entraban corriendo, gritando y alzando sus armas contra la Guardia de la Noche. Perdí de vista a Ygritte durante el asalto. Y no me quedó más remedio que buscarla, peleando contra mis propios hermanos.

Alliser me vio. Finjí por un momento que luchaba junto a él pero estaba seguro de que no se lo creía, me odiaba desde el primer momento y si me descuidaba me mataría con sus propias manos. Entonces a lo lejos en unas escalera ví a Ygritte, disparaba flechas a todas partes.

Me costó trabajo alcanzarla. Varios salvajes yacían sobre el suelo. Mag había sido derrotado atravesado por un hacha en la cabeza y Wum Wum gritaba buscando venganza.

"Sigueme." Le dije a Ygritte cogiéndola del brazo y guiándola hasta una pequeña puerta. Una vez dentro la besé.

"Has perdido a muchos de tus hermanos, algunos hasta los he considerado amigos, a ti no voy a perderte."

"Vivamos, Jon Nieve."

Y tras esas palabras salimos corriendo, esquivando flechas y puñetazos. Saltándo sobre cadáveres y sin mirar atrás. Una vez fuera del castillo negro la abracé muy fuerte y corrimos hacía delante para empezar juntos una nueva vida. Agarraba su mano en la carrera hasta que se soltó de repente.

Me giré para ver que había pasado y me dí cuenta de que se había caído. Corrí de nuevo a su lado y mi mirada se llenó de temor. Una flecha le había atravesado la nuca y había acabado con su vida. ¿El responsable? Olly...un chico de 8 años que había ingresado en la Guardia de la Noche porque los salvajes mataron a sus padres. Y esta era su manera de vengarse. A él le habían quitado a las personas que más amaba y él me había hecho lo mismo a mí.

Le miré y sonriendo dio media vuelta. Llorando abracé a Ygritte. Un pensamiento nubló de nuevo mi mente.

"Adiós mi amor.." Dije entre lágrimas. Desenvainé mi espada y me atravesé el corazón con ella, lo último que vieron mis ojos antes de cerrarse fue el rostro de mi salvaje, de la mujer que amaba.


Juego de Tronos (Fan Fic)Where stories live. Discover now