Capítulo 6. "Desfile de tributos"

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El Capitolio. Panem.

Camino detrás de Naveen y vamos a la planta baja del Centro de Renovación dónde nos encontramos con Chad y su estilista, Kya, una mujer con el pelo larguísimo y liso que se lo recoge con una felpa. Su cara está adornada por un par de tatuajes. Kya se acerca a nosotros con una radiante sonrisa y se acerca para darme dos besos.
-¡Hola! Soy Kya. Veo que te queda perfecto el traje ¿no?-Dice, con voz chillona.
-Deanne. Sí, el vestido me encanta.-Sonrío débilmente.
Detrás de ella aparece Chad, muy erguido y mirándome con indiferencia. Va vestido con la misma finalidad que yo: convertirse en planta. El nacimiento de la planta comienza en su entrepierna tapando todo y se va enredando por todo el cuerpo. Su pelo lo corona una diadema que puede recordar a una rama de parra, pero si entiendes algo de herbología, sabes que no. Me mira de arriba a abajo y aparto la mirada, incómoda.
-Tenemos una sorpresita para ambos.- Dice Naveen muy ilusionado, mirando a Kya.
Le miro con curiosidad y llega Suzanne con una pequeña bolsa de la que Kya saca una especie de barra que coge y la coloca tras la espada de Chad, mientras Naveen saca otra igual, tal vez algo más larga, que coloca en la mía.
-Esto creará un efecto óptico que será como si derramaseis hojas muy verdes, de distintos tipos y distintos tamaños.
-Inspirado en el diseño de una Vencedora del 12 de los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre, conocida como la Chica en llamas.
Me acuerdo de ella, y de su historia.
-¿Cómo debemos reaccionar?-Pregunto, ya que nadie dice nada.
-No sé si será mejor que vayáis indiferentes a todos o que saludéis y tal.
Me encojo de hombros, si no lo sabe él, ¿lo voy a saber yo?
-Chad, tú siéntete orgulloso de ti mismo, saluda pero que quede claro en todo momento quién es el centro de atención.-Le dice Kya.
-Y tú, Deanne, mejor sigue con lo que hiciste el día de la cosecha: asustada pero debes ser muy dulce, ¿entendido?-Aconseja Naveen.
Llegan los carruajes de caballos y dos hermosos ejemplares blancos se paran delante de nosotros. Chad se sube sin problema y mi estilista me ayuda hasta que estoy arriba.
El primer carruaje comienza a salir, el del Distrito 1, cuya industria es la fabricación de lujos para el Capitolio y los dos tributos van vestidos elegantes, muy elegantes y con trajes que imitan el color del diamante. El Distrito 2, que fabrica las armas, trenes y agentes de la paz van vestidos recordando a estos, vestidos de blanco y negro pero imponiendo como profesionales que son. El Distrito 3 va algo extraño, su trabajo es la tecnología y lo reflejan con una especie de chips y elementos del circuito de un ordenador. El 4, de la pesca van representando unos tiburones(un poco extraños) y cómo son profesionales, intentan intimidar con todo lo que tienen. El 5, representa la energía y su traje es de los más bonitos de la noche, ya que se centra en los rayos y truenos, colocados por todo el cuerpo iluminándose. El 6 es de los más difíciles de buscar traje, ya que este distrito se encarga del transporte. Nuestros caballos comienzan a andar y se abren las puertas para el Distrito 7. Miro a Chad y me asombro de lo bonito que es el efecto óptico del cual hablaban nuestros estilistas es...hermoso. La gente vitorea y señala a los tributos entonces recuerdo para qué estamos vestidos así: necesitamos conseguir patrocinadores que nos salven la vida.
Levando la mano no sin esfuerzo, ya que no me apetece nada saludar a esta gente y la muevo, tímidamente, como acordé con Naveen. Nos llueven pétalos de rosa de distintos colores. <<Buen trabajo, Naveen.>> Pienso.
Sonrío levemente, lo suficiente para que la gente note el esfuerzo. Miro a todos lados y veo a Chad, con la mano levantada y sonriendo, hace a la perfección lo que le ha dicho Kya.
Llegamos al círculo y se asoma el Presidente Snow...el creador de los Juegos del Hambre. A nuestro lado comienzan a pasar los carros que faltan: el de los tributos del 8, que como se encarga de los téxtiles van vestidos como muñecas de trapo; el Distrito 9 parece que va vestido de espiga, ya que su industria es el grano; el 10 son unos trajes cortos de vaca, de los mejores de este distrito; los tributos del 11 van de granjeros y coronas de parra, ya que el 11 trabaja la agricultura y por último el 12, con trajes de mineros consumiéndose entre las llamas. Fue un gran invento el de la Chica en llamas, ya que últimamente los tributos del 12 no se alejan demasiado de la temática del fuego porque es muy ridículo ir de mineros.
Suena el himno del Capitolio y el presidente comienza a hablar:
-¡Bienevenidos, bienvenidos, bienvenidos! Tributos, bienvenidos seáis. Gracias por vuestro valor y sacrificio. Felices Juegos del Hambre y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte.-Dice, con una sonrisa forzada y amarga.
Aquí estamos, frente a la mansión de Snow, un hombre bajo y delgado con el cabello blanco como la rosa blanca que suele llevar en el bolsillo de su chaqueta.
Los carros comienzan a andar otra vez y me atrevo a mirar a mi compañero.
-Ojalá se muera ese hombre.-Dice Chad cuando se da cuenta de mi mirada.
Llegamos a la parte baja del Centro de Entrenamiento y los equipos de preparación y Suzanne se acercan para felicitarnos.
-Habéis estado increíbles.-Comenta Suzanne.
Comienzo a mirar más allá de las personas que nos felicitan y me encuentro con la mirada del chico del Distrito 1, es muy alto, musculoso, de piel bronceada, cabello oscuro y ojos oscuros...que me recuerdan a Dylan, a casa...¡Maldita sea!
Me doy cuenta que me estoy quedando atrás cuando ellos ya están a dos metros de mí.
-Vamos a nuestros aposentos, hoy ha sido un día larguísimo.-Dice Suzanne.-Está en la séptima planta y a pesar de ser todos iguales...preferiría el Distrito 12...¡Es broma!-Ríe.-Es que el 12 está en la última planta y, simplemente no es lo mismo.
Venga, vamos a la prisión.

LOSS. (FanFic The Hunger Games)Where stories live. Discover now