Entonces su boca se llena de sangre y abre los ojos de par en par. Cae de rodillas. Su atacante está a su espalda sujetando aún el borde de la espada.
Un cañonazo.
Nathan. El chico del 1. Sus ojos oscuros se clavan en mí y sonríe.
Antes de que yo me de cuenta de que hay alguien detrás de él, Nathan se da la vuelta y con la espada -de cuyo filo gotea la sangre de la chica del Distrito 2- le hace una raja en el estómago, cortando la camiseta del chico del 2. El del 2 le clava la lanza que llevaba en la mano a Nathan en el estómago. Intintivamente cojo el arco de Jackie, lo cargo, apunto. Recuerdo en los entrenamientos, cuando Nathan me ayudó. Cierro los ojos, me translado al pasado. Suelto la cuerda y cuando abro los ojos veo el cuerpo del chico del 2 caer con la flecha en el corazón.
Un cañonazo.
Nathan cae y me acerco a él.
-¿Por qué? Podías haberme dejado morir.
-¿Sabes? Quería odiarte -habla cómo si esto fuera una conversación normal entre amigos -, pero no podía. Es imposible no querer protegerte -voy a hablar y me interrumpe, se rompe con una mano una pulsera de cuerda y me la da - Era de mi... -le falta el aliento- hermana. Devuélvesela. Por favor.
-Tendrías que devolvérsela tú -Ya estoy llorando, cómo la niña llorica que soy-.
-Pero no puedo -Sonríe-.
-Está bien. Lo haré. Tengo que compensar tu sacrificio de alguna forma.
-Sabía que eras la única que lo haría.
-Adiós...
-Suerte.
Y se escucha el último cañonazo de los 79° Juegos del Hambre.
Me levanto, pero mis piernas, flágidas y sin fuerza me vuelven a dejar caer. Me encojo sobre mí misma, con la cabeza en las rodillas. Y lloro. Lloro por todo lo que he visto y nunca olvidaré. Mi dolor es demasiado grande y horrible para destruir con unas lágrimas.
Suenas unas trompetas de victoria.
-¡Damas y caballeros, la vencedora de los Septuagésimo novenos Juegos del Hambre! ¡Deanne Delaney!-Dice la voz de Cladius.
-¡Cállate!-Chillo tanto cómo me permiten mis pulmones. Mi garganta se desgarra, pero da igual. Todo da igual.
He perdido tanto en esta maldita competición.
Mi memoria recuerda todo: el baño de sangre, la muerte a manos de Jackie y yo, el valle, la tortura a manos del chico del 2, la muerte de Jackie, la horca de Chad, mi tortura, mi salvación, la muerte de Nathan.
Vomito y vacio el estómago.
Chillo cuando unas manos se aferran a mí, intentado levantarme. Pero yo solo veo oscuridad y sangre. Sangre y oscuridad.
¿Hay tanta diferencia?
Mi vista vuelve, enfocando todo con un estraño efecto oscuro. Me revuelvo, colpeando con puños, codos y rodillas. A uno le doy en la nariz y ne suelta. Me dejan caer al.suelo y yo me arrastro hasta el cuerpo sin vida de la chica del 2. Estiro la mano todo lo que puedo y agarro el cuchillo con el que pensaba matarme, que había dejado caer cuando Nathan la mató. Cuando lo cojo siento la fría empuñadura. No se por qué hago esto. Me guardo el cuchillo en la bota justo cuando el agente de la paz con la nariz sangrante me agarra del tobillo y tira de mí.
Mi vista vuelve a ser negra, total, ya no hay nada que ver.
Lo último que siento antes de dormirme es un pinchazo en la espalda, entre los omóplatos.
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LOSS. (FanFic The Hunger Games)
फैनफिक्शनCuando crees que todo va bien es que algo malo va a ocurrir. Deanne vive con su familia, feliz, pero su nombre aparece en el papel que ha salido de la urna de las chicas para ir a los 79º Juegos del Hambre. El Capitolio acabó con el Sinsajo de la re...
