XI

1.8K 253 159
                                    

El llamado William dirigió su vista hacia él y le inspeccionó de arriba a abajo. Frank no pudo evitar sentirse ultrajado bajo su poderosa mirada. A pesar de la relativa oscuridad de aquel sitio, sus redondeados ojos cobrizos se dejaban ver con vivacidad. A Frank le recordó la mirada de una serpiente venenosa.

Sonrió con malicia y volcó nuevamente su atención en Gerard.

— Dime, ¿este de aquí es tu nueva mascota? Como han bajado tus gustos, amor mío —bufó. Su burla provocó la risa de sus dos acompañantes.

— No te atrevas a volver a llamarme así —espetó Gerard, con odio evidente en su voz. Sin embargo, al castaño no pudo importarle menos.

— Siempre tan cariñoso. Veo que nunca cambias. Pero recuerda que tus amenazas no funcionan conmigo.

Frank miró al pelirrojo. Se sentía metido en una situación ajena de la cual no quería formar parte, y la forma en que le miraba el sujeto le hacía sentirse incómodo.

— Gerard, ¿quién es él? —preguntó, usando el tono de voz más menos audible posible. Pero al parecer, aún así su pregunta no pasó desapercibida por el joven.

— Oh, lo siento. Mi error —sonrió con falsa simpatía. Levantó su mano y Frank pudo ver un anillo con una piedra roja brillar en su dedo— He de suponer que Gerard no te ha hablado sobre mí. Permíteme presentarme y ahorrarle las molestias. Soy William, solía ser su novio. Bueno, 'novio' no es mi término favorito para denominar lo que tuvimos. Pero... En fin. Fue hace mucho tiempo, dudo que le agrade hablar de lo nuestro con la nueva persona a quien se coge. ¿Eso sería incómodo, no es verdad? Dime, ¿ya te ha llevado a la cama o aún está en proceso?

— Vete de aquí —irrumpió Gerard, obviamente molesto con la presencia del otro. Se veía tenso; cada músculo de su cuerpo preparado para atacar y al mínimo toque la tormenta se desataría— Tú y tu gente no son bienvenidos en este lugar.

— Disculpa, estoy hablando con el niño —dijo, como si fuera lo más obvio— Enseguida regreso contigo, cariño. Ahora, ¿cuál era tu nombre? Creo no haberlo oído.

Frank titubeó, se removió un poco en su lugar. Ese sujeto parecía ser alguien demasiado astuto; probablemente lo era igual de peligroso. No le agradó en absoluto. Algo en él inspiraba desconfianza innata, incluso aún más que Gerard la primera vez que lo había conocido. Eso decía mucho.

— Es Frank.

— Frank —repitió, como si fuera necesario— Me gusta ese nombre, es... Interesante.

Gerard avanzó unos pasos cuando William hizo ademán de querer acercarse a él. El castaño se detuvo ante su acción, mirándolo atentamente.

— No. No lo metas en esto.

— ¿Pero qué es esto? —preguntó con incredulidad, luego soltó una risita— ¿Acaso veo un pequeño astibo de importancia de tu parte hacia este chico? ¿Pero qué estoy diciendo? A ti no te importa nadie, solo tú mismo.

Frank observó como ambos jóvenes luego se riñeron en una feroz pelea de miradas asesinas. Había mucha tensión entre ambos, era algo que podía verse a kilómetros. Por poco temió que comenzarían una pelea allí mismo, puesto que parecían estar dispuestos a hacerlo. A pesar de que el castaño era más alto que Gerard, no parecía intimidado. Luego la vista del pelirrojo se posó en los sujetos detrás del castaño. William también lo notó.

— ¿Recuerdas a Brendon y Spencer?

— ¿Cómo podría no hacerlo? —señaló— Solían ser de los míos, hasta que me traicionaron y se fueron contigo.

Hot ↠ FrerardWhere stories live. Discover now