Capitulo 18 🌟Editado🌟

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(Bronte)

No sabía nada de esos diamantes, mi padre no me había contado absolutamente nada, pero si es así y lo de esos diamantes es cierto debemos hacer todo lo posible para que Hades no obtenga el de la sirena.

Me acerque a los chicos, no sabía quién había estado en el Olimpo y quién no, los únicos que podía decir era de Aaron y obviamente Brais, pero el resto no tenía idea si habían entrenado, o no. Llamé a Brais y Aaron para poder hablar del modo que íbamos a entrenar.

– Opino qué debemos separarnos en tres grupos así será más rápido – dijo Aaron y eso sonaba muy bien – yo elegiría a los que tengan un poco de sabiduría, algo así como Esteban, Tomás y no lo sé creo que Héctor necesita entrenar y muy duro.

– Yo elegiría a los que tienen poderes –  hable esta vez – creo que Sefrain, Verone y Paolo me vendrían bien, para poderlos ayudar a controlar su magia y ayudarlos con armas.

– Claro y a mi me toca a Peter, Aquiles y Angelo – estaba enojado, podía ver como una quemadura quedó en su cuello – con Peter no tengo la mejor relación, Aquiles no está de acuerdo conmigo y ni hablar de Angelo que básicamente anda de perrito con Aquiles.

– Aquiles y Peter usan arco y flecha, puedes con ellos así que andando a entrenar – Aaron se fue con su grupo, mientras Brais de mala gana se iba con su grupo, mire a los chicos – deben empezar con canalizar su energía, será difícil al principio pero lo sentirán por sus venas el poder que tienen.

– Es algo inútil que digas eso Bronte, entrene un año con mi padre – Sefrain sacó una bola de fuego de sus manos, yo saque un rayo, creo que esto será emocionante.

El lanzó una bola de fuego pero la detuve con mi rayo, me acerque a él di un salto y roce su mejilla con mi rayo provocando que saliera un poco de sangre, su cabello empezó a tener un poco de llamas y sus venas se notaba como especie de lava. Se acercó a mí y lanzó una bola de fuego a mi pierna ¡Demonios! Esto ardía como la mierda, le lance un rayo y este cayó en su brazo haciendo que el cayera al suelo.

– Vaya peleas genial, considero esto un empate – le estreche la mano, Paolo nos curó a los dos – bien Paolo es tu turno, bien se que tu padre tiene su historia quiero ver que heredaste de él.

De sus manos sacó un arco y flechas, esas armas tenían luz de sol en ellas, así que me prepare. El me tiro su primera flecha que cayó perfectamente en mi mano, luego sentí como si algo me carcomiera. Bien jugado, el padre de él también era conocido por ser un Dios maligno y podía provocar enfermedad, me levante saque mi espada y me acerque a él, empezamos un combate, con mi pierna izquierda hice un movimiento para que cayera al suelo me puse encima de él y puse mi espada en su cuello mientras con la otra mano le puse un rayo en la cabeza.

– Bien jugado Paolo, pero debes practicar en tus movimientos – el asintió – oye, deberías curarme – y así lo hizo el me curó – ahora Verone, debes canalizar, empieza con cerrar tus ojos y concentrarte – eso hizo – bien, imagina el agua, imagina cada gota de agua, ahora siente que este pasando por tus venas – puse un poco de agua en su frente, de un momento a otro estaba haciendo una serpiente de agua, pero esta serpiente la atacó a ella – debes concentrarte, solo concéntrate a quien quieres que ella ataque – la serpiente dejó de atacarla y se enroyo en mi cuello, tomé un rayo y la deshice – ¿Necesitas practicar más?

– Solo dame unos minutos.

Los Hijos De Los Dioses (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora