I - De Mentiras & Misterios

3.4K 325 72
                                    

Domingo, 19 de septiembre de 1885.

La Dansé des Merveilles, Montecarlo (Francia)

Hall Principal / Dormitorios

Antes de cruzar la gigantesca puerta de la Academia, Fleurie respiró hondo, preparándose física y mentalmente para lo que estaba por venir. Su figura entró al vestíbulo con gracia, evitando una innecesaria exclamación de sorpresa ante tanto lujo. No hacía falta ser un gran erudito para deducir la cuantiosa suma de dinero que supuso construir una edificación como aquella, y eso sin tener en cuenta el mantenimiento.

Los ojos de Fleurie recorrieron ensimismados las exquisitas pinturas colgadas en las paredes, los sillones y mesitas que incitaban a un descanso de varias horas, las figuras decorativas de porcelana o las joyas que componían una gigantesca lámpara de araña que colgaba majestuosamente del techo. Para ella, que siempre había sido hija única en una familia humilde, tanto lujo incluso le producía náuseas.

Pero sabía perfectamente que la gran mayoría de los estudiantes de La Dansé des Merveilles provenían de familias adineradas, de aquellas que no necesitaban de una beca para que su hija pudiera codearse entre los suyos y presumir de un bello talento innato. Así que, con pausa y estilo, Fleurie se encaminó hasta la recepción, al fondo de la sala, procurando mantener su pose divina. No tendría mucho dinero, pero sí estilo.

Durante el camino, sus zapatos de tacón produjeron un rítmico eco entre las paredes de la amplia estancia, lo suficientemente audibles como para que la recepcionista se percatara de su presencia. La mujer, entre los 30 y los 40 años de edad, inclinó su cabeza al ver a una niña tan joven vestida con tal sutileza. Sus mechones de pelo oscuro cayeron sobre sus gafas, retirándolos en un acto involuntario justo a tiempo de recibir a Fleurie con una amplia sonrisa.

—Buenos días y bienvenida a la Academia de Música más prestigiosa de Francia, La Dansé des Merveilles ¿En qué puedo ayudarla? —se presentó con modestia. Fleurie tragó saliva y respondió a su pregunta, algo nerviosa.

—Buenos días a usted también. Vengo a hospedarme aquí como una de las estudiantes que recibieron la beca Ballerina. Agradecería que me entregara las llaves y localización de mi habitación.

—Un momento, por favor —Fleurie tuvo la sensación de que la recepcionista se sorprendió ante sus palabras, y aunque no quisiera admitirlo, posiblemente fue por la impresión de verla con un vestido tan elegante y caro y que se presentase como estudiante gracias a una beca. Y es que, el vestido no era más que un antiguo regalo de su difunta abuela. De no ser por ella, sus harapos hubieran llamado aún más la atención de aquella mujer.

Suspirando, apoyó los codos en la mesa de la recepción mientras la mujer ojeaba sendos libros de tapa gruesa con diversas anotaciones. Desde aquel ángulo no podía leer nada de lo que había escrito en ellos, y aunque no quisiera incomodar a la recepcionista con su mirada posada en ella, su curiosidad era algo que todavía no podía controlar. Minutos después, la mujer le dirigió de nuevo la palabra:

—¿Nombre, por favor?

—Fleurie Fossati —sentenció, y esta vez, la recepcionista no tuvo ningún reparo en observarla con sorpresa—. Mi madre es de descendencia italiana. Utilizo su apellido porque mi padre, francés de nacimiento, falleció poco después de yo nacer.

La recepcionista asintió y continuó con su tarea. Fleurie, en cambio, tuvo la sensación de que aquella mujer era más cotilla de lo que aparentaba. No le gustaba sentirse como si se la juzgara, pues tenía mucho que dar al mundo y posiblemente nada que recibir a cambio. Con una actitud seria, se enfrentó a la recepcionista por última vez, recibiendo la llave en sus manos y una indicación en sus oídos.

Death's Lullaby (Novela Histórica de Misterio & Suspense)Where stories live. Discover now