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Antes de llegar al aula escuché que mi celular vibró. Asomé la cabeza por la puerta tratando de ver si el profesor de Filosofía había llegado. Confirmé que no.

Tomé el Samsung Galaxy S7, que, a propósito, estaba a punto de cambiar y me di cuenta de que la última notificación que había recibido era un video por Whatsapp de mi madre. Ya sabía que no podía ser nada interesante, sin embargo, por respeto a ella, lo abrí.

"¡Hola, hijo! ¿Cómo estás? Espero que bien. Te llamo para contarte de nuestro viaje. Todo ha estado muy bien y es por ese motivo que tu padre y yo tendremos que quedarnos un poco más. Es nuestra oportunidad para hacer que las acciones de la empresa estén por lo alto. Espero puedas entender. Quería también desearte un feliz cumpleaños desde ahora. Dejé un poco de dinero extra en casa por la ocasión. Te amamos tu padre y yo"

El contexto del video para nada parecía al de un lugar de negocios. Mi madre estaba en un cuarto de hotel, al parecer de la mayor clase, y no tenía señales de estrés por el trabajo o algo por el estilo. Mi padre estaba en la cama del cuarto al lado de ella, dando señas de que muy posiblemente la noche anterior fue algo agitada para ellos, pero no por el trabajo, sino por algo mucho más relajante que no debería mencionar en este instante.

Creo que en este momento preferiría estar en mi cuarto con ese estúpido espejo.

Mi espejo y yo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora