Capítulo N°16

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Las gotas que caían hacía la ventana, captaron mi atención

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Las gotas que caían hacía la ventana, captaron mi atención. El día encapotado de nubles, no era de mi desagrado, sin embargo, algo me daba mal espina. Quizá solo sea la ausencia de Austin en clases de química, no suele faltar a ninguna clase. A lo mejor no debo darle mucha importancia, tal vez, solo se no asistió por mi bien. Era mejor evitarlo.

En clases de idiomas, una de las clases que tomaba sin la presencia de alguien conocido, el profesor nos dejó la tarea de hacer un ensayo en Italiano, para mi suerte, no me fue difícil y pude terminarlo unos minutos antes de que sonara la campana del fin de clase.

Las gotas iban cesando, parecía que iba a despejarse, una buena noticia para mí, podría ir a mi casa por el bosque ya que hoy iría sola. No creo que suceda nada, John prácticamente desapareció; Koule y Seth hoy rondan los alrededores en busqueda de algún indicio de él y también sé que Austin me está protegiendo. ¿Cómo lo sé? Se le escapó a Koule cuando me acompañó al instituto. No me lo quisieron decir, por como podría reaccionar. Si bien no me agrada la idea de que este tan cerca, internamente agradecía que se preocupara por mi. Lo sé, un caos total de sentimientos dirigidos hacía el que un día fue mi amigo. Anhelaba ya no tener la hipótesis y poder estar segura de lo que pienso de la gente.

La campana sonó, así que me dirigí a la salida. Un paso lento, sin prisa, por el aparcamiento del instituto, intentando esquivar el grupo de chicos que comenzaba acumularse en el bosque. Si, el grupo de Darren. Ellos siempre permanecían cerca de aquí, no se hasta que horas, quizá si supiera que estan en peligro al hallarse a pocos kilómetros de la casa de cuatro vampiros, y seguramente más de ellos, dejarían su escondite.

Mira quien habla, me regañé para mis adentros. La chica que está siendo perseguida a muerte caminando sola en el bosque. Lo sé, sé que estoy mal, pero también sé que estoy a salvo.

Raro en mi, un optimismo admirable, confiando mi vida a las demás personas. Pero ¿Acaso no es eso lo que uno siempre hace? Cuando vas al médico, dejás tu vida en sus manos. Cuando te subis a la atracción de un parque de diversiones, estás dejando tu vida a las manos de persona que lo construyó. Cuando te subes a un auto, dejás tu vida en la manos del conductor. ¿Acoso lo mio es diferente? Claro que lo es, estoy arriesgando la vida de ellos a costas de la mia. ¿Dos, o tal vez tres, vidas a costa de la mia? Quizá no debe pensar mucho en ello, estos muchachos son muy fuertes, lo suficiente para sobrevivir, estoy segura, confío en ellos.

Después de todo, hoy no sucediera nada. Llegaré a casa, prenderé el televisor, miraré las noticias, cocinaré para mi madre, cenaré, me iré a dormir y repetiré la misma rutina mañana. Tendré una vida cotidiana a pesar de todo.

- ¿Te parece si pospones esa rutina?

Al escuchar esa palabras, el miedo emergió en mi cuerpo haciéndome paralizar. No podría olvidar esa voz, nunca podré. Tomé fuerzas y, lentamente, di la vuelta para descubrir que definitivamente era él.

Entre Vampiros y LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora