Capítulo N°18

1.1K 108 52
                                    

Abrí mis ojo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abrí mis ojo. Me sentía mareada, con pocas fuerzas, quería seguir durmiendo, más, no lo hice al darme cuenta que no me encontraba en mi alcoba.

Una habitación blanca que tenía un sofá color café y una pequeña ventada que daba al bosque, pude ver que el sol aún se encontraba en lo alto, creía era poco más de medio dia.

Me encontraba sola allí. Busqué señales para ubicarme donde podría estar, pero al hacer un movimiento brusco con mi cabeza, sentí un gran dolor en el cuello. Llevé mi mano derecha donde comenzó el dolor, más, algo me tiró del brazo y dolió. Miré para saber que era, y pude ver un pequeño tuvo translúcido, era una vía que se encontraba conectaba a los medicamentos que me estaban suministrando. Tenía maquinas a mi izquierda que controlaban mis signos y me percaté que traía puesto una cánula nasal para el oxigeno.

¿Qué me habrá sucedido? Pensé para mis adentro con miedo. No recodaba como llegué aquí, no recordaba que sucedió antes, es como si mi cerebro estuviese en blanco.

La puerta de la pequeña habitación, se abrió dejando ver a mi madre entrar. Vestía con su ropa casual, unos jeans azules y con una chamarra negra. Su cabello rubio se encontraba suelto y traía su pequeño bolso azul de mano en su diestra.

- ¡Skyler! -chilla con alegría al verme, casi corriendo para acercarse a mi-. ¿Cómo estás?

- Mamá. ¿Qué me sucedió?

Me observa con preocupación, algo que no me dejó tranquila.

- Tu amigo te encontró en el bosque al volver al salir del instituto y te trajo hasta aquí. Creen que te atacó un animal.

- ¿Qué amigo?

- Se presentó como Seth. Es un chico alto, rubio de lindo ojos. No ha querido entrar a verte, pero tampoco quiso irse.

Por un momento intenté recordar ese nombre, la apariencia o algo que me haga recordar, pero no me fue posible. Quizá aún siga en shock, las personas cuando le sucede algo así suelen olvidar, por esa razón no le di mucha importancia por el momento.

- Tu amigo Austin fue quien me esperó en el porche de casa para explicar lo sucedido -continuo hablando-. ¿Qué hacías en el bosque? Te he dicho que no fueras por allí.

Otro nombre que no podria recordar su rostro o la relación que mantenía.

- No lo sé -musité con pena-. No sé que pensé.

Literalmente, no lo recuerdo. Deduzco que era porque quería llegar lo ante posible a mi casa, eso podía ser una de mis posibles razones.

- Lo importante es que ya te encuentras bien. Tu amigo se quedó fuera, le diré si quiere hablar contigo ¿Te parece?

No sabía a que amigo se refiere, sin embargo, quería saber de quien hablaba, así que asentí.

Mi madre, va hacia la puerta y la abre. Hace un gesto con su mano, para que la persona de allí se nos uniera en la habitación.

Entre Vampiros y LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora