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Podía escuchar los latidos de mi corazón

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Podía escuchar los latidos de mi corazón. Adam Martínez, mi mejor amigo de toda la vida corría hacia mi. El, realmente estaba aquí, frente a mi.

Nos fundimos en un fuerte abrazo que duró varios minutos.
Su aroma había cambiado, aún así me hacía sentir extasiada. De inmediato sentí mis ojos humedecerse y no pude contener las lágrimas.

—Oh Adam, estas aquí—dije, entre sollozos—no sabes cuanto te he extrañado, te he necesitado, siempre pienso en ti.

—No llores Julia, ya estoy aquí. Que bien se siente tenerte en mis brazos después de tantos años. He pensado tanto en ti. Siempre te tengo presente, en cada plegaria, en cada momento difícil, como también en los felices, en los rostros de los niños de la iglesia. Tu, estas en todo lo que hago Julia—dijo,y besó mi frente.

Lo abracé más fuerte y coloqué mi rostro en su pecho. El mundo se detenía en sus brazos. Podría quedarme ahí para siempre.

—Te adoro Adam. Debemos apresurarnos, tenemos un largo viaje por carretera por delante.

—¿Lucas no ha venido contigo?

—El siempre está ocupado, te acostumbrarás a su ausencia, como yo lo hago—dije,apenada.

De inmediato me arrepentí de haber dicho eso. Recién llegaba y yo ya estaba llenándolo de lamentos.

—Creo que tienes que ponerme al día—anunció y me dedicó una sonrisa.

Su sonrisa era simplemente hermosa.

Abrazados, salimos del aeropuerto y nos subimos a mi coche.

—Wow, bonito—dijo el.

—Lo sé, nuestras finanzas están muy bien. Podemos darnos algunos gustos.

—Me alegro por ustedes.

—Felicidades por tu seminario—espeté.

—Gracias, fué maravilloso. Esa iglesia en Madrid es mi lugar en el mundo. Estoy allí desde hace muchos años, antes de terminar el seminario. Ellos me aceptaron al terminar la universidad. Soy muy feliz haciendo lo que hago, mi vida es sencilla, pero soy feliz. Hablando de eso, dime que aún pintas. Sabes que amo tus obras.

—Oh... Yo, ya no pinto. Hace muchos años lo dejé. Simplemente no me sentía inspirada.

—Pues encontraremos la forma de que te inspires, eres muy buena en eso. Y como favor personal, me gustaría mucho tener una de tus obras conmigo. Siempre me arrepentí de no haberme llevado al menos una a España.

—Esta bien, lo intentaré, sólo por ti. ¿Alguna vez te has arrepentido de irte a Madrid? Digo... No has visto a tu familia en muchos años. Solo esa vez que pudieron visitarte en la universidad, pero fue hace ocho años ¿cómo haces Adam? ¿Y por qué has venido ahora?

—Se que es difícil de entender. Pero tomé una decisión, una que implica sacrificios, en mi caso fué estar lejos de las personas que amo. Es mi forma de mostrarle a dios mi lealtad. Es mi vocación, lo que siempre quise. Nací para esto y no me equivoqué al elegirlo.

El se aclaró la voz y luego continuó.

—He venido porque mi padre está enfermo Jul, y cuando esté a cargo de la iglesia y los seminarios será difícil volver alguna vez. Probablemente esta sea la última vez que me veas, pero déjame decirte que siempre esperaré por tu visita, hay tanto que quisiera mostrarte.

¿La última vez que lo vea?
Imposible, de ninguna manera aceptaría eso.

—No digas eso. Siempre habrá oportunidad de vernos. ¿Qué ha pasado con tu padre? Tu madre no me ha contado. Debería ponerme al día con ella. Hace meses no la visito. Ha sido complicado.

—Mi padre tiene cáncer, Julia.

—Oh, lo siento Adam. No lo sabía.

Me sentí apenada por el, su padre estaba enfermo y el estaba a miles de kilómetros de distancia. Ahora entiendo el porqué de su repentina visita.

—No te sientas apenada, el estará bien. Te he echado de menos Jul.

El tomó mi mano un momento.
Sentía el calor crecer en mi interior. Su tacto me hacía estremecer, de repente miles de recuerdos vinieron a mi mente.
Sus labios junto a los míos, sus caricias, sus besos.

Ya basta Julia, enfócate.

—Y yo a ti. Me alegra tanto que estés aquí. Podemos hacer muchas cosas juntos—dije,y el asintió, sonriendo ampliamente.

—Oh si. Lo haremos. Quiero que mi último verano aquí sea inolvidable y eso te incluye a ti.

Le dediqué la mejor de mis sonrisas y volví mi vista hacia la carretera.
Sin dudas sería inolvidable para mi, con el aquí.

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