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Cuando Adam estaba junto a mi me sentía completa

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Cuando Adam estaba junto a mi me sentía completa. Me sentía en paz.

Dormí plácidamente a su lado.
Cuando desperté el ya no estaba.
Lo encontré en la cocina preparando el desayuno. Se veía adorable.
Lucas nunca hacía esas cosas por mi, siempre está apurado y nunca tiene tiempo para mi.

—Buen día—sonrió.

—Hola Adam, ¿Cómo has dormido?

—Muy bien, gracias por quedarte.

—¿Hay noticias de Juan?

—Si. El esta mucho mejor. Mi madre ha llamado y me ha hecho saber que lo dejaran en observación y mañana vuelve a casa.

—Esas son buenas noticias—me acerqué  a el y lo abracé.

El besó mi frente.

—¿Qué ha pasado con Lucas?

—El tuvo que irse—anuncié, mostrándome decepcionada.

—¿Esta todo bien con el?

Negué con la cabeza y sonreí débilmente.

—El se ha comportado como un idiota desde que llegaste.

—¿Crees que el..?

—No lo creo—repliqué, sabiendo perfectamente a que se refería.

—Julia yo...

—Lo sé, yo también lo siento.

—Eres mi mejor amiga y te adoro, no quiero hacerte daño, no quiero que arruines tu compromiso por mi Jul. En este momento soy muy inestable con mis sentimientos, no quiero confundirte.

—Yo nunca dejaré de amarte Adam, pase lo que pase. Y sigo pensando que es injusto para Lucas. El... Debería saber que siempre estarás en mi corazón, en un lugar que ni el ni nadie puede ocupar. Tu eres el amor de mi vida—sentí mis ojos humedecerse ante mi Confesión y me recompuse de inmediato—debería irme ahora. Tengo un largo viaje por delante. Volveré.

El me miró apenado y tragó con dificultad, como si estuviera conteniendose de responder.
Finalmente asintió con la cabeza y formuló una triste sonrisa.

Después de un largo viaje, llegué a casa. Para mi sorpresa Lucas estaba allí.

—Hola cariño ¿Cómo esta Juan?

—Bien. Mañana le dan el alta—sonreí.

No mencionaria a Lucas el hecho de que dormí junto a Adam porque sé  que le molestaría.
¿A quién no?

—Siento lo de ayer. Me he comportado como un idiota estos días. Lo lamento cariño—me abrazó y hundió su rostro en mi cuello—te echo de menos.

—Y yo a ti—mentí y me sentí el ser más despreciable del planeta.
La realidad es que no había extrañado a mi prometido ni un poco. Si por mi fuera, me quedaría con Adam. Y eso está jodidamente mal.

El me vió desanimada así que preparó la cena por mi, sorprendiéndome por completo.

La comida sabia horrible. Pero su intención fué lo más agradable.
Pero su actitud, solo hacia que me sienta mas culpable.

No podía dormir, así que me levanté, al ver el reloj, éste marcaba las 3.
Me dirigí a la cocina a hacerme un té, y al pasar por el cuarto de huéspedes lo vi.
Mi viejo caballete ubicado en un rincón de la habitación.
Lo traje conmigo el día en que me mudé, pero en realidad hacia años que no pintaba.
Simplemente no me sentía inspirada.
Pero en este momento me sentía diferente, sentía las ganas crecientes en mi de agarrar un pincel y dejarme llevar, y así lo hice.
Cerré la puerta de la habitación, acomodé el caballete según mi comodidad y tomé un pincel.

Pinté por horas, la inspiración salió de mi como nunca antes.

Me quedé maravillada al ver mi obra.

De inmediato pensé en Adam, el era la causa de mi repentina inspiración, también recordé que el quería llevarse una pintura mía a Madrid, así que sería una sorpresa. Se lo regalaría.

Esperé a que Lucas se levante, desayuné junto a él y cuando se fue, me recosté, para dormir un poco.

Hasta que cerca del mediodía, una llamada de mi amiga Clara, me despertó.
Me hizo saber que estaba en camino y quería verme.
Ella es mi amiga desde la universidad, al terminar la carrera, ella comenzó a trabajar en un estudio contable al otro lado de la ciudad, como Lucas, ella siempre está trabajando. Tal cual lo hacía yo, antes de que mi suegro me deje tomarme un tiempo para organizar la boda.

Me levanté rápidamente, me di una ducha y preparé café.
Clara no tardó en llegar.

—Te he echado de menos amiga—anunció, mientras me daba un fuerte abrazo.

—Y yo a ti.

—Cuéntame ¿Cómo has estado?

Clara sabía  de Adam. Así que le conté todo lo que había sucedido desde que el llegó a Buenos Aires. Ella me miraba boquiabierta.

—Estás jodida Julia, no se que decir.

—Lo sé, mi vida es un infierno ahora y la culpa está matándome.

—Esta claro que Adam siente algo por ti, creo que debes jugarte por el. Yo no lo dejaría ir. Lo has amado desde pequeña, pero debes ser honesta con Lucas. Esto no está bien y lo sabes—afirmó, con una seria expresión en su rostro.

En ese momento una llamada sonó en mi celular.
Era Adam.

—Hola Julia. Te echo de menos ¿podrías abrir la puerta?

—¿Qué? ¿Estás aquí?—corrí rápidamente hacia la puerta y ahí estaba el, con una enorme sonrisa en su rostro.

No podía creerlo. Por cosas como estas lo amaba tanto.

—¿Cómo?

—Vine en autobús—sonrió.

—Imagino que tu eres Adam—interrumpió Clara.

—Así es. ¿Y tu eres...?

—Soy Clara, amiga de Julia. Me han hablado mucho de ti—ella me dedicó una mirada traviesa que me hizo sonrojar y luego le sonrió, extendiendo su mano.

Unos minutos más tarde, estábamos los tres tomando café y riendo en la cocina. Me sentía feliz de tener a mis dos mejores amigos aquí.
En un momento en que Adam fue al baño, Clara se acercó  a mi.

—Por dios Julia, el curita está buenísimo—rompí a carcajadas ante su comentario—Pero tranquila, es todo tuyo, me gustan imposibles, pero no soy tan masoquista—añadió,riendo.

Más tarde ella se fue y Adam y yo quedamos a solas.
De pronto recordé que había algo que quería enseñarle.
Tomé su mano y lo dirigí hacia la habitación  de huéspedes.

Al entrar, se quedó boquiabierto al contemplar mi obra.

—Oh Julia, es maravilloso. Has vuelto a pintar—me abrazó fuerte.

—Es para ti—murmuré—quiero que te lleves una parte de mi a Madrid, contigo.

El me miró alucinado por unos segundos. Podía ver la ternura en sus ojos.

Lentamente se acercó a mí. Podía sentir su aliento chocando contra el mío.

Suavemente depositó un pequeño beso en mis labios y acarició mi mejilla.

—Gracias—susurró.

Espero que les haya gustado ❤ perdón por tardar tanto en actualizar, nos leemos en el próximo capítulo.
Muchísimas gracias por leer ❤😍

Votos De Amor © (Terminada, En Edición)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora