Capítulo 21 - Insubordinación de una Carter

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#Maratón 3/3

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Canción en multimedia: Never be the same de Crywolf (Flume cover)


Capítulo veintiuno Insubordinación de una Carter,


Abro la boca por tercera vez, pero ningún sonido sale de esta. No sé cómo empezar, ni por dónde. Landon sigue en la misma posición, pasando el pie por una pequeña piedra que chuta con suavidad cada poco tiempo, permaneciendo cerca hasta que me decida.

— ¿Recuerdas en el pasillo? ¿Cómo me he apartado cuando me has rozado las costillas?

Levantando la mirada, el rubio me termina por dedicar su atención. Asiente. Vale, quizás esta no ha sido la mejor forma de empezar. Pienso en mencionar el circuito, pero luego recuerdo que yo misma he ido para probarme a mí misma, lo hice ayer mismo. Ahí me doy cuenta de que, le contase lo que le contase, mis palabras dejarían al Oficial como un estricto entrenador. Uno demasiado estricto. Pero no es eso lo que me hace temblar, es la forma en la que sus palabras lo hacen ver capaz de cualquier cosa, asustándome lo que se le pudiera ocurrir para el próximo día. La tensión que me ha creado está causado en su mayor parte por algo psicológico, está en mi cabeza.

— Da igual, olvídalo.

Landon mantiene el silencio, lo hace como si esperara a que yo me retractara y le dijera aquello por lo que le he traído hasta aquí. Doy un paso atrás.

— ¿Estás segura?

— Sí —está en mi cabeza, estoy exagerándolo todo. El Oficial solo trata de hacerme una mejor cadete, nada más. Repito esas palabras hasta que me las termino por creer—. Voy a tratar de dormir un poco, ¿nos vemos más tarde?

— Cuanto estés lista, estaré aquí para escucharte.

Sus palabras se meten en mi cabeza, haciéndome sentir una culpa que no logro terminar de entender. Es como si le hubiera decepcionado de alguna manera. Y es eso lo que me obligo a ignorar mientras vuelvo hacia mi cabaña. Me paso las manos por la cara mientras lo hago, usando ese gesto para borrar cualquier preocupación.

Claro está, no lo hace.

Cuando empieza el entrenamiento, estoy completamente tensa. El Oficial no me ha dedicado ninguna mirada, ni siquiera se ha fijado en si estoy o no y, pese a que eso debería hacerme sentir más relajada, no lo logra.

Empiezo el calentamiento junto al resto, ese que termina con tres vueltas al lago. Cada uno llevando su ritmo, haciendo los ejercicios marcados hasta que empiezan a correr. Estoy tan distraída que ni siquiera estoy llevando la cuenta de los números, haciéndome ser de las últimas personas aquí de pie.

— ¡Cadete Carter! —Su grito me hace sobresaltarme, mi corazón latiendo con fuerza cuando el nerviosismo me golpea—. ¡Póngase a correr ya! ¡Quiero cinco vueltas!

Trago saliva, empezando a moverme antes de que le diera tiempo a pronunciar alguna frase más. Y me culpo, lo hago mientras corro. Si no me hubiera desconcentrado habría empezado a correr antes y no le hubiera dado tiempo a aumentar el número de vueltas que tengo que hacer. Pese a eso hubiera encontrado la manera, me acostumbra a dejar más tiempo que al resto. Quejándose de hago los abdominales de forma muy floja o que mis reflejos no son adecuados.

Y yo he empezado a dejar de quejarme cuando lo hace. Solamente cumplo. Incluso si después voy a tener que seguir entrenando con Blake. Después de todo, era yo quien quería mejorar. Vine aquí para quedarme, no puedo rendirme.

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