Capítulo 57

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- Cariño ¿me puedes pasar las hojas de mafith?-- pidió Yenna, la amable bruja que me ha acogido en su hogar hace ya un año.

- Aquí tienes -- le di las hojas de color extraordinariamente rosa fucsia y con un delicioso e inexplicable olor -- ¿que preparas? -- me senté sobre el mesón.

- Un nuevo escudo, el tuyo esta débil -- asentí y mire la mezcla de color blanco amarillento. Exactamente como cuando llegue aquí.

Flashback..

Salí de la ciudad a toda prisa, necesitaba escapar de todo aquello. De mi realidad.

Tome el primer autobús que y pague la entrada. Después de unas largas diez horas de viaje llegue a la terminal de autobuses. Mire a mi alrededor totalmente perdida, estaba desolado, solo se veían lo conductores subir y bajar de los autobuses.

Camine hasta la salida y admire el pueblo, --si alcanzaba a llamarse así-- frente a mi. Como adentro de la terminal, este estaba desolado. No veía una sola persona.

Después de recorrer el pueblo y de salir de él me adentre a una cueva que raramente, estaba ubicada en medio de la nada.

Mi sorpresa fue gigantesca al ver lo que había dentro. No era un cueva, para nada, era un bosque completo. Mire hacia atrás buscando alguna explicación, solo encontré un árbol gigante con un pequeño letrero "Caminos evades, caminos hayas, no importa cuanto trates el destino nunca falla".

Fruncí el ceño y mire a mi alrededor, el aroma a especies inundaba el aire. Como instinto cambie mi forma y me puse en modo ataque. Algo no cuadraba en todo esto.

De entre los arboles salio una chica, cabello lila, ojos grises, delicada y hermosa. Aun así no baje la guardia.

- poderosa combinación, sabia que vendrías querida -- gruñi -- hija de Dioses, se todo sobre ti, no te haré daño solo quiero ayudarte, puedo hacerlo.

Deje mi postura defensiva y camine lentamente hacia ella.

- elegancia y fuerza por naturaleza, toda una Diosa ciertamente, belleza, sensualidad -- rio suavemente -- lo tienes todo Kaylianiz -- me sonrió y empezó a caminar entre los árboles. La seguí sin reprochar.

A los poco segundos estábamos frente a una cabaña, pequeña pero hermosa.

- tienes ropa ahí, como veras-- señalo una silla fuera de la casa y luego la puerta-- eres enorme y no cabes por ahí, tranquila nadie te vera, aquí estamos solo tu y yo-- se dispuso a entrar-- y bueno, Kilian pero tranquila, el salio y no vendrá en unos días. -- entro a la casa y me dejo fuera.

Camine hasta la silla y mire la ropa, un vestido blanco y ropa interior del mismo color.

Cambie mi forma y me vestí lo mas rápido que pude entre unos arbustos. Luego entre a la cabaña, un olor dulce me abarcó. Lo seguí y llegue hasta lo que supuse era la cocina.

- digna de Dioses-- gire y mire a la chica recostada de la pared-- eres mas hermosa en persona. Digo, ya te había visto en visiones. -- sonrió dulcemente y camino hasta unas estanterias-- estas huyendo ¿cierto?

- supongo-- susurre, me senté en un taburete y mire cada movimiento de la chica.

- perdona mi mala educación, soy Yenna bruja de cuarta generación -- asentí fascinada, tenia frente a mi una autentica bruja.

- Kaylianiz Goretti, licantropa y semidiosa-- dije aunque creo que ya lo sabia.

- lo se cariño-- sonrió y tomo un frasco con un contenido blanco amarillento-- ten -- la mire desconfiada-- es un escudo, prácticamente de esconde todo.

-¿todo?

- tu escencia sera invisible ante el mundo sobrenatural, nadie sabrá lo que eres, ni siquiera tu mate incluso estarás fuera del radar de los Dioses. Prácticamente te tragará la tierra. -- se veía sincera así que tome el frasco y lo bebí. Tenia un sabor dulce, empalagoso -- caerás en un sueño profundo mientras tu cuerpo se acostumbra al cambio... Descansa-- no recuerdo mas, solo obscuridad.

Fin de flashback..

- ten -- me tome la pócima de un sorbo -- aunque de mucho no servirá -- murmuró, la mire confundida-- te lo tendré que decir de todos modos-- suspiro y miro sus manos-- tu mate ya te encontró, de echo viene hacia acá en estos momentos-- abrí mis ojos como platos,Yenna era bruja-vidente,podía ver el futuro, no años pero si horas,solo cuando ella quisiera o cuando era muy importante.

- ¡¿que?! -- me levante del taburete y mire a Yenna. -- no puede ser, no, no-- mire mis pies descalzos y ví la neblina negra rodeándolos como si de serpientes se tratara.

- ¡Kay! Controlate, haz lo que te enseñe-- la voz de Yenna se escuchaba lejana.

Desde el día en que llegue he tenido ataques. Pierdo control absoluto sobre mis poderes, en mas de una ocasión he incendiado la cabaña.

Respire hondo y imagine todo el fuego en un cofre rodeado de agua. Eso servía para tranquilizarme, era una especie de juego mental.

A los segundos el calor desapareció de mi cuerpo.

Abrí mis ojos y ví a Yenna y Kilian mirándome aliviados.

- no quiero volver, yo.. -- fui interrumpida por Kilian, quien me envolvió entre sus pálidos y fuertes brazos.

Kilian era el hermano de Yenna, eran totalmente diferentes en cuanto a personalidad. Yenna era dulce y maternal mientras que Kilian era un poco rudo y frío a veces. Se parecían mucho, él tenia el cabello rubio platinado pero a simple vista parecía blanco, era pálido y de ojos grises al igual que su hermana, labios rosado por naturaleza. Ambos eran hermosos, pero vamos ¿que hay que esperar de una bruja-vidente cuarta generación y un brujo-elemental sexta generación? Son prácticamente leyendas.

Acurruque mi cabeza en el cuello de el chico rubio que me reconforta. Era un acontecimiento irregular, que mostrara afecto, era muy raro en él. Solloze y envolví mis brazos a su alrededor, hace mucho que necesitaba un abrazo así, uno fuerte y varonil. En realidad necesitaba a Evan. Pero esto me ayudaría, no es lo mismo pero se acerca.

- tranquila... Linda-- susurro sobre mi cabeza, había captado la dificultad para que mencionara esa ultima palabra. Sonreí levemente y apreté mis brazos a su alrededor.

- gracias, en verdad necesitaba esto-- susurré aun en su hombro.

Movió una de sus manos en mi espalda dando reconfortantes caricias, dudosas y tímidas pero reconfortantes.

- sueltala-- mi cuerpo se tenso completamente y apreté, sin querelo a Kilian, escuche su leve quejido y afloje. Aparte mis brazos de él, para romper el abrazo pero no sirvió, el no sacaba sus brazos de mi alrededor. -- ¡sueltala!

- Kilian-- lo mire, el tenia su mirada fija y retante sobre la persona atrás de mi. Bajo su mirada por un segundo y la conecto con la mía. Le sonreí levemente y el me la devolvió, un atisbo de sonrisa pero era un avance. Me soltó y me dio una mirada de advertencia.

Me gire lentamente y mire a la persona frente a mi. Un nudo se formo en mi garganta y las ganas de llorar eran inevitables.

- Kay-- pronuncio lentamente, saboreando mi nombre.

- Gabe-- agache mi cabeza y deje caer una lágrima.

Yenna y Kilian en la imagen :)

Tú...mi otra MitadWhere stories live. Discover now