Capítulo 34

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La calma y la satisfacción de ver a sus amigos en Sorato duro muy poco. Mientras todos se miraban de manera curiosa y sonriente, algo rompió esta armonía.

De la nada una enorme mano apareció en el techo. Mas bien parecía una más garra que mano. Estaba llena de afiladas rocas con unas largas uñas.

Hizo ademán de agarrar algo en el aire y el ventanal del dormitorio explotó. La mano se retiró del techo, entrando como en una especie de portal.

Los chicos rápidamente se pusieron en grupo y con la Guardia arriba.

- ¿Que fue eso? - pregunto Natsu, con los puños cerrados.

- No lo sé, pero sea lo que sea no debe ser bueno - Sorato estaba con un látigo en la mano.

Pero la pregunta de Natsu fue contestada por si misma. Por donde antes había un humilde ventanal, ahora entraban corrientes de aire poderosas que se unían a la orilla de la estancia. El viento se unía en un cuerpo uniforme, dejando ver a una esbelta figura femenina con un largo cabello que llegaba al suelo. De a poco se veían detalles de este ser, el cual de donde se suponía que abrían ojos, sólo irradiaba luz.

- ¿Que...? - Gray estaba ya sin camiseta y con la guardia lista.

El viento corría fuerte, pero ya se veía al enemigo. Una mujer esbelta de cuerpo privilegiado, cabello rubio platinado casi blanco, ojos negros y labios finos. Su rostro tenía una forma de corazón, sus manos eran delgadas pero sus uñas... vaya, eso eran más que uñas, parecían sables afilados para cortar entrepiernas.

El ser levantó uno de sus brazos y una onda de aire salió disparada hacia el grupo. Después empezó a hacer unos extraños movimientos con sus brazos y la brisa se intensificó.

La brisa comenzó a crear una especie de barrera en el grupo. Inteligentemente había separado a las chicas de los chicos, dividiéndolos por una brisa demasiado fuerte.

Esta cosa que aún no tenía nombre empezó a cerrar su mano y poco a poco los chicos se vieron atrapados en una especie de domo hecho de aire. Si, cosa más extraña no había.

- ¿Que está pasando? - Erza ya habia materializado dos espadas, para después vestirse la armadura de la rueda celestial. 

Sorato trato de hablar, pero el sonido de su voz fue apagado por el enemigo. Con su viento había desviado la voz de Sorato, llevando el mensaje a ella misma.

- Ah... - hablo por fin la chica manos de sable - esta listo.

- ¿Que esta listo? - Erza la apunto con una de sus espadas - Habla.

- Erza Scarlet, chica peligrosa - hablo de manera casi automática - no debo luchar con ella.

Se recordó para así misma, y estalló la batalla. Rápidamente aparecieron espíritus celestial, los cuales empezaron a atacar.

Una nueva explosión sacudió la estancia, y la bestia reía manipulando el aire a su antojo. Grandes vendavales de aire entraban para evitar la lluvia de espadas lanzadas por Erza.

- ¿Que es eso? - pregunto Gray a Sorato.

- Una criatura antigua, un demonio creado a partir de aire de tormenta... Se llama sílfide - Sorato estaba con los puños cerrados, su mirada se volvió dura- se suponía que ya no quedaban... Se extinguieron porque los caza demonios les dieron caza, y acabaron con ellos.

- ¡Entonces no hicieron bien el trabajo! - añadió Natsu.

- Puede que Tyra o Krista lo hayan creado a partir de magia negra... -Sorato hizo una mueca - ellas son capaces de todo. ¡MALDITAS PERRAS!

El cupido de Fairy TailWhere stories live. Discover now