Close your eyes

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-—Hola.-— dije al ver su cara. Estaba radiante. Era increíble lo mucho que cambiaba después de superar la resaca.

Estaba apoyado en el marco de la puerta mientras masticaba chicle , mirándome como si fuese una obra de arte, bueno... mirándome, no. El caso es que no parecía el mismo amargado del día anterior.

-—Tu voz. -— me puse la mano en la garganta. -—la echaba de menos. -—no dije nada, estaba esperando a que mi corazón volviese a palpitar.-— ¿Sigues ahí?

—-Sí.-—dije tomando la mano que había extendido para buscarme.
Fue como fuegos artificiales, primero la belleza de los colores y luego el susto que provoca el estruendo.

-—Yo... tengo que pedirte algo.-—solté su mano lista para que me acusase de acosadora. -—Pasa primero.

Entré avergonzada, ¿cómo podía pensar así en un imbécil como ese? ¿Un par de palabras bonitas y picaba el anzuelo? Estaba tirando por tierra mi ética.

-—Sé que te va a parecer extraño... pero, me gustaría tocarte la cara .-— por su rostro pasó una sonrisa tímida. -—Es que... sería mi manera de verte.

-—Claro, no te preocupes.-— me sentí alagada, era la primera vez que me lo pedían. Nos sentamos en dos sillas, el uno frente al otro. Coloqué sus manos sobre mis hombros.
Subió lentamente por el cuello, midió mi mandíbula y mi frente , acarició mi nariz y después mis cejas.

-Close your eyes.

Cerré los ojos y acarició mis párpados lentamente. Finalmente pasó el dedo por encima de mis labios.
Sabía que notaría mi respiración agitada pero ¿cómo podía evitarlo si él era el causante?
No me atreví a abrir los ojos, así estaríamos en igualdad de condiciones. Podía presentirle, estaba tan cerca que oler su colonia era obligatorio y placentero.
Enredó sus dedos en mi pelo y descendió con cuidado, volviendo a mis hombros.

¿Cómo pudo algo tan simple ser tan excitante?

-—¿De qué color es tu pelo?-–preguntó al sentarse.

Tuve que centrarme, abrí los ojos, mi mente estaba tan nublada que ni me había dado cuenta de que estaba de pie.

-—Marrón.—- respondí sin parar de sudar y temblar.

-—¿Y tus ojos?-— su voz melosa y sosegada no ayudaba.

—-Azules.-—no apartaba las manos de mis hombros y yo casi no podía hablar.

-—Becca, quiero darte dos buenas noticias.—- sonrió. -—Mi tratamiento está dando resultado... podré volver a los escenarios el mes que viene. -— dejó las gafas sobre la mesa y sus ojos inflamados se fijaron en mí.

-—Eso es maravilloso, pero ¿a qué escenarios te refieres?—- le abracé con ternura, y así noté que mi corazón no era el único desbocado.
Los dos corazones querían escaparse de nosotros para fundirse el uno con el otro.
Me avergonzaba ser así, enamoradiza y estúpida, solo me ocurría a su lado.

-—Mi banda se reúne de nuevo, esa era la otra buena noticia.-— él sonrió, pero yo no me molesté en evitar que la tristeza cubriera mi rostro.

En el próximo capítulo:

Becca decide si quiere acompañarle a la gira, pero antes debe conocer al resto de la banda.

Duff, Izzy, Steven y Slash... ¿cómo reaccionará?

Próximamente...
Conociendo a Guns N Roses

 Guns N Roses. La Debacle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora