Guns N Roses. La Debacle.

Yo era una muela del juicio

Cuando Slash llegó produjo un efecto especial desde que me echó a un lado y se puso frente a Axl mientras me daba la espalda.

—-Dime que estás bien .-—suspiró mientras tomaba las manos del pelirrojo para ver sus heridas.-—Joder, ¿cómo cojones te has podido caer si te estaban ayudando?-— un bonito detalle lo de ni siquiera nombrarme.

-—No he aceptado la ayuda, quería ser independiente...¿sabes?—- Axl tampoco hizo el esfuerzo de mirarme si quiera.

-—Te lo he dicho mil veces, no se te ocurra avergonzarte de nada.

Seguían hablando, pero yo di unos pasos atrás, porque me sentía mucho peor que siendo una sujetavelas, peor que una tercera rueda.

Era una muela del juicio. Ese maldito trozo de calcio sobrante que no se da cuenta de que has evolucionado y se queda molestando hasta que lo extirpan.

Los oí reír y me acerqué porque ya me aburría de morderme las uñas mirando un chicle que había en el suelo.

—-Becca, creo que deberíamos irnos ya.-— yo asentí. Slash ayudó a Axl a subir al coche (por si yo no podía ser más inútil).

-—¿Dónde vas?-—rió al parar mi mano cuando iba a abrir la puerta de su coche. (Joder, lo odio y no para de hacerlo)-—Creo que tienes una moto justo ahí.

Tomó una calada más de su cigarrillo y lo lanzó lejos.

-—Cierto.-—admití cabreada. Acarició mi mejilla mientras expulsaba el humo en mi cara, otra vez.

-—Una bofetada a Axl Rose, y solo por besarte.-— besó mis labios tan sumamente despacio que ni lo noté, pero no quería pararlo.-— Becca, tienes los ovarios bien puestos.

Subió al coche y arrancó.
Axl no se dio cuenta de nada... y casi que yo tampoco.

En el siguiente capítulo:
Becca será testigo de la química que hay en el escenario. Este capítulo contiene más Slaxl que ningún otro.

Próximamente...
Que ej kenotoigo